Fueron meses de planificación, alargados debido a postergaciones impensadas. La coyuntura obligó a modificar los planes en más de una oportunidad, la agenda política argentina, tan cambiante y plena de matices, entró sin pedir permiso y una y otra vez, el Plenario del NOA de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) no alcanzaba a plasmarse a pesar de la voluntad de las organizaciones sociales y gremiales que integran el espacio. En esta oportunidad, la brutal represión de la nueva maldita policía que dio a luz y alimenta Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, casi da por tierra con los planes, pero finalmente el debate de los trabajadores de Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero, se realizará hoy 30 de abril con la presencia de Hugo Yasky, secretario general a nivel nacional de la CTA.

En carpeta hay decenas de temas de gran relevancia para nuestra central, y el primer desafío no es otro que dotar a la CTA NOA de una organicidad de la cual hoy carece. La organización, ya lo demostró la historia, es vital para que los trabajadores hagan frente a los poderosos de turno, que siempre son los mismos así que no se alternan demasiado que digamos. A pesar de ello suelen llenarse la boca pregonando que el respeto por las instituciones lleva implícita una fecha de vencimiento para quienes ocupan espacios institucionales, ya sean concejales o presidentes de la Nación.

Nos debemos un debate sobre las herramientas a las cuales debemos apelar para hacer de la CTA el músculo y el cerebro de los trabajadores y los desocupados de nuestra región. Nadie como nosotros sabe que la realidad del NOA es bastante diferente a la que tienen los compañeros de la Patagonia, Cuyo, la zona pampeana o la ciudad de Buenos Aires. Junto a los trabajadores del NEA, en el Noroeste Argentino se pagan los salarios más bajos del país en comparación las otras zonas del país para igual tarea, violando un principio constitucional. Persisten altos índices de precarización, en las cuales inclusive los respectivos Estados, ya sean municipales o provinciales, son agentes activos a la hora de hacer contratos basura o tercerizar actividades.

El trabajo infantil, especialmente en las zonas rurales, lamentablemente es una realidad que nosotros los tucumanos observamos especialmente en la época de la zafra o cuando familias enteras se dedican a la recolección de limones. Mucho se avanzó en los últimos años para luchar contra estos flagelos, pero quedan asignaturas pendientes, con lo cual hay inquietudes que acercarles y soluciones que proponerles a las autoridades provinciales y nacionales. Es nuestra obligación hacerlo, como dirigentes gremiales y como actores sociales comprometidos con la dignidad del ser humano y el respeto por sus derechos, por todos, desde aquel que frena los atropellos del Estado a través de sus fuerzas policiales hasta el más básico de comer y beber agua potable, pasando por el acceso a una salud de calidad, a vivienda, a tierra para trabajar.

Entendemos que estamos por el buen camino, pero también que la senda no está ajena a los tropiezos y menos a las correcciones. La construcción política no es fácil, nunca lo fue, así que esperamos que durante este Plenario Regional poner un eslabón más en la cadena que pacientemente se comenzó a armar muchos años atrás, cuando la lucha contra el neoliberalismo salvaje de Menem y Cavallo era mal visto por una sociedad que disfrutaba del espejismo del uno a uno para viajar a Miami y Punta del Este. Todos sabemos como terminó la historia y quien pagó la fiesta.

Por Oscar Gijena, Secretario general de la Asociación de Prensa de Tucumán y la CTA Tucumán.

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