Yanina Álvarez: Hugo Yasky, ¿qué opina, primero respecto a la situación de ayer, a este acuerdo firmado entre el presidente de la Nación y algunos empresarios que participaron del acto. Algunos dicen que obligados, que no querían firmar.

Hugo Yasky: La verdad, lo veo como una reunión entre amigos. El presidente también es un empresario, se codea con ellos, pero más allá del reconocimiento importante de que el problema del empleo existe, porque hasta ahora el presidente decía que era una espejismo nuestro, de los sindicalistas, o de alguna gente, el acto de ayer sirve simplemente para reafirmar que ahora todos, incluido el presidente, sabemos que tenemos un problema enfrente que debemos resolver: el desempleo.

Los caminos son distintos. Yo no creo en la buena voluntad de estos empresarios. Sin ir más lejos, el 17 de diciembre el presidente se reunió con estos mismos empresarios y él eliminó los controles de precio y les dijo: “Ahora me juego a su buena voluntad”. Después de eso aumentaron todos los precios de manera incesante. Así que no creo en la buena voluntad de estos empresarios y creo en las leyes, por lo tanto ratificamos la necesidad de que el Congreso sancione la ley tal cual salió de Diputados, ya que sería el camino más recto para terminar esta historia de una buena manera.

Claudio Rígoli: ¿Cómo toma usted la posición del gobierno nacional que dice: “Si sale la Ley sancionada del Congreso de la Nación, el gobierno no va a dudar en vetarla?

H.Y.: Creo que es una posición en principio negativa, inclusive para el propio gobierno. Se estaría haciendo un daño enorme a sí mismo el presidente de la Nación, porque el mensaje que daría es que un órgano independiente como el Congreso, no puede sancionar una ley; cinco centrales sindicales no pueden pedir una solución y él se impone por encima, que incluso de lo que piensa la mayoría de los argentinos. Hoy cualquier estadística de opinión que uno haga en la calle se va a encontrar con que este problema es el que más preocupa a todos los argentinos. Así que el presidente estaría escupiendo contra el viento y nos llevaría otra vez al punto de partida. Seguiríamos peleando para tener una ley contra los despidos en el sector público y en el privado.

Agostina Scioli: ¿Qué actitud tomarían ustedes, Yasky en caso de que esto suceda, que se sancione la ley y el presidente Macri decida vetarla?

H.Y.: Las dos CTA ya lo hicimos inclusive en el acto frente a 350 mil personas. Dijimos claramente que el paro y la movilización va a ser la respuesta. Estoy seguro que los compañeros de la CGT, quienes de alguna manera lo dijeron en sus discursos, tomarían el mismo camino. Creo que sería mojarle la oreja, no a los dirigentes sindicales, a los cientos de miles de trabajadores que no entienden por qué un presidente se empecina en impedir que haya una protección para los empleos por seis meses. No hay manera de entender, y el presidente mismo, ayer no fue capaz de explicar por qué sí, a un acuerdo con los empresarios, por qué eso sería viable, y por qué no una ley que realmente garantice que los empresarios cumplan.

C.R.: Esta pregunta se la hice en algún momento a Héctor Recalde. ¿Ustedes tienen una radiografía de la cantidad de despidos que ha habido en la Argentina, y cuántos corresponden al sector público y cuántos al privado?

H.Y.: Sí. Tenemos algo que se aproxima a la realidad, que hay unos 25000 despedidos del sector público, la mayoría de ellos del Estado Nacional; hay cerca de 55000, 60000 trabajadores de la construcción, por obras paralizadas, y otro tanto de pequeñas empresas conexas a esa tarea de la obra pública que no se pueden computar. Hay una cifra de unos 50000 trabajadores afectados de la industria. Pensemos que hace poquito, el mismo gobierno que ayer reunió a los empresarios para proponerles este acuerdo de buenas intenciones, dejó entrar 32000 heladeras de la China. Contabilicemos cuánto trabajo se cae de la industria cuando entran 32000 heladeras y se ponen en el comercio local. De manera que hablar de 120000 despedidos, es tener una cifra bastante conservadora y optimista, creo que según otras consultoras estamos pasando los 140000.

A.S.: ¿Qué objetivo buscó ayer el presidente Macri con este acuerdo con los empresarios? ¿Dilatar la Ley Antidespidos? ¿Cuál es su visión de eso?

H.Y.: Yo creo que en parte, actuó bajo la presión de una opinión pública que crece y crece, con la idea de que tiene que haber alguna solución al tema de los despidos. Hoy perder el trabajo es entrar a deambular sin destino. No saber dónde va a terminar uno para poder garantizar el pan. Esto me imagino que presiona. El Presidente hizo como que estaba preocupado por el tema. Llamó improvisadamente a los empresarios; después a una parte del movimiento sindical. Creo que está tratando por un lado, de dar una imagen de alguien que está preocupado en el tema y por el otro, no le viene mal algunos gestos que le permitan disuadir a los diputados de avanzar en la sanción de esta ley, o generar las condiciones que lo justifiquen si finalmente estuviera la ley y decidiera vetarla. Creo que todo eso habrá rondado por la cabeza de los que lamentablemente, se esfuerzan tanto para encontrar un camino que obstaculice la Ley, cuando lo más sano y sencillo sería tener una ley que por seis meses prohíba los despidos.

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