Palabras de Hugo Yasky y de Sergio Palazzo durante el acto de cierre del Encuentro Militante por la Soberanía Nacional y Popular, en el marco del Día de la Soberanía Nacional el 20 de noviembre y del Plenario Nacional de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT), celebrado en el camping Jorge Di Pascuale, de la Asociación de Empleados de Farmacia (ADEF), ubicado en Luján, provincia de Buenos Aires.

Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores

“Buenas tardes, queríamos estar presentes en este Plenario Nacional de la Corriente, los compañeros con los que hemos estado marchando juntos en este año y medio de lucha y de resistencia de los trabajadores y trabajadoras.

Creemos firmemente que necesitamos redefinir la recomposición del movimiento sindical en la Argentina. Tiene que ser un movimiento sindical que asuma la responsabilidad histórica de no entregar las banderas de las conquistas de la época del primer peronismo, porque la reforma laboral no es poner en juego lo que se conquistó en el Siglo XXI, es lo que se conquistó a partir del año l943 con el general Perón sentado en la Subsecretaría de Trabajo y eso el movimiento obrero no lo puede entregar.

No podemos aceptar que haya dirigentes sindicales que se ponen nostálgicos y sensibles el l7 de octubre y después te venden por dos monedas a la primera de cambio. El movimiento obrero tiene que defender lo que conquistó.

Entonces, compañeras, compañeros, yo sé que la CGT es la organización a la que ojalá podamos volver todos, pero tiene que ser la CGT de lucha. Esa unidad ahora tiene que demostrar el bautismo de fuego en esta etapa, por eso como ustedes resolvieron hoy les venimos a decir, la CTA y también la CTA del compañero Micheli, salimos juntos a la calle.

Plan de acción. No hay reforma. No hay bandera blanca. Fuerza compañeras, fuerza compañeros”.

Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria y referente de la Corriente Federal de Trabajadores – CGT

“En estos tiempos en que se habla de reforma laboral, que debería cambiarse el nombre, debería ser proyecto de ley de sometimiento laboral, no de reforma laboral, permítanme expresar que hoy aquí se encuentran con nosotros dos compañeros. Uno que desde el ámbito legislativo y otro desde la función ejecutiva hicieron digna la función pública, a favor de los trabajadores, sancionando leyes y haciéndolas aplicar con todo el rigor a favor de los trabajadores, que son Héctor Recalde y Carlos Tomada. Dentro de los agradecimientos, si este local está armado de urgencia, porque pensábamos hacerlo afuera, la comida, no fue una agencia de catering, fueron compañeros nuestros.

Estamos en un punto de inflexión en nuestra querida Argentina. Es un punto de inflexión para la política y para el movimiento obrero. Ese punto de inflexión tiene que ver con que claramente el gobierno ha direccionado hacia dónde va su programa político, económico y social, que no es simplemente obtener prebenda tras prebenda, y beneficio tras beneficio con cada ley que sanciona. Su programa es claro, contundente, absoluto y homogéneo. Vinieron a recuperar el empoderamiento que han perdido durante años a manos de los gobiernos populares y el empoderamiento que teníamos los trabajadores. Si nosotros no entendemos que en el fondo, es que vienen a recuperar ese empoderamiento para someter al pueblo argentino, y particularmente a su clase trabajadora, ejemplo de rebeldía en Latinoamérica, estaríamos confundiendo el objetivo y el enemigo. Porque Macri es una circunstancia en la vida política en Argentina, en todo caso es quien ocupa la primera magistratura de la Nación, pero el poder está escondido, detrás de las corporaciones que gobiernan.

Es ahí donde nosotros tenemos que apuntar con la unidad del movimiento obrero, a lograr combatir todas estas denominadas reformas que pretenden en este tiempo, en esta coyuntura, pero quizá sea también la bisagra necesaria para comprenderlo todos los espacios y sectores de la oposición política, sindical y de organizaciones sociales, porque la historia va a ser implacable a la hora de juzgarnos. Si fuimos capaces de tener la valentía, el coraje de aceptarnos entre todos, sin exclusiones, sin proscripciones, entendiendo y priorizando por sobre todas las cosas al pueblo argentino o si tuvimos la cobardía de andar señalando a nuestros opositores para ver a quién dejamos afuera, en lugar de entender que el enemigo está sentado en Balcarce 50, en la Casa de Gobierno.

Este es un modelo que claramente, como expresaba el compañero Amichetti, como lo ha expresado Jorge Taiana, y como lo dice nuestro documento, que vino a disciplinar particularmente el movimiento obrero argentino, que es la expresión más fuer de rebeldía más fuerte del sindicalismo Latinoamericano. Lo vino a disciplinar con esta batería de leyes que trastocan el derecho laboral argentino y el orden laboral argentino que tanto sacrificio, vida y sangre costó a tantos argentinos.

