Aunque ya no llaman la atención las maniobras progolpistas, no dejan de repugnar por su persistencia y por su desfachatez. Es como si a medida que nos aproximáramos al mes de diciembre, la caída de caretas se acelerase. Es el caso del ex candidato a vicepresidente de la Unión Cívica Radical, Javier González Fraga.

En efecto, haciendo gala de un manejo profesional de las técnicas de saturación de la llamada opinión pública, el antiguo jefe del Banco Central le dijo a TN, el canal de cable del Grupo Clarín, que la falta de dólares podría tener consecuencias políticas que “podrían llegar a complicar la continuidad de la presidenta y buscar alguna clase de arreglo, como adelantar elecciones".

El economista consideró que "la gente en Argentina se pone muy nerviosa cuando hay escasez de dólares, saltan los paralelos y se acelera la velocidad de circulación”. A esta particular patología del sistema nervioso central de los argentinos, González Fraga le puso nombre y apellido: “Los tres casos, el de Isabelita, el de Alfonsín y el de Fernando De la Rúa, fueron por un problema de escasez de dólares”. O sea, los tres casos en los que los nervios “de la gente” apuraron la caída de los respectivos gobiernos constitucionales.

La CTA repudia los dichos de este individuo y denuncia que se trata de una desembozada tentativa de caldear el clima político con vistas a generar una situación similar o peor a la que vivimos a fines del año pasado. Las “profesionales” declaraciones de González Fraga se inscriben en las presiones sobre el dólar paralelo, en la no liquidación del stock granario (acumulado en los silos bolsas en espera de una nueva devaluación, en las maniobras de los fondos buitres y en las políticas de suspensiones y/o despidos de trabajadores puestas en marcha por algunas de las grandes patronales.-

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