Con un marco bullicioso integrado por más de 4000 asistentes y delegaciones y representantes de poco más de 80 sindicatos nucleados tanto en la CGT como la CTA, tuvo lugar en el Microestadio del Club Lanús el acto de LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS CON CRISTINA.

La cita fue a las 18:00 y las instalaciones deportivas del Microestadio se vieron rápidamente colmadas, al punto de que los organizadores debieron iniciar el acto con bastante anticipación a la prevista.

Dio la bienvenida el integrante de la Mesa Nacional de la CTA, dos veces diputado nacional y candidato a primer concejal por la UC en Lanús, compañero Edgardo Depetri quien señaló: "El objetivo del gobierno es destruir a la clase trabajadora argentina. Sólo piensa en los intereses de la clase dominantes y los sectores del poder. Hoy están ante una feroz campaña de destrucción, de quien nos reivindicó durante l2 años de gobierno. Y no hay ninguna duda que a la compañera Cristina Fernández de Kirchner la quieren aniquilar. No por las cosas que no hizo, o por las cosas que nosotros hicimos mal, sino fundamentalmente por las cosas que hicimos bien, que es haberles dado la dignidad a los trabajadores argentinos. Un proyecto que puso el centro de modelo de acumulación y distribución de la riqueza nacional en la creación del trabajo. Hoy venimos a decir como clase trabajadora, como candidatos, que nosotros sentimos orgullo del gobierno de Néstor y del gobierno de Cristina porque nunca votamos una ley en contra de los intereses de la clase trabajadora argentina”.

Luego habló el compañero Walter Correa, secretario general del Sindicato de Curtidores, integrante de la Corriente Sindical Federal en la CGT y candidato a diputado nacional de la UC en la provincia de Buenos Aires. Correa manifestó: "No nos dejemos doblegar, compañeros. La derecha, la oligarquía, inventa todos los días, sistemáticamente, para hacerle la cabeza a nuestro pueblo. Somos nosotros los que tenemos que resaltar e inflarnos el pecho de lo que estamos haciendo en Unidad Ciudadana. Tenemos mucho por qué luchar. Yo fui trabajador en los ´90 y nos atravesaron un montón de cosas. El 52% de los trabajadores quedaron en la calle por las mismas políticas que está aplicando el macrismo”.

A continuación, y en medio de una atronadora bienvenida por parte de los asistentes, hizo uso de la palabra el secretario general de la CTA de los Trabajadores y también candidato a diputado nacional de la UC bonaerense, compañero Hugo Yasky. En los tramos más salientes de su intervención destacó: “Compañeras y compañeros, se lo decimos acá y a todos los trabajadores del país que nos están siguiendo en las redes sociales: ‘Cada banca nuestra, cada pedacito del Congreso donde nosotros estemos es una banca al servicio de la lucha, es una banca que les pertenece a ustedes, es un espacio del compromiso nuestro con el pueblo’”.

Además, agregó: “Ellos saben que esta unidad de los trabajadores que estamos construyendo día tras día desde abajo es lo que tienen que quebrar, lo que tienen que facturar. Ellos necesitan el campo popular dividido, fragmentado. Necesitan que muchos de los que forman parte de nuestro pueblo, sean enceguecidos, disciplinados, atemorizados, fragmentados. Para disciplinar van usar las listas negras, las amenazas, los jueces, la gendarmería, para corrernos diciendo que el movimiento sindical es sinónimo de mafia. La única mafia que realmente ha chupado de la teta del Estado es ese empresariado parásito que descubrió que la forma de vivir sin trabajar, sin generar empleo es la timba financiera, la fuga de capitales y el robo al Estado. Ésa es la mafia que existe en el país”.

Por último, y ya cuando los miles de concurrentes al acto coreaban con anticipación su nombre, cerró la actividad el compañero Jorge Taiana, candidato a senador y compañero de fórmula de Cristina Fernández de Kirchner. Taiana, que cuenta con el inocultable cariño y respeto de la militancia, señaló: “El bloque de poder que enfrentamos es muy poderoso. Es el ejecutivo nacional, el provincial, en este caso el municipal. Es incluso el ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires que irradia dinero, opinión, influencia, sobre toda la provincia, y en particular el conurbano. Pero ese poder institucional es poco si no estuviera unido con el poder real. Con el poder financiero, de las finanzas internacionales y de los grandes centros de poder del mundo y el poder mediático. Ése es el bloque de poder que está lanzado a derrotarnos a nosotros. Nosotros tenemos una fuerza más poderosa, que es la invencible fuerza del pueblo argentino y su clase trabajadora. Eso es lo que los va a derrotar”.

Al cabo, el acto finalizó cuando la locutora, tras agradecer a todos los presentes, volvió a preguntar, tal como lo había hecho antes de cada presentación de los oradores, "¿Dónde está Santiago Maldonado?".

