Corría el año 1971 y en el distrito de La Matanza un joven de 21 años comenzaba a trabajar como maestro en un sindicato que tenía ya una tendencia combativa, el sindicato de los docentes de Matanza cuya conductora era Mary Sánchez. Esa fue su escuela sindical. Durante la dictadura cívico-militar fue dejado cesante, al igual que muchos de sus compañeros, y se fue a trabajar como metalúrgico en una empresa del Grupo SIAM: “Hacíamos caños de costura resistente para gasoductos, ahí hacía el control de calidad. Fue mi paso como afiliado de la UOM en la seccional Avellaneda”, recuerda sin mayor nostalgia. Con una dictadura que no terminaba de caer, a partir de 1981 retoma la militancia en el gremio docente y es parte de la constitución de SUTEBA del cual en la década del 90 será su secretario general. Luego asumirá como secretario general de CTERA y será electo para conducir la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), en pleno combate contra las políticas neoliberales del gobierno de Carlos Menem.