En diálogo con El Destape, el compañero Hugo Yasky se manifestó respecto al tratamiento de la Ley de Emergencia Alimentaria

Ari Lijalad: ¿Cómo viene la discusión por esta Ley de Emergencia Alimentaria?

Hugo Yasky: Primero hubo un consenso de los bloques de la oposición. Se consensuó un proyecto que establece un aumento de todos los recursos que se destinan para enfrentar esta situación que lamentablemente ha hecho que nuestro pueblo llegue a tocar ese piso horroroso que es el hambre. Porque veníamos denunciando situaciones de empobrecimiento, insuficiencia de los salarios, pero ahora estamos frente a la realidad concreta de que son decenas de miles, alrededor de cada una de las ciudades en las zonas más castigadas donde la gente no come. Hogares donde la comida no se garantiza así que recurrimos a esta ley como una emergencia y creo que se puede lograr que sea sancionada. Es muy probable que haya también, de parte del oficialismo, una suerte de acompañamiento, así que vamos a ver qué es lo que sucede hoy.

A.L: ¿Hay quórum?

H.Y.: Creo que va a haber quórum. Hay que decir que es una ley que compromete recursos hasta el 2022. Estamos hablando de no solamente este tramo de cuatro meses que restan hasta el cambio de gobierno sino también de dos años de la próxima gestión. Es una ley que contra lo que en algún momento se pretendió esgrimir desde la Casa Rosada no tiene que ver con una mirada sesgada, ni especulación electoral, es tratar de establecer un puente en un período de emergencia que sabemos se va a transitar con mucho sufrimiento por muchos sectores de nuestra sociedad.

Nicolás Lantos: Esta ley lo que hace en todo caso es brindarle más instrumentos al gobierno, que por otra parte ya tiene, en el marco de la Ley de Emergencia Social y en el mismo de sus atribuciones que le son propias, sin embargo si el gobierno no tiene la voluntad política de ejecutar estas partidas, poco puede hacer el Congreso. Teniendo en cuenta que el gobierno hasta hace pocos días les mandaba a decir a los sindicatos, a las organizaciones sociales que no hay un peso más que aquello que ya anunció en su momento Mauricio Macri, que va a haber una voluntad política de llevar al acto, bajar a la calle lo que se apruebe entre hoy y la semana que viene en el Congreso, o simplemente esto va a quedar en algo simbólico, político y el gobierno va a s eguir insensible ante las urgencias de la gente?

H.Y.: Creo que sería deplorable que ocurriera eso. Todos sabemos que los recursos, que en todo caso impondría aplicar esta ley que es verdad, el gobierno lo podría haber hecho por motus propio, tiene instrumentos legales y en última instancia podría haber recurrido a alguna reasignación de recursos. Estamos planteando eso. Si el gobierno es insensible tiene que ser consciente que la dinámica de la movilización social que hoy está instalada en la Ciudad de Buenos Aires y en otras ciudades del interior, se va a profundizar. El gobierno tiene que ser consciente que hay demandas que admiten algún tipo de postergación en el tiempo, hay otras que son urgentes, imprescindibles, que tienen que ver con la propia subsistencia de las personas, de manera que espero que tengan el sentido común de darse cuenta que estamos en esa situación.

A.L.: Uno de los temas que estaba en discusión ayer tiene que ver con la posibilidad de un bono de 5000 pesos para los trabajadores del sector privado, que surgió en una reunión que tuvo el gobierno con Dante Sica y Carolina Stanley. ¿Qué evaluación hacés de eso?

H.Y.: Creo que todos esos anuncios que se habían hecho. Recuerden que en principio el gobierno lo anuncia lo del bono de 5000 pesos junto con el bono para los estatales y otras medidas. Todo eso queda después absolutamente desdibujado, convertido en u na especie de humo porque el anuncio para los estatales dejó afuera a todos los estatales del país, que son la mayoría. Los estatales nacionales son una porción relativamente menor del empleado público. Todos los docentes, todos los empleados, los enfermeros, los médicos, del país, como no sean los que dependen de la Nación quedaron afuera. Lo mismo pasa con este bono de 5000 pesos. Todavía no está definido en términos de aplicación concreta y si lo estuviera entraríamos en un segundo paso que es definir cuáles son las empresas que lo pueden pagar, cuáles no pueden. Desde ya que hay una situación muy difícil, por ejemplo en muchas Pymes que están al borde de la subsistencia, de manera que el gobierno tendría que tomar una definición más taxativa. Lo mismo hemos reclamado con el tema de los jubilados. Para los jubilados tiene que haber dos medidas muy claras. Primero dejar de ponerle trabas, restricciones al suministro de medicamentos y segundo un aumento de emergencia. Creo que el gobierno debe asignar recursos a los efectos de encontrar paliativos a la crisis que hoy existe entre los que menos tienen.

A.L.: Me hiciste recordar con lo del bono a los estatales que el gobierno dejó afuera a los maestros pero incluyó al Presidente y sus ministros.

H.Y.: En eso tiene un cierto grado de sensibilidad social. Es una vergüenza que quienes tienen sus acreencias en los paraísos fiscales que son los que ganan con esta situación. Porque de paso hay que decirlo. No es que algunos sufren más y otros sufren menos. Algunos están ganando y muchos y son los que continúan fugando su dinero a los paraísos fiscales, o ya los tienen ahí. Sin trabajar, sin mover un dedo, simplemente como parte de esta Argentina especulativa que ellos pusieron en marcha y ahora no la pueden parar.

A.L.: ¿Y cómo transitar estos últimos meses en los cuales hay una clara intención por parte de la oposición de garantizar la gobernabilidad, pero por otro lado, como vos planteabas, el gobierno insiste en desconocer el hambre, la situación de los jubilados, la situación laboral, cómo complementar la crítica al gobierno con no hacer ninguna maniobra que se pueda acusar de destituyente, desestabilizadora.

H.Y.: Es transitar un desfiladero bastante estrecho. Hay que hacer equilibrio. Ayer estuve en un plenario de trabajadores y escuché a muchos delegados plantear que necesitamos que estos meses nada nos quite del camino de la elección de octubre. Que hay que terminar definitivamente con esta pesadilla ejerciendo el derecho a votar y creo que en ese sentido vamos a tener que hacer un equilibrio entre plantear lo imprescindible, porque hay situaciones, como te decía antes, que no admiten ni siquiera la postergación, vos no le podés decir a alguien que no tiene para comer, esperemos que dentro de cuatro meses va a cambiar el gobierno y empezamos otra historia, pero a la vez tener conciencia que las acciones que tomemos estén supeditados a un objetivo que los trabajadores ayer lo definían muy bien los delegados. El cierre de esta historia es político. Y ese cierre político es definitivamente, sepultar con los votos del pueblo, esto que fue el gobierno de los ricos para los ricos. Equilibrio complicado y necesario que pone a prueba la capacidad de las organizaciones sociales y sindicales de tener el timón en medio de esta tormenta sin hacer, como hace el gobierno, que es mirar para otro lado. Hay que mirar de frente a los que están clamando por una solución y a la vez tener el timón con las dos manos.

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