La secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow, y el secretario general de la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE, John Evans, dirigieron una carta en duros términos al presidente Macri para condenar la represión a la protesta social en la Argentina.
En la misiva destacan su grave “preocupación por hechos de intimidación y violencia contra trabajadores y sindicalistas de la educación en la provincia de Buenos Aires”. Se refieren así a la patota que el 16 de noviembre p.pdo. amedrentó y amenazó violentamente, en la ciudad de La Plata, a un grupo de docentes que pegaba afiches en la vía pública. También señalan que, al día siguiente, en la ciudad de Santa Teresita, “un grupo especial de uniformados de la Policía Bonaerense se apostó en la entrada de la escuela donde se desarrollaría una reunión del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (SUTEBA) que sería presidida por su secretario general, Roberto Baradel”.
Asimismo, en otro comunicado de la CSI, también firmado por Sharan Burrow, el organismo internacional de los trabajadores insta al gobierno argentino “a que cumpla con las resoluciones del Grupo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias que lo exhorta a liberar a la dirigente social Milagro Sala y sus compañeros/as detenidos ilegalmente”.
Éstas enérgicas condenas de la CSI y de la Comisión Sindical ante la OCDE, vienen a sumarse a la exhortación y reclamo de inmediata libertad de Milagro Sala formulada por el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, al gobierno de Mauricio Macri.
Desde la CTA repudiamos la actitud, tanto del gobierno nacional como de los ejecutivos provinciales pues, lejos de actuar conforme lo dictan la Constitución Nacional y los pactos firmados internacionalmente por la Argentina, continúan persiguiendo a los militantes sindicales y sociales y mantienen ilegal e ilegítimamente en prisión a la compañera Milagro Sala y demás presos políticos en Jujuy.