Algunos representantes de organizaciones sociales y políticas fuimos recibidos en Brasilia por el ex presidente Lula en el Instituto de la Ciudadanía (IC), donde asume el papel de estratega del proceso de transformaciones político y social que se vive en nuestra región. Nos unen a Lula y al movimiento popular de Brasil, a la CUT y el PT como máximas referencias, fuertes lazos que nacieron en las luchas por los derechos humanos y sociales, y en la disputa por la participación de los trabajadores en el diseño del poder.

En el dialogo, el ex mandatario trazó una mirada sobre las consecuencias en nuestros países de la crisis global del capitalismo con la caída abrupta de los mercados financieros internacionales desde 2009. Lula destacó el momento político regional, al advertir que, si en nuestros países se hubieran adoptado las recetas del FMI, estaríamos con las consecuencias económicas-sociales que sufren tanto en Grecia como en Portugal o España.

Señaló la importancia de la relación construida entre los gobiernos de Brasil y Argentina desde el 2003, y compartió nuestro punto de vista acerca de importancia vital de garantizar la continuidad del proceso que encabeza Cristina para profundizar el rumbo. “Es necesario dejar definitivamente atrás los tiempos en que los gobiernos de nuestras naciones competían entre si para ver quien era más complaciente con las políticas de Washington”, agregó.

Sobre el rol que ocupan los sectores populares y progresistas de nuestro país frente a la inminencia de un acto electoral, Lula trazó una comparación con la postura que adoptó un sector del PT, al inicio de su gestión, que terminó haciéndole el juego a los sectores más reaccionarios. El error que no nos podemos permitir los partidos progresistas, la izquierda y las organizaciones sociales, es no entender que un retroceso que le permita a los grupos económicos y los dueños de los multimedios volver a adueñarse de las riendas del poder significaría un retroceso que afectaría negativamente al conjunto de las naciones. La disputa trasciende las fronteras nacionales y por lo tanto lo que pase en la Argentina en octubre incidirá sobre toda la región. Citó a Paulo Freire:” hay que saber unir a los diferentes para enfrentar a los antagónicos”.

Le planteamos la importancia que tendría su presencia al frente de un gran acto de los movimientos sociales y políticos para darle dimensión y contenido latinoamericanista al debate electoral. Lula no dudó un segundo en expresar su voluntad de venir a nuestro país antes del 23 de octubre. Con la certeza de Cristina al frente del proceso de transformación en Argentina podemos decir que las velas ya están izadas. Ahora tenemos que trabajar para garantizar el arco más amplio de unidad de todos aquellos que apostamos a más distribución, más integración regional y más democratización en nuestro país.

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