Desde el gremio docente señalaron que “el Gobierno usó como pretexto el pago de los juicios a los jubilados para avanzar contra la sustentabilidad” del sistema jubilatorio. Dijeron también que los maestros verán afectadas sus jubilaciones.

Los docentes de la Ctera, el principal sindicato de maestros de país, rechazaron el paquete de reformas impositivas y previsionales que el Congreso convirtió en ley. “El Gobierno usó como pretexto el pago de los juicios a los jubilados para avanzar contra la sustentabilidad del sistema previsional, lo que abrirá la puerta a una reprivatización de las jubilaciones”, advirtió Sonia Alesso. La titular del gremio señaló que entre los maestros hay mucha preocupación ante el riesgo de que se cambie “el paradigma de un sistema público y solidario por un sistema privado, individualista y que termina favoreciendo a grupos empresarios que lucran con los aportes de los trabajadores”.

El miércoles, durante el debate en el Senado, el gremio se manifestó en la plaza del Congreso contra la ley ómnibus. Allí, sus dirigentes señalaron que el paquete votado contiene una serie de elementos que van a afectar a los jubilados docentes, que tienen un régimen jubilatorio especial por el que cobran el 82 por ciento móvil y se jubilan de manera anticipada, los varones a los 60 años y las mujeres a los 57.

La Ctera plantea que:

- La quita de impuestos va a desfinanciar la caja jubilatoria. “Se sacó, por ejemplo, el único impuesto que existía a la renta financiera, que había sido puesto hace dos años”, apuntó Eduardo López, secretario gremial de la organización. “En el mismo sentido, se bajan las alícuotas año a año del impuesto a los bienes personales, y el impuesto a la ganancia mínima presunta. Es decir que dejamos de recaudar, que es lo que después se destina a pagar las jubilaciones”.

- El mismo efecto, continuó López, “va a tener la autorización de las ventas de acciones del fondo de garantía de sustentabilidad, que es lo que le daba apoyo a la caja”. “En el 2008, por ejemplo, el Estado prestó dinero a empresas como Edenor, ante la crisis. Esas empresas pudieron seguir dando trabajo, los trabajadores siguieron aportando a la caja jubilatoria, las compañías después devolvieron los préstamos con sus intereses: se alimentaba un círculo virtuoso; nosotros éramos prestamistas de empresas que al devolver los préstamos nos fortalecían. Ahora no sólo no vamos a ser prestamistas, sino que se aprobó la venta de la acciones”.

- En esta dirección de recorte de derechos, las leyes votadas introdujeron por primera vez la suba en la edad jubilatoria, llevando las pensiones para la vejez en las mujeres a 65 años.

- Otro aspecto cuestionado es el blanqueo de capitales, considerado por el gremio como una amnistía a los dueños de las fortunas no declaradas.

Para Alesso, “al liquidar el Fondo de Sustentabilidad, seguir sosteniendo las rebajas a los aportes patronales, aplicando políticas que generan un alto índice de desempleo y trabajo no formal, se va a provocar la alteración del equilibrio del sistema. Queda claro que lo que se pretende es un sistema previsional con componentes de capitalización individual contrario a un régimen público y solidario. Y es necesario aclarar que en este tipo de sistema de capitalización, no hay lugar para los regímenes especiales, con lo cual se habilita el intento de derogación de los mismos”.

Alesso señaló que “hubo una nula comunicación sobre estos aspectos del tema. Los damnificados no están informados, los jubilados que van a perder un sistema público de reparto no saben lo que está pasando, porque se ha omitido intencionalmente la información, y esto nos parece muy grave. Hay que salir a plantear lo que puede significar para el sistema previsional de toda la Argentina que se vacíe el fondo de sustentabilidad”.

López parangonó el paquete votado el miércoles con las políticas del menemismo, cuando “empezaron diciéndonos que privatizaban YPF para pagarle a los jubilados. ¿Y cómo terminó eso? Con maestros de 70 ó 75 años dando clase, porque jubilarse era caer en la pobreza. Los obligaban a retirarse y entonces los veíamos tratando de vender AFJP en las escuelas, porque con cada nuevo afiliado les daban una ganancia más. Pero más tarde volvían a los colegios, a vender bijouterie en la sala de profesores para poder sobrevivir”.

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