Que pretendan una reforma laboral que implica disminución de las indemnizaciones para que despidan barato; que implica perder la irrenunciabilidad de los derechos, que fue consagrada y acentuada luego con una modificación de un artículo propiciado por el Dr. Recalde. Que vengan y nos digan que tenemos que formarnos nuestros propios fondos, para pagarnos nuestras propias indemnizaciones; que a su vez planteen un blanqueo inescrupuloso con aquéllos que condenaron a la Argentina, a que viva como vive hoy, es decirnos a los argentinos que vinieron a quitarnos todo nuestro poder de fuego para discutir y pelear con este gobierno.

No estoy dispuesto, a esta altura de mi vida, como ninguno de ustedes, a tercerizar mi decisión política de confrontar con este gobierno a manos de un triunvirato.

Por eso celebramos con alegría, cuando el compañero Moyano esta mañana decía: “No somos sólo camioneros, somos varios secretarios generales de organizaciones de la CGT, que vamos a acompañar la marcha y movilización”. Celebro cuando los compañeros de la CTA de Micheli o de Hugo Yasky, se expresan en misma sintonía que la Corriente Federal, o que los pequeños y medianos empresarios, en reunión previa, expresen lo mismo. No estamos dispuestos a tercerizar ni los sueños ni la voluntad política de confrontar. Uno puede tener confrontaciones y acordar con gobiernos peronistas, con el radicalismo auténtico, con socialistas. Lo que no puede hacer es con la derecha argentina gobernando tranzar. Acá se es blanco o negro. No hay grises. Se es cómplice o se lo combate. Así como hemos acompañado cada conflicto que tuvo cada compañero, en cada actividad, sea o no de la Corriente. Hoy hay que acompañar con mucha firmeza a los compañeros aeronáuticos que están sufriendo la presión del gobierno, porque lo que se esconde en el fondo, seguramente será la privatización de Aerolíneas Argentinas. Y en cada lugar, en cada espacio, en cada rincón de la Argentina que haga falta, la solidaridad y el compromiso militante, ahí tiene que estar la Corriente Federal y esta multisectorial que se está armando en defensa de los intereses argentinos.

Es un modelo que claramente se asienta sobre el endeudamiento. Endeudamiento que va a condicionar a generaciones y generaciones de argentinos y que sirve hasta ahora para sostener cierta calma el conflicto social. ¿Çuánto tiempo más va a hacer falta para que desde los organismos internacionales le digan a Macri que no hay más plata si no ajusta más de lo que ha ajustado? ¿O se creen que la reforma previsional esconde la posibilidad de mejorar un mínimo la vida de nuestros jubilados? Esconde un problema fiscal de ver cómo sacan el dinero de los sectores más desposeídos de la Argentina para poder pagar la cuantiosa deuda externa.

Hablaron de una reforma previsional que era una reparación histórica, reparación que obligó a aquéllos que tenían sentencia firme, nuestros jubilados, a resignar parte de esa sentencia para poder acceder al pago de algo que la Justicia le ha dicho. Qué pena que este gobierno no tuvo las pelotas para decirle a los fondos buitres que resignaran una parte como se les pidió a los jubilados argentinos.

Y ahora hacen un planteo según el cual, cambiándole el modo de liquidación del haber jubilatorio dicen que el gobierno argentino se ahorrará más de l00.000 millones de pesos, que si le agregan los sistemas de actualización de la AUH, las asignaciones familiares y algunos planes sociales, ese número llega a l40.000 millones. Eso no es ahorro. Eso es saquear al sector más débil de la Argentina. Hay que poner las cosas por su nombre. Si algunos compañeros de la CGT se han olvidado, porque de eso no han hablado, la Corriente Federal, las CTA, y los movimientos sociales, no nos olvidamos de los jubilados.

Por eso, vamos a marchar antes que termine el mes de noviembre.

Pareciera ser que el discurso de que todo lo que nos pasa es inevitable, es lo que instalan a través de los medios. Y no todo lo que nos pasa es inevitable. Hay que explicarle a la sociedad que si antes una boleta de luz o de gas valía, como dicen ellos, un pocillo de café o dos pizzas más era porque había un gobierno que destinaba los recursos del Estado a que los sectores sociales de la Argentina pagaran la luz y el gas más barato, porque de ese modo generaban trabajo y recomponían el tejido social en la Argentina.

Hoy que pagamos varias pizzas y varias tazas de café de más, no es que el Estado se apropió de ese dinero para generar más hospitales, más escuelas, mejor educación pública. Lo hizo para que los sectores ricos de la Argentina dejen de pagar retenciones a los granos, le bajen los impuestos a las mineras, y ahora le bajen los impuestos a la seguridad social.

