Una delegación de CyTA, Científicos y Tecnólogos Argentinos, visitó a Milagro Sala en el penal de Alto Comedero. Acto en la Universidad de Jujuy junto al diputado FPV Axel Kicillof.

El sábado 17 de diciembre, un grupo de ocho compañeros científicos y tecnólogos pertenecientes a CyTA fuimos a Jujuy a expresarle nuestra solidaridad y apoyo a Milagro Sala, ilegalmente encarcelada desde hace nueve meses por Macri y Morales, a pesar de la condena de organismos internacionales cuyas resoluciones, de acuerdo a nuestra constitución, son mandatorias para nuestro país.

Al llegar a Jujuy nos reunimos en un bar del centro con la Lic. Laura Aguirre, la psicóloga que trabajando con Milagro a partir de su encarcelamiento logró evitar que esta caiga en una peligrosa depresión, alertado de esto el gobierno de Morales prohibió que Laura Aguirre continúe tratando a Milagro. Hoy Laura Aguirre es víctima de amenazas y persecución por haber sido una profesional responsable y dedicada, en un pueblo chico como Jujuy en donde todos se conocen, en donde hay un gobierno proto-fascista como el del radical Morales y en donde es muy difícil ya no militar sino comportarse dignamente desde lo estrictamente profesional.

Notablemente entró al mismo bar Ekel Meyer, ministro de seguridad de Jujuy que, de no temer ser catalogado de lombrosiano, afirmaría que es un personaje con aspecto de nazi. Cuando salíamos y mirándonos insistentemente balbuceó algo sobre “la inteligencia” que obviamente debía ser una cita de su maestro, el falangista Millan de Astray (“muera la inteligencia, viva la muerte!!”).

Esperando que se hiciesen las 13.30 en que se habilita la entrada al penal fuimos al campus de la Universidad Nacional de Jujuy a una Asamblea en la que con varios cientos de compañeros pudimos escuchar a Axel Kicillof.

Con el apoyo de los compañeros de la TUPAC nos dirigimos al penal.

Lamentablemente la TUPAC está hoy diezmada, la política de Morales es por un lado el miedo y por otro la recompensa a los que deciden abandonar o traicionar a la organización y a Milagro. Pero el esfuerzo militante de los que persisten es realmente emocionante.

La espera para entrar al penal se debe hacer en un descampado sin sombra, sucio y lleno de restos de una construcción abandonada: hierros oxidados y tierra suelta. Obviamente Morales pretende que los que visitan a las presas paguen un precio.

No pueden entrar a visitar a una presa más de ocho personas a la vez, por lo tanto entró primero un grupo de seis compañeros de CyTA y Axel y cuando salimos entraron los otros dos con otro grupo de visitantes que incluían a Luis D’elia.

Debo decir que en los trámites de entrada y requisa el personal del servicio penitenciario (“masculino” en el perímetro exterior y “femenino” en el interior) se comportó con cierta amabilidad.

Al entrar Milagro nos recibió con abrazos y encabezó una vuelta al lugar de recepción de visitas al grito de “Vamos a Volver”. Los compañeros desde el exterior sacaban fotos a través de un pedazo del alambrado perimetral que no había sido cubierto de lonas, al verlo los milicos se formaron tapando la visibilidad… pero infatigable un compañero se subió a un árbol desde donde continuó filmando.

La charla con Milagro, su esposo Raúl Noro y las otras tupaqueras prisioneras fue una charla en la que Milagro mostrando su condición de cuadro político de alto nivel nos relató la situación invivible de Jujuy bajo Morales, las vicisitudes de su juicio amañado y de su voluntad de resistir y trabajar para “Volver” con la conducción de Cristina. Un tema que la conmueve es el asesinato, en una cárcel de Jujuy de un sobrino del tupaquero “Beto” Cardozo y las torturas de este por haberse negado a traicionar a Milagro.

¡¡Cuanto dignidad, cuanta voluntad y cuanta sapiencia en esta negra y coya!!, como ella se define.

Cuando nos fuimos se repitieron los abrazo y la desafiante seguridad de que “Volveremos”.

Al salir visitamos el barrio de la TUPAC. Un barrio de 5,000 prolijas viviendas “de clase media” cada una con su tanque de agua; una escuela que es la más grande la provincia y unas gigantescas piletas para que los chicos de los tupaqueros puedan gozar de lo que nunca pudieron antes gozar los hijos de los coyas; una imponente plaza central en la que se hacían actos que se remontan a las milenarias tradiciones de los coyas. Todo hoy en estado de abandono y destrucción: las piletas vacías, sucias y rotas, las calles sucias y rotas, la plaza central rota. Por un lado el quiebre de la organización TUPAC hace que la población del barrio haya abandonado el cuidado de los espacios comunes y por otro la acción de la gente de Morales y de aquellos que ha comprado que destrozan los lugares públicos del barrio.

La fábrica de bloques y adoquines que para proveer de trabajo digno había construido la TUPAC está hoy saqueada y abandonada.

(*) Integrante de CyTA y de CARTA ABIERTA

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