Con respecto al proyecto de ley que mandó el Ejecutivo al Congreso, como CTA nos dimos cuenta que tenían realmente una preocupación muy grande por aprobarlo de una manera muy expeditiva, muy rápida y por eso llamó la atención. Y es lógico que llame la atención porque lo primero que vimos es que en ese proyecto de Ley se ratifica el mismo listado de enfermedades profesionales que se mantiene vigente hasta el momento, con lo cual los trabajadores tienen la imposibilidad de poder hacer reclamos sobre algunas enfermedades laborales que son tradicionales y hasta ahora se venían reclamando mediante el sistema del juicio.

Con esta ley se va a ver imposibilitado, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con enfermedades en la columna, osteoarticulares, várices; son todas esas enfermedades que no están en el listado de enfermedades profesionales.

Los trabajadores se encuentran en peor situación que antes para poder reclamar.

Otro tema sumamente clave tