Todavía con el cansancio a cuestas, con rastros en la voz y el cuerpo de los intensos días vividos en Trelew, celebramos la potencia de un espacio de encuentro que se renueva cada año. Lejos de transformarse en rutina, este año reabrió el impulso logrado en las históricas jornadas del 8 de marzo con el paro internacional de las mujeres, así como en la marea humana que fue millones y verde por el aborto legal. A pesar del poco tiempo de reflexión, sin el encuentro aun con las compañeras, que permite los balances colectivos, pero con la urgencia de compartir imágenes y algunas ideas, hago llegar las primeras instantáneas del 33 ENM.