El domingo celebramos la fiesta litúrgica de la Ascensión de Jesús. Es el comienzo de un tiempo nuevo: los seguidores del maestro son enviados a continuar su obra, a anunciar el evangelio a los pobres, a buscar las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Particularmente el Evangelio de Lucas muestra esta continuidad entre el ministerio de Jesús y el de sus amigos. Precisamente por eso los mensajeros de Dios nos invitan a no quedarnos “mirando el cielo”, sino a salir a las calles y caminos.