Las elecciones del miércoles pasado en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) no fueron unas compulsas gremiales más. Los alcances de lo que allí sucedió y de lo que aún falta definir puede modificar el escenario de un ala del movimiento obrero. Para muchos, los resultados de los comicios de uno de los dos sindicatos de empleados de la administración pública nacional pueden generar cimbronazos no solo allí mismo, sino también en las dos CTA.

A nivel nacional, se impuso Hugo "Cachorro" Godoy, candidato respaldado por el histórico dirigente ceteísta, Víctor de Gennaro –ahora enfrentado con Pablo Micheli-. Pero la oposición kirchnerista denunció irregularidades y aseguró que la Junta Electoral aún no dio números definitivos y asegura que ese resultado podría revertirse.

Hubo cerca de 118 mil votantes, lo que equivale a menos de la mitad del padrón de afiliados. La Lista Verde (de Godoy) alcanzó 60.850 sufragios, frente a los 51. 400 de la Lista Verde y Blanca, liderada por Fernando Acosta y afín al kirchnerismo.

Esa diferencia de casi nueve mil votos fue objetada por la oposición, quien impugnó ante el Ministerio de Trabajo la existencia de 500 urnas volantes. Según se indicó a Tiempo Argentino, de esas 500 urnas, hay 300 impugnadas por "falta de fiscalización" y se sospecha que en su interior puede haber cerca de 20.000 votos.

Las impugnaciones fueron recibidas por la cartera laboral, desde donde se informó: "Vamos a analizar todas impugnaciones de todos los sectores y veremos". Desde el sector kirchnerista se indicó que, de no prosperar las denuncias en la instancia administrativa, se recurrirá también a la justicia.

La oposición también cuestiona a la Junta Electoral que tuvo a cargo la elección y señaló directamente a su presidente, Rodolfo Córdoba, quien, según indicaron, llevó adelante "la misma mecánica que en las elecciones de CTA", momento el que la central terminó rompiéndose.

Pero además de lo que ocurrió a nivel nacional, también hubo sorpresas con lo que sucedió en los distintos distritos. Mientras que la Lista Verde triunfó en 13 provincias (Buenos Aires –donde radican las denuncias de irregularidades-, Santa Cruz, Catamarca, Entre Ríos, Córdoba, Misiones, Río Negro, San Juan, Formosa, Santiago del Estero, La Pampa, Chaco y San Luis); la lista Verde y Blanca se impuso en Capital Federal, Jujuy, Neuquén, Tierra del Fuego, Santa Fe, Corrientes y Tucumán, mientras que la lista Bermellón, en tanto, ganó en Mendoza.

El triunfo de la lista kirchnerista en la ciudad de Buenos Aires fue uno de los golpes más fuertes para el titular de la CTA, Pablo Micheli. Tanto lo afectó la derrota de la lista que él apoyaba en Capital –principal bastión de Micheli- que hace unos días, puso en duda su continuidad al frente de la central obrera.

Historia con desencuentros.

A fines de 2010 la Central de Trabajadores Argentinos -emblema de la resistencia sindical durante la década del ’90- se fracturó luego de unas elecciones en las que las listas encabezadas por Pablo Micheli y Hugo Yasky se adjudicaran el triunfo, se acusaran mutuamente de fraude y judicializaran los comicios. Así fue como cada sector tomó su propio camino y, tras unas elecciones complementarias anuladas por la justicia, varios años de peleas y enfrentamientos, la central conducida por Micheli pasaría a llamarse CTA Autónoma y la de Yasky CTA de los Trabajadores.

Yasky y Micheli no sólo fundaron centrales diferentes sino que profundizaron las diferencias políticas que ya venían teniendo y mientras el primero se acercó cada vez más al kirchnerismo, el segundo se volvió cada vez más opositor, decisión que le valió protagonizar una "unidad en la acción" con Hugo Moyano y Luis Barrionuevo para encabezar el sindicalismo opositor y desarrollar varios paros generales en conjunto.

La base de sustentación de Micheli fue ATE Capital –con cerca de 24.000 afiliados-, donde comenzó a gestarse la CTA, de la mano del histórico dirigente Germán Adbala.

Es por eso que Micheli pensó en renunciar a su cargo, pero ayer, tras una extensa reunión en la sede de CTA Autónoma – en Lima 609-, el dirigente fue ratificado al frente de la central obrera disidente. El ceteísta indicó a este diario que puso a consideración del secretariado nacional de CTA su continuidad. "Planteé mi preocupación por haber perdido en ATE Capital. Pero por unanimidad el secretariado decidió darme toda la confianza. Eso me fortaleció y desistí de renuncia", aseguró.

Pero a modo de reflexión, Micheli sostuvo: "Yo fui prescindente en la elección nacional. Solo respaldé a la de ATE Capital y perdimos. Fue una pena que se hayan dividido los votos. Si hubiéramos ido juntos, habríamos ganado". Cuando dice "juntos", Micheli se refiere a Víctor de Gennaro, con quien rompió filas luego de años de trabajar juntos y fueron con listas separadas en Capital.

Micheli explicó qué pasó con De Gennaro: "Tuvimos diferencias gremiales y políticas. Tenemos diferencias pero no somos enemigos. Tuve diferencias con el armado con el que él compitió en las PASO. Yo, como secretario general de CTA, saqué más votos que él como candidato a presidente", y ratificó que hace dos meses que no se hablan.

El estatal no se mostró preocupado por su futuro y se mostró confiado en que con el respaldo del secretariado nacional bastará para mantener el poder en la CTA, a pesar de haber perdido ATE Capital. "Mi base de sustentación serán todos los sindicatos con los que contamos y los organismos con los que trabajamos", afirmó.

Y respecto de los cuestionamientos que la oposición le imputa a los afiliados que votaron contra él –los de haberse aliado con Moyano y Barrionuevo-, Micheli dijo que mantendrá la política de "unidad en la acción". "La vamos a sostener y si da, volveremos a coincidir en la calle", sostuvo.

Un triunfo capital

Daniel Catalano, secretario general electo de Capital, destacó la importancia de "haber derrotado a los sectores de Micheli y Víctor De Gennaro, que están a cargo del sindicato hace más de 30 años". Poco después de los comicios, Catalano se reunió con el diputado y titular de La Cámpora, Andrés Larroque, y aseguró: "Esto fue una respuesta a la foto que se sacó -el referente de ese sector- Pablo Micheli con -el sindicalista- Luis Barrionuevo".

En la misma línea se expresó Hugo Yasky, principal referente de la oposición a Micheli y a De Gennaro, patrocinante de la lista kirchnerista que se impuso en la ciudad de Buenos Aires. Aseguró que "esta elección expresa la crisis de representatividad que está sufriendo ATE".

"Micheli quedó deslegitimado por el voto de los trabajadores, perdió en su propio sindicato que era el único lugar que le daba apoyo. Es inapelable el veredicto de sus propios afiliados que le dieron la espalda. No tiene retorno", lanzó el docente. Micheli y Yasky volvieron a enfrentarse en una nueva elección sindical. Esta vez no como protagonistas directos, pero sí como los viejos adversarios que supieron ser.

Portada del sitio || La Central || ATE cambia de manos y se sacude la CTA