Hugo Yasky

Gracias compañeras, gracias compañeros. En primer lugar expresarles el inmenso orgullo de que hoy acá, en este estadio de Lanús repleto, lleno, nos encontramos trabajadoras y trabajadores de la CGT, de la CTA, de las regionales, de la Corriente Sindical Federal, del movimiento social, de los movimientos cooperativos, de la militancia barrial. Es la clase trabajadora unida la que se pone de pie.

Esto, esta unidad en el marco de la disputa que encabeza nuestra compañera Cristina Kirchner al frente de Unidad Ciudadana, marca un punto histórico en el que el pueblo argentino empieza a ponerse de pie para definir un camino que signifique enfrentar, para derrotar el proyecto de la clase dominante, el proyecto de las corporaciones empresarias, la Sociedad Rural, los grandes medios de comunicación, los jueces federales, que actúan como perros de presa de la clase dominante. La clase trabajadora de pie, frente al revanchismo de los que no admiten que el pueblo argentino tenga la dignidad de la Justicia Social.

Nosotros no queremos dádivas. No queremos vivir de subsidios. Queremos trabajo digno, queremos producción nacional. No queremos tener que depender de la voluntad de este gobierno que es de los ricos y para los ricos. No queremos depender de su limosna. Peleamos por un país que tenga pequeños y medianos empresarios, asistidos para poder producir. Acá están, junto a nosotros, también los representantes de las pequeñas y medianas empresas.

No es verdad que tener empleo va a depender de que se reduzca el costo laboral. Esa obsesión que tiene el presidente Macri: reducir el costo laboral. El único objetivo que se plantean como política de Estado, reducir nuestro salario, significa lisa y llanamente recortar los derechos adquiridos. Ellos dicen: tenemos que tener un costo laboral como el de México o como el de Perú, o como el de Paraguay, o como el de Colombia. Ése es el ejemplo que nos ponen. Ahora, que en Brasil se extirparon de raíz todos los derechos laborales del movimiento obrero, los que se habían obtenido con Getulio Vargas, un presidente que gobernó Brasil casi en la misma época que Perón. Ahora nos dicen ése es el ejemplo a seguir y nosotros sabemos que vienen por los derechos conquistados, no ya con Néstor y Cristina, ahora le han puesto los ojos a los derechos conquistados con Eva Perón, con Juan Domingo Perón en el 17 de Octubre del ’45 y eso es lo que el movimiento obrero tiene que defender. Ésa es la herencia que nosotros, desde el movimiento sindical y social tenemos que defender de pie.

Y acá no nos podemos confundir. A Margaret Thatcher, en la década del ’80, los conservadores les cuestionaban que utilizaba los recursos del Estado para pagarles subsidios a los desocupados. Fue una época de oleadas de despidos en Inglaterra y Margaret Thatcher les dijo: “Prefiero discutir el subsidio con un obrero desocupado que va a venir con la cabeza gacha, a tener que discutir el salario con un obrero organizado que va a venir con sus sindicatos”. Eso es lo que quieren destruir en la Argentina, el movimiento sindical, sus conquistas y la independencia de clase que logramos obtener a partir de nuestro propio crecimiento organizativo.

Ningún dirigente sindical que quiera estar a la altura del legado de Perón y de Eva Perón, que quiera ser digno continuador de esto y que quiera estar a la altura de los derechos que tiene que defender, ningún dirigente sindical se puede hacer el distraído ni mirar para otro lado, ni confundirse. Acá hay que defender de pie, la bandera de la justicia social, de la solidaridad de clase. Y a eso estamos convocados la CGT y la CTA y los movimientos sociales.

Los acreedores externos, los grandes poderosos que ahora le prestan dinero a la Argentina país que se convirtió en el país que tiene hoy la deuda externa más alta del mundo. Ustedes lo vieron en los diarios, y no eran los diarios nuestros, eran los de ellos. Argentina es el país que supera en su deuda externa a China, que tiene la tercera parte de la humanidad. La Argentina hoy es el ejemplo único en el mundo de un país que en su presupuesto anual va a tener que asignar más recursos para pagar intereses en el 2018 que para sostener la escuela pública, la salud pública, o el sistema jubilatorio. A esa Argentina los acreedores le toman el punto y ahora dicen, Macri tiene tiempo hasta el 2019 para demostrar que puede derrotar al populismo, que puede disciplinar al movimiento obrero, para demostrar que puede poner de rodillas a un movimiento sindical, que históricamente enfrentó a la oligarquía, a las dictaduras, a los opresores. Y nosotros tenemos que decir: el movimiento obrero argentino tiene una historia que lo obliga a defender de pie cada una de las conquistas, cada uno de los avances, cada uno de los derechos, porque no le vamos a soltar la mano, ni al obrero industrial, ni al maestro, ni al enfermero, ni al médico, ni a los compañeros de los movimientos sociales.

