La noticia del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba se convirtió en tema obligado en el encuentro del Mercosur. La presidenta argentina también envió una felicitación a Obama y a Castro.

Desde Paraná

Los mandatarios de la región calificaron como “un triunfo del mundo” la noticia anunciada ayer por los presidentes Barack Obama, de Estados Unidos, y Raúl Castro, de Cuba, sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países luego de más de medio siglo. “Cuba está testimoniando que un pueblo con dignidad, con patriotismo y con dirigentes que lo conducen y no lo traicionan, más tarde o más temprano logran resultados”, expresó Cristina Fernández de Kirchner durante la firma de un convenio con Bolivia para exportar 700 ambulancias de fabricación argentina a ese país. La noticia apareció en medio de la cumbre y, obviamente, alborotó el ambiente. Todos los presidentes participantes dieron su opinión. Cristina Kirchner luego emitió un comunicado enviando su felicitación a Obama y Castro “por iniciar una nueva e histórica etapa que, en base al respeto de la soberanía nacional y la no injerencia en los asuntos internos, permitirá restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países”.

Según expresó CFK durante el acto, se trata de “un triunfo que debe celebrar todo el mundo porque cuando se instaura la cultura del diálogo terminan los bloqueos”. Además valoró “la decisión inteligente de Barack Obama” que “va a quedar en la historia” por haber dado ese paso y el rol que desempeñó el papa Francisco en este acontecimiento histórico. “Celebramos los latinoamericanos; hoy es un día maravilloso y es muy importante porque Cuba es un pequeño gran país que soportó 53 años de bloqueo a tan sólo 90 millas del país más poderoso del mundo”, agregó la mandataria, quien manifestó su felicidad “como argentina, como ciudadana del mundo y fundamentalmente como militante política” por “todo esto que ha ocurrido y que muchos pensaban que nunca se iba a ver.”

Por la noche, a través de la Cancillería, se conoció un comunicado oficial con nuevas expresiones de Cristina Kirchner. “Los hechos que hoy cierran el último capítulo de la denominada Guerra Fría y muestran la inutilidad de otras actuales guerras frías que en lo financiero, social y político son generadas por actores gubernamentales y no gubernamentales impidiendo el ejercicio de los actos soberanos de nuestras naciones”, expresó, en alusión al conflicto con los fondos buitre.

Añadió que “Argentina expresa la necesidad del levantamiento inmediato del injusto e ilegal bloqueo que sufre la sociedad cubana y hace un llamamiento para que nunca más un pueblo sea sometido por otra nación al sufrimiento”. El comunicado culmina que un reconocimiento a “la valerosa contribución del papa Francisco a derribar nuevos muros en beneficio de los pueblos, el diálogo y la paz”.

En una tónica similar se expresó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. “Nosotros, luchadores sociales, imaginamos que nunca veríamos este momento de restablecimiento” de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, confesó. La mandataria brasileña envió un saludo “al presidente Raúl Castro, al presidente Barack Obama y al papa Francisco, por haber sido uno de los factores más importantes en este acercamiento”, y dijo que la noticia “muestra un cambio en la civilización, demostrando que es posible restablecer las relaciones rotas hace mucho tiempo”, expresó.

“¿Quién hubiera dicho que íbamos a ver esto?”, se preguntó, a su vez, el paraguayo Horacio Cartes. Para el venezolano Nicolás Maduro, la noticia “es una victoria de la moral, de la ética, de la lealtad y de los valores” y “una victoria de Fidel, histórica del pueblo cubano” aunque “también hay que reconocer el gesto de Obama, de valentía y necesario en la historia, que da un paso sin precedentes y que seguro será el más importante de su presidencia”. El venezolano –cuyo país fue sancionado recientemente por el Congreso de los Estados Unidos– además condenó el bloqueo que aún mantiene ese país sobre la isla, y aseguró que “no puede haber políticas que apunten al colapso de otros países”.

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