Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital Federal, caracterizó así la situación que se vive en numerosas reparticiones estatales. Vibrante discurso frente a la Secretaría de Comercio.

Compañeras, compañeros:
Quiero saludar a nuestros compañeros que están aquí presentes, acompañándonos siempre. Al compañero Tito Nenna, a la conducción de la CTA, a Carlos Girotti. Un abrazo muy fuerte por estar siempre al lado de los estatales, codo a codo.

Hoy ATE vuelve a la calle, hoy amanecimos nuevamente en una situación muy compleja. En este momento, en el Ministerio de Salud de la Nación, está la Policía Federal, de civil, recorriendo oficina por oficina, yendo a buscar a los nuevos despedidos y pidiéndoles que se retiren del establecimiento. Hoy hemos encontrado nuevos compañeros despedidos en el Ministerio de Justicia, hoy nos hemos encontrado en la IGJ con la Policía Federal dispuesta a reprimirnos. Hoy hemos encontrado, en cada uno de los organismos públicos donde estamos resistiendo, una situación muy violenta, porque en Desarrollo Social había más de 8 carros blindados, estaban los hidrantes y fueron más de 1.000 compañeros los que salieron y están acá. Un abrazo fuerte a esta Junta Interna de Desarrollo Social que le pone el cuerpo a todos los problemas que tenemos.

Es un momento muy complejo, el Hospital Posadas amaneció también militarizado. Más de 600 compañeros despedidos, más de 600 trabajadores de la salud despedidos. El hospital lleno de gendarmes. Los trabajadores con miedo de salir a manifestarse. Los laburantes sin saber qué posición tomar. Nosotros les queremos decir a nuestros compañeros del Posadas que, tal como estamos haciendo en este Ministerio, como hacemos en Desarrollo Social, en Justicia, en cada uno de los lugares en que tenemos despedidos, que no nos asusten, que nos levantemos, que nos pongamos de pie, que salgamos a luchar por nuestros derechos. ¡No nos entreguemos compañeras y compañeros!

La realidad es que están generando mucho enojo entre los trabajadores. Están generando una situación que nosotros no pensábamos que íbamos a transitar. Lo que están haciendo es una cacería de laburantes. Están preparando un ejército de desocupados, y nosotros lo que hemos dicho es que no nos vamos a quedar mansos. No queremos ir a organizar desocupados, tenemos que organizar a los trabajadores para que no rajen a nadie más. Es nuestra obligación como clase trabajadora defendernos. No es casualidad lo que está pasando. Estamos en este Ministerio como laburantes pero también como parte de un pueblo que ha quedado desprotegido. Estamos acá porque este gobierno insiste en ponernos de rodillas frente a los grupos económicos. Estamos acá para decirle a Macri que es una basura y que nosotros no nos vamos a rendir.

También tenemos la obligación de seguir construyendo la unidad del movimiento obrero. Nosotros no podemos pensar en regalarle un solo sindicato al macrismo. Tenemos la obligación de ir a buscar a cada uno de los compañeros y las compañeras de cada sindicato. Tenemos la obligación de extenderle los brazos, tenemos la obligación de decirle que estén a la altura de este momento histórico, porque no solamente atacan al empleado público. Están vaciando las fábricas, están vaciando las pymes, están vaciando las empresas. Tenemos que despertar a todo ese sindicalismo, abrazarlo y ponerlo junto en la calle a defender esta patria hermosa que hemos podido reconstruir y que tenemos que recuperar. Nosotros tenemos una obligación de hacer lo que debemos hacer. Dejémosnos de pruritos, dejemos de mirar al otro con desconfianza, dejemos de criticar al otro sindicalismo. Busquemos a todo el sindicalismo y pongámosnos de pie, compañeras y compañeros.

Ustedes saben que nosotros ayer firmamos como ATE Capital una solicitada con más de 30 sindicatos de la CTA y de la CGT, en el marco de esta construcción colectiva. Lo firmamos repudiando a los fondos buitres, y también estuvimos ayer en el Congreso de la Nación, nos hicimos presentes con nuestra identidad, con nuestra bandera. Fuimos a decirle a los diputados que no nos entreguen, que tuvieran cuidado con lo que iban a votar. Pero no tuvieron cuidado: hay 165 traidores a la Patria, que tienen nombre y apellido y nosotros los vamos a identificar en la calle. Hay 165 traidores que tienen que rendirle cuentas a este pueblo.

No es posible que en tres meses de gestión hayan avanzado con la violencia que han avanzado. No es posible el marco represivo al que se nos somete. Nosotros tendríamos que estar pudiendo discutir el marco para la paritaria salarial, desarrollar una estrategia común para preguntarle a este gobierno cuál es la inflación, cuánto nos sale vivir para llegar a fin de mes y cuánto necesitamos de salario. Pero este gobierno, lejos de generar condiciones para escuchar a los trabajadores, nos quiere poner en la calle, nos persigue y nos estigmatiza; pero nosotros le decimos a Macri: también vamos a discutir salario porque nos negamos a vivir como ellos quieren que vivamos.

En ese contexto, hoy nuestros compañeros de la Provincia de Buenos Aires, se están movilizando en La Plata, porque les han ofrecido un 15% de aumento. No terminaron de resolver el tema de los despidos y los quisieron disciplinar. La respuesta es contundente: miles de estatales en La Plata diciéndole a Vidal que no nos rendimos en ningún lugar.

Nosotros hoy salimos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, porque ahí también tenemos problemas. Porque quizás Larreta piensa que nos olvidamos de los trabajadores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que nos ocupamos solamente del ataque a los trabajadores de Nación. Nosotros estamos discutiendo con todos los gobiernos, nacional provinciales y municipales, y queremos que los hospitales tengan lo que les falta, que el Consejo de Derechos del Niño tenga presupuesto, queremos que haya presupuesto para la política pública, que las escuelas no se caigan a pedazos, que los hospitales tengan infraestructura. Queremos que se deje de joder dividiendo la Ciudad entre el Norte y el Sur, y poniendo al Sur en una situación de desigualdad social. Nosotros no vamos a aflojar ni un tranco, tampoco en la Ciudad.

Para cerrar, compañeras y compañeros, estamos muy cerca de cumplir 40 años de un golpe cívico-militar, que no fue sólo militar, que no nos quieran confundir. Que los medios no nos digan que les dan pena los viejitos que están en la cárcel. Esos que nos secuestraron, que nos asesinaron, que se llevaron a nuestros pibes y nos desaparecieron. Esos tienen que morir en la cárcel, compañeras y compañeros.

Y por último, no sólo el 24 vamos a estar unidos recordando a los detenidos-desaparecidos. El 23, cuando venga Obama también vamos a estar en la calle. Porque esos yanquis no van a venir por nosotros. ¡Fuerza compañeras, fuerza compañeros!

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