Hoy en el coloquio de Idea, los empresarios, muchos de ésos que hoy viven una suerte de festival nacional del revanchismo de clase; ésos que no saben lo que es levantarse cuando sale el sol y agarrar la bolsita con herramientas, ésos que no saben lo que siente una maestra cuando sale tempranito con su guardapolvo en la mano, ésos que nunca trabajaron, hoy en ese coloquio de Idea, ésta es la oportunidad para demostrar que somos un país normal y nosotros le preguntamos: ¿normal como quién? ¿con quién nos comparan? Y entonces se les cae la careta. Nos comparan con México, con Colombia, países inundados de pobreza, muertos por la violencia social; países que hoy tienen un movimiento obrero quebrado y nosotros les decimos: ¿Saben con qué nos queremos comparar? Nos queremos comparar con Argentina del 2003 al 2015.

Y nosotros tenemos que ser conscientes porque no los vamos a subestimar. Tienen mucho poder económico, financiero, mucho poder porque los apoyan las embajadas de los países del Norte y particularmente, la embajada de los Estados Unidos. Hoy se conoció una larga lista de políticos y de mujeres políticas que reciben subsidios a través de la pantalla de una ONG que proviene de los fondos buitres, de la CIA. Entonces no los vamos a subestimar. Tienen mucho poder, pero no tienen el único poder que nosotros sí tenemos, que es el poder del pueblo, que cuando organizado y consciente se pone de pie, no hay nada que lo pare.

Y como se dijo acá, hay una compañera, Vanesa y otros dos, Walter y yo, más otros, como Abel y otros compañeros, Edgardo y otros que están en las bancas. Esas bancas, compañeras y compañeros, se lo decimos acá y a todos los trabajadores del país que nos están siguiendo en las redes sociales: Cada banca nuestra, cada pedacito del Congreso donde nosotros estemos es una banca al servicio de la lucha, es una banca que les pertenece a ustedes, es un espacio de ese compromiso nuestro con nuestro pueblo.

Ellos saben que esta unidad de los trabajadores que estamos construyendo día tras día y desde abajo es lo que tienen que quebrar, lo que tienen que facturar. Ellos necesitan al campo popular dividido, fragmentado. Necesitan que muchos de los que forman parte de nuestro pueblo, sean enceguecidos, disciplinados, atemorizados, fragmentados. Para disciplinar van usar las listas negras, las amenazas, los jueces, la gendarmería, para corrernos diciendo que el movimiento sindical es sinónimo de mafia. La única mafia que realmente ha chupado de la teta del Estado es ese empresariado parásito que descubrió que la forma de vivir sin trabajar, sin generar empleo, es la timba financiera, la fuga de capitales y el robo al Estado. Ésa es la única mafia real que existe en el país.

Con un dirigente sindical que tendrá que tendrá que rendir cuentas en la Justicia, no se puede meter en la bolsa a estos cientos y miles de dirigentes sindicales que en todo el país se rompen el lomo todos los días. Yo los veo recorriendo el país. Viven igual que los laburantes que representan, pero trabajan más tiempo, se sacrifican, hay que defender eso. No nos dejemos engañar con el canto de sirenas que la clase empresaria es la que nos va a redimir. No, el único empresariado que puede ser aliado nuestro es el que está acá, el pequeño y el mediano. El resto que aprenda que si quiere estar en la Argentina, que paguen los impuestos y cumplan con sus obligaciones.

Compañeros, compañeras, además de la organización, de prepararnos para la lucha que viene, porque vamos a parar la reforma laboral, vamos a parar la reprivatización del sistema jubilatorio. No les vamos a permitir que liquiden esa conquista que tanto nos costó recuperar. Pero además de eso tenemos que prepararnos para la lucha política que viene a partir del día 22. El día 22 tenemos que lograr que nuevamente Unidad Ciudadana sea mayoría. Que Cristina Kirchner, llegue al Senado, pero que llegue al Senado también, este extraordinario compañero, el compañero Jorge Taiana, con una trayectoria, honradez, con una historia que es orgullo nuestro. Y tener claro que el 23 de octubre comienza una etapa decisiva. El hecho de que Cristina Kirchner llegue al Senado, activa la cuenta regresiva hacia el 2019. Las luchas que hasta ahora, como cuando salimos con la CGT, con la Corriente Federal, la Marcha Federal, la de los Maestros, la de los estatales, la de los movimientos sociales, todas esas luchas fueron episodios de una de las resistencias que recorrió los diarios del mundo. Pero a partir del 23 de octubre se activa la cuenta regresiva que va a hacer que de acá al 2019, el pueblo argentino esté en condiciones de construir la ofensiva popular que le permita recuperar en el 2019 el gobierno para que este pueblo sea el que esté en la Casa Rosada. El gobierno para que la democracia sea real; para que el gobierno vuelva a estar en manos de la clase trabajadora.

Estos dos años no admiten errores, corrupción, no admiten vacilación. Los dos años que vienen no admiten más traiciones. Basta con que te votan para defender al pueblo y te pasás de rodillas al bando de la clase que oprime a nuestro pueblo.
Senado, diputados, concejo deliberante, cada puesto ganado con el voto popular es de ustedes, es del pueblo y a ustedes les debemos rendir cuenta de cada acto, de cada decisión que tomemos. Esto es servir al pueblo. Fuerza compañeras, compañeros. Estamos de pie.

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