Fuente: Radio Del Plata - Caballero de Día

Roberto Caballero: Muy conmovidos por lo que sucedió ayer.

Estela Díaz: Nosotras también. Tengo rastros en mi voz de la jornada de ayer. Fue tan emocionante, tan fuerte lo vivido ayer en la ciudad de Buenos Aires, por mi responsabilidad a nivel nacional en la CTA, recibíamos las imágenes de las compañeras de Tucumán, Córdoba, La Pampa, Rosario, La Plata, absolutamente conmovedor. Faltan las palabras. Vamos a necesitar un tiempito para procesar esto que pasó ayer. Decíamos sigamos sintiendo, con las emociones a flor de piel, y sintamos cómo tiembla la tierra. Uno de los lemas es: Las mujeres nos organizamos, paramos y la Tierra tiembla y me parece que algo de eso está sucediendo y claramente deja impactos para adelante.

RC: Decíamos recién que es un pico muy alto en esta pelea. ¿Cuáles podrían llegar a ser los próximos pasos?

ED: Esta movilización se empezó a gestar en enero. Ya el año pasado tuvimos la experiencia del planteo que el 8 de Marzo sería el paro de las mujeres y éste es el segundo Paro Internacional de Mujeres. Veníamos percibiendo que lo de este año iba a ser significativamente superior. No sé si ustedes vieron algo de números, respecto a qué se puede calcular de lo que ayer se movilizó.

RC: Hay distintas cifras. En algunos casos hablan de más de 200 mil. Si tomamos todo el país el número es muy superior.

ED: En Buenos Aires, creemos estar en las 800 mil seguramente. Hay que calcular que estaba lleno el Congreso, llegaba a Plaza de Mayo, las columnas daban vuelta por Diagonal Sur y en Avenida de Mayo había columnas en la 9 de Julio que iban hacia los laterales. Fueron horas de no poder circular. Nosotras comenzamos a concentrar a las 15:00 y recién pudimos empezar a mover la columna a las 18:00. Y desconcentrándonos para dejar que la cabecera todavía no podía pasar, eran las 20:30. Lo que ayer sucedió en número, superó lo del 21 de febrero, por ejemplo. Y es un número en Buenos Aires, solamente.
Lo que pasa con el Feminismo es un poco eso en Argentina y el mundo. Hay algo que hay que ligarlo con una irrupción fuerte que tuvo que ver con el 3 de junio, ése primer grito sintetizado en Ni Una Menos, que de algún modo dijo: ¿Qué está pasando en esta sociedad? En una sociedad en la cual las mujeres hemos avanzado en autonomía, participación política, nos matan. Nos matan como la punta del iceberg de la violencia, pero además violencia que enseguida leímos en otras desigualdades. Hay que pensar en el neoliberalismo globalmente. Nosotros vivíamos en Argentina, en América Latina procesos de gobiernos populares que venían ampliando derechos, pero empezaban a retroceder. Comenzaba una ola regresiva de esos gobiernos. Y en el mundo, en general, lo que se vive es un neoliberalismo descarnado. Podemos ver presidencias como la de Trump, misógino, xenófobo. Hay algo de la resistencia de las mujeres, que aprendimos en estos procesos a decir: Esto es muy injusto. Cómo puede ser que nos llaman a ser parte. Salimos al espacio público, a las calles, pero la desigualdad estructural, la violencia ejercida de diversas formas sobre los cuerpos de las mujeres sigue en una sociedad que reproduce desigualdades y hay una rebelión profunda, que decimos es imparable. Acá hay sujetas políticas que salieron a decir No. Por eso es una fuerza muy antineoliberal.

RC: Hay cosas que me sorprendieron mucho. Primero la presencia de varias generaciones de mujeres. Había desde chiquitas muy chiquitas, hasta gente adulta mayor, confraternizando allí, con la pelea en la calle. Por otro lado, una movilización sin la característica típica de las movilizaciones tradicionales, en las cuales tenés el micro, la organización que te esperan en algún lugar. Acá hubo mucha gente que se movilizó a través del transporte público, una cosa muy 17 de Octubre.

ED: A mí me hace recordar esa movilización del 3 de junio de 2015, que decíamos era nuestro 17 de Octubre Feminista. Además y a partir de ahí comenzamos a repetir la palabra Feminismo, a recrearla, dialogarla. Soy la secretaria de Género de la CTA de los Trabajadores. Las Secretarías eran de la Mujer y de Género. Decir que la nuestra, era una agenda feminista, comenzamos a decirlo hace dos años. Y sin duda hay algo de lo intergeneracional, sobre todo de las jóvenes politizadas. Esta politización de la juventud. Este llamado que claramente comenzó en el kirchnerismo, desde el 2003 para acá. Fue cuando se restableció algo de la herencia, pesada para los gobernantes, que deja los 12 años de Néstor y Cristina tiene que ver fundamentalmente con este restablecimiento de la política como la herramienta de interpelación al Estado, la posibilidad de la participación. Y las jóvenes y los jóvenes, abrazan la causa de la igualdad de género muy naturalmente.
La campaña por el aborto nace en el 2005. Nosotras, como CTA estuvimos desde su origen en la campaña, y al principio no aparecía como algo que las jóvenes tomaran. Había que discutir un poco y se fue metiendo. Ahora una ve, se vio en el pañuelazo del 9 de febrero, que eran pibitas y pibitos de las escuelas. Es un fenómeno que debemos tomar tiempo para pensarlo, para ver cómo continúa. Este movimiento tiene mucha tarea por delante. Por más que se quiera señalar que desde el gobierno se toma esta agenda, nosotras sabemos claramente que la vida de las mujeres, de las jóvenes, de las niñas, es cada día peor, no cada día mejor. La igualdad de la que habló ayer la presidenta del Consejo de la Mujer, diciendo que Macri iba a quedar como el presidente que construyó la igualdad de varones y mujeres, digo sí en pobreza, desocupación, endeudamiento. En eso nos está igualando para abajo. Por eso tenemos mucha tarea. Lo que están comprendiendo también todas nuestras organizaciones, es que cuando pensamos cuál es la fuerza, para nosotras la fuerza son nuestros sindicatos, las organizaciones sociales, pero la otra fuerza de construcción de un poder popular que enfrente el neoliberalismo y construya una profunda transformación social es el Feminismo.

RC: Me quedo con eso, Estela y gracias porque esto nos da muchísimo oxígeno al colectivo de varones que vamos aprendiendo algunas cositas.

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