Sobre la masiva movilización, el secretario general de CTA, compañero Hugo Yasky, destacó: “El imponente acto de hoy frente a la sede judicial de Comodoro Py es expresión de un nivel de conciencia que en nuestro pueblo viene de la historia de la lealtad a Perón y Eva Perón y que hoy se expresó en la multitudinaria manifestación con más de 300 mil personas bajo la lluvia acompañando y respaldando a la expresidenta de los argentinos".

"Si uno tiene que buscar las razones de esta manifestación que no solamente sorprendió por su masividad sino por el grado de fervor, pese a ser bajo la lluvia y producirse en un horario insólito para cualquier convocatoria, alrededor de las 7:00 de la mañana ya estaban las columnas que habían transcurrido horas de la madrugada y de la noche marchando para llegar hasta ahí; así que si uno tiene que encontrar una razón para esta descomunal manifestación de adhesión a Cristina Kirchner evidentemente hay que buscarla en lo que significaron los dos mandatos de la presidenta y el que la precedió de Néstor Kirchner”.

“Cristina Kirchner supo estar del lado de los trabajadores y de los sectores populares. Supo interpretar no solamente las reivindicaciones que tenían que ver con el empleo sino temas como por ejemplo el juicio a los genocidas, la recuperación de la jubilación para el sector público, la unidad de América latina, avances democráticos que se fueron cimentando durante los ocho años del gobierno de Cristina como el Matrimonio Igualitario, la Ley de Medios, la política de Derechos Humanos. Creo que el pueblo argentino intuye, sabe que hoy quienes gobiernan nuestro país tratan de avasallar esas conquistas. Y esto también tiene que ver con la masividad de la convocatoria. Sin lugar a dudas hoy estaba presente, junto con el respaldo a Cristina, la indignación y la bronca ante los golpes que se están recibiendo a partir del ajuste del neoliberalismo gobernando en la Argentina. Decenas de miles de los participantes a estos actos, porque también los hubo en el interior del país, recordaban en sus cánticos los despidos, el alza de las tarifas, el aumento permanente de los precios; eso que de alguna manera fue parte de la descripción de época que hace Cristina cuando habla de los trabajadores despedidos, cuando habla de la imposibilidad de llenar el changuito para llegar a fin de mes, cuando habla de un pueblo que hoy vive en la angustia y en la zozobra de no poder llegar a fin de mes”.

“Entonces creo que el acto fue un acto reivindicatorio y de defensa de Cristina Kirchner pero también fue una especie de grito de rebeldía de los sectores populares ante las políticas que a lo largo de estos tres meses de mandato del presidente Macri han tenido a los sectores populares y a los trabajadores permanentemente en la mira. Desde ya que este acto la instala a Cristina Kirchner como principal expresión de la oposición. Creo que después de hoy va a haber que barajar y dar de nuevo. Aquellos que soñaban con una oposición ’friendly’, amigable con el kirchnerismo para eventualmente ofrecerse como la alternancia dento del mismo modelo neoliberal tendrán que empezar a redefinir hoy sus pasos porque ha sido una impugnación muy fuerte para todos aquellos que soñaban con un borrón y cuenta nueva y que el PJ podía servirles ahora de trampolín para zambullirse como alternativa de alternacia para la continuidad de las políticas neoliberales. Cristina Kirchner denunció de manera muy clara a quienes pretenden convertir al Partido Justicialista en un partido asimilado y domesticado frente a las imposiciones de los grandes grupos económicos de la Argentina, los grandes medios y los dueños de las corporaciones, y señaló la necesidad de reconstituir un espacio plural, amplio, habló de un frente ciudadano que permita tomar en sus manos la agenda que tiene que ver con las necesidades concretas de los ciudadanos que hoy se encuentran en riesgo, y en esa zona de riesgo como decíamos antes, no solamente que está el empleo sino el nivel de vida que habíamos podido conquistar hasta fines del año 2015”.