No todo lo que nos pasa es inevitable, son decisiones políticas que toman los gobiernos.

Y yo lamento profundamente, porque pesar de tener profundas críticas hacia la conducción orgánica de la CGT sé que también tenemos la responsabilidad de cuidar al movimiento obrero como el articulador de la protesta social, pero lamento que no hayan tenido siquiera la delicadeza de cuidar el lugar donde suscribieron el pacto de entrega de los derechos de los trabajadores. Se juntaron en la Sociedad Rural, la misma que vapuleó a Perón, a Irigoyen, seis días antes del golpe, que lo silbó a Alfonsín y le hizo el lockout patronal más grande de la historia a Cristina Fernández de Kirchner cuando fue lo de la Resolución l25.

En estos tiempos en que los poderes judiciales en sus distintas ramas, están encargados de ver cómo convalidan el ajuste, sancionando fallos donde se condena a los trabajadores a pagar costas, en donde se plantea la atomización del movimiento sindical escondido detrás de la supuesta libertad sindical que pregona la OIT; en que también se encargan de buscar asociaciones ilícitas por todos lados, lo primero que quiero decir, como cada uno de ustedes, seguro, que si hay uno de los nuestros, del campo popular, sea del partido que sea, que haya cometido un ilícito, que le caiga todo el peso de la Justicia. Pero que no distraigan la atención de los argentinos, porque cada vez hay más desempleados, cada vez alcanza menos, cada vez se pueden pagar menos los tarifazos, y que con este blanqueo escandaloso, el gobierno lo que reconoce es que premia a los que delinquieron y tuvieron en negro a los trabajadores. Y si hay un tercio de trabajadores en negro en la Argentina, y quieren encontrar una asociación ilícita ahí la tienen, seguramente las grandes corporaciones son responsables. Son la asociación ilícita más grande que hay en todo el mundo, cuando tienen más de un millón de argentinos trabajando en negro.

Desde la Corriente quisiera ser muy claro en algo, no se puede desde un gobierno, tranquilamente, venir a arrebatarle derechos a los trabajadores del movimiento sindical más organizado de América Latina, sin pagar el costo político de los trabajadores en la calle.

Si algunos compañeros, equivocadamente eligieron el diálogo para obtener victorias a lo Pirro, que en lugar de veinte derechos nos sacan quince y nos dejan cinco, sepan que ese costo político y social, a este gobierno se lo vamos a hacer pagar desde la Corriente Federal, los sindicatos de la CGT que quieran estar, las dos CTA, los movimientos sociales, los movimientos políticos argentinos.

Se hace urgente, como lo hablábamos con el compañero Yasky, con el compañero Moyano, que a más tardar este miércoles nos sentemos todos los interesados en combatir estas reformas, reforma tributaria también, que vuelven a condonarle impuestos a los que negrean y a quitarle impuestos a sectores del empresariado argentino más pudientes. Uno podría entender rebaja de impuesto a las Pymes que generan empleo, lo que no se termina de entender es por qué tiene que haber un fondo de desempleo al que aporten todos cuando sabemos que ese fondo va a ser apropiado por quienes hacen del despido un deporte nacional. El presidente se olvida que en su campaña electoral, dijo que los trabajadores no iban a pagar más ganancias. Los trabajadores seguimos pagando ganancias, impuesto al consumo sobre el IVA, mientras otros, cuando no pagan impuestos, mejoran su tasa de rentabilidad.

Por eso compañeros, tenemos que juntarnos a más tardar el miércoles, para estar planteando, que la semana que viene hay que hacer la gran movilización nacional, contra la reforma laboral, previsional y tributaria, porque todos los que estamos aquí, peronistas y radicales, no estamos dispuestos a negociar los sueños, las luchas, ni la sangre de los 30000 compañeros detenidos desaparecidos de la República Argentina, por nuestros derechos, democracia y libertad”.

También dirigieron palabras a los presentes, Víctor Carricante, secretario general de la Asociación de Empleados de Farmacia, en representación de Pablo Micheli y José Rigane, secretarios general y adjunto de la CTA Autónoma (CTA-A), respectivamente; Héctor “Gringo” Amichetti; secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense - CFT; Horacio Ghilini, secretario de Relaciones Institucionales del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), y el ex canciller, Jorge Taiana.

Además, se contó con la presencia de Vanesa Siley, secretaria general del Sitraju (Sindicato de Trabajadores Judiciales); Walter Correa, secretario general del Sindicato de Obreros Curtidores (SOC); Héctor Recalde, diputado nacional y jefe del bloque del FpV; Carlos Tomada, legislador porteño y ex ministro de Trabajo de la Nación; Pablo Carro, secretario nacional de CTA Córdoba y del gremio de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (ADIUC), y Mario Secco, intendente de Ensenada.

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