Quiero celebrar una vez más la ampliación que va teniendo esta convocatoria económica y social por la Argentina. Ampliación no solamente en cantidad sino en diversidad de organizaciones de todo el espectro político y social, de trabajadores y de sectores productivos, lo que le da un sesgo muy importante respecto a poder sostener estas ideas sobre las que queremos seguir trabajando.

No alcanza con “cuidar los precios cuidados para cuidar los precios”, tenemos mucho por hacer y creo que desde nuestras organizaciones sindicales, en este caso desde la CTA, de Ctera, tenemos una primera tarea específica respecto al control de los precios cuidados y de hecho lo estamos haciendo en nuestras organizaciones, a través de los delegados. Pero además tenemos que trabajar para implementar acciones que tienen que ver con todo el proceso de formación de precios y desde nuestros sindicatos exigirles a las empresas a transparentar cómo es todo el proceso de producción y dónde se producen estos saltos que impactan en los precios, igualmente con las cadenas de distribución y de comercialización.

Nuestro deber muy profundo en esta etapa es un desafío: el de organizarnos. Organizarnos territorialmente, de esta forma, muy diversa y multisectorial, para poder conformar un gran frente: amplio, social, que permita sostener las mejores políticas en las cuales hemos tenido grandes avances para nuestro pueblo y los trabajadores.
Como alguien dijo hace tiempo: “No existe un programa más revolucionario que la fuerza política y social dispuesta a sostenerlo.”

Entonces, a estos terribles ataques de los especuladores, que no son otros que los grupos concentrados de capital, actuando desde el poder financiero, desde la producción agropecuaria, y desde los sectores más concentrados de capital en el sector industrial, no les podemos oponer una fuerza pequeña, dispersa, disgregada. Debemos oponer una fuerza muy importante organizada, territorializada, consciente, con muchas propuestas sobre los temas en que todavía hay mucho para hacer.

Tenemos que ser militantes de algunas causas muy importantes. Militantes para que haya efectivamente una regulación estatal sobre la comercialización agropecuaria; de que podamos tener una reforma más profunda de la Ley de Entidades Financieras; de la existencia de mercados populares en todo nuestro territorio; de que haya un papel importante del movimiento cooperativo y en relación a la producción y comercialización. Que nuestras organizaciones sindicales estén en condiciones, porque reciban los instrumentos necesarios para organizar también nosotros cooperativas de consumo y de comercialización de productos a precios que permitan frenar la especulación.

Avanzar sobre otros temas que escapan a la cuestión específica de precios cuidados, pero que también tienen que ver con esta exigencia y seguir profundizando en esta excelente política de control estatal sobre la regulación de la economía.
El último documento que elaboró la convergencia empresaria, delineando ya su programa de gobierno, nos ayuda para decir que es a eso a lo que no queremos volver. Hacen mucho énfasis respecto a que el Estado no se tiene que meter tanto. Justamente el principal logro de toda esta década de transformación en nuestro país es que la política haya vuelto a conducir la economía, no que la economía conduzca la política.

Esta es una gran tarea que desde las organizaciones de productores de todo tipo, del movimiento cooperativo y desde todas las organizaciones sindicales, sociales, políticas y culturales, que venimos acompañando este proyecto tenemos.
Debemos esforzarnos al máximo para conformar un frente, una fuerza que permita derrotar completamente este intento de volver a producir un retorno, una restauración conservadora en nuestro país.

Esta es nuestra tarea fundamental.

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