“Creo que la convocatoria de Cristina pone en marcha un nuevo tiempo político. Eso que de alguna manera era un signo de interrogación, cuál iba a ser el papel de Cristina, qué iba a pasar cuando Cristina Kirchner rompiera el silencio, empieza a convertirse en una certeza de que se inaugura un tiempo político en el que ya la agenda no va a estar solamente en manos del gobierno ni de los que han ejercido una suerte de oposición funcional al avance del ajuste. Creo que ahora sí vamos a poder empezar a discutir en serio una perspectiva que le permita al los trabajadores tener la certeza de que se empieza a trabajar para constituir una fuerza alternativa que pueda reagrupar al campo popular. Para nosotros, como Central de Trabajadores ha sido importante la participación en esta marcha, una gran cantidad de compañeras y compañeros fueron parte de la misma, muchos viajaron desde provincias muy lejanas para poder estar y ser parte de esta gesta que sin lugar a dudas va a inscribirse como parte de la historia de lucha de nuestro pueblo y de nuestra clase trabajadora. También fue importante la presencia de algunos gremios de la CGT, pero más allá de la convocatoria de las estructuras sindicales lo que ha sido notable es la presencia de trabajadores pertenecientes a distintas centrales que saben que para defender los derechos conquistados es necesario estar y ganar la calle”.

“Está claro también que la intuición de nuestro pueblo, la conciencia, la memoria histórica que nos retrotrae a épocas que también, de alguna manera reseñó Cristina en el discurso cuando en este país se perseguía a Perón y a Evita, cuando se los demonizaba, cuando se prohibía colgar sus fotos dentro de una casa o cuando se prohibía siquiera nombrarlos. Y hoy de alguna manera este intento de demonizar la figura de los Kirchner remeda esa vieja historia, en otra circunstancia, pero la propia iniciativa de un juez como Bonadío que pretende convertir en un delito lo que en realidad es una decisión de política gubernamental ejercida por un presidente elegido con absoluta legitimidad y legalidad con el 54 % de los votos y que de manera insólita pretende ser caratulada como ’asociación ilícita’, es decir, una política monetaria que intentó enfrentar las presiones de una corrida cambiaria que puede ser cuestionada o no por los neoliberales, que puede ser más o menos aceptada por los distintos grupos económicos pero claramente una política monetaria, es decir, pretender, a partir de eso, configurar un delito habla a las claras de la forma insidiosa y amañada con que hoy se pretende manejar un sector del poder judicial, que está al servicio de las corporaciones de los grupos poderosos de este país que respaldan al presidente Macri y que pretenden convertir al kirchnerismo y a todo lo que forma parte de ese período de la historia de nuestro país en una suerte de cosa juzgada y condenada. Es decir, el sistemático ataque a la figura de Cristina, de Néstor, la trituradora de carne que son los grandes medios de comunicación, los ataques en los editoriales, los comentarios de personajes que supuestamente opinan desde la imparcialidad, entre comillas, de su pertenencia a organizaciones no gubernamentales, y toda esa suerte de casta que hoy profesa esta religión del neoliberalismo y que hoy pulula en los grandes medios de comunicación para tratar de sostener la imagen de que este país está caminando, de que en este país no existen penurias para los sectores humildes, de que este país de una vez por todas se va a poner en marcha y va a arrancar hacia el futuro promisorio que le abren los fondos buitres recibiendo el pago, de las cuentas que ahora quedan saldadas a costa del hambre del pueblo, toda esta construcción necesita como un requisito ineludible, hundir bajo tierra la imagen de Cristina y penetrar, instalar dentro de la cabeza de nuestro pueblo la idea de que volver a intentar un camino como ese sería otra vez marchar a este abismo que según dicen ellos significó estos dos períodos de gobierno. Creo que nuestro pueblo es consciente de ello, por eso estuvo en la calle, por eso no le temió a la lluvia, por eso no le temió a la prédica de los que preanunciaban una jornada de soledad para una mandataria condenada a terminar presa, ni tampoco le temió a la resignación y al desánimo de muchos de los que creen que está todo perdido”.

“Creo que el acto de hoy, esa masividad, esa fuerza, esa mística que le dio calor y color a un día muy gris es la mejor demostración de que el pueblo argentino sigue de pie, sigue peleando y va a encontrar el camino para poder recuperar el derecho a vivir con empleo digno, en un país donde las políticas públicas garanticen los derechos sociales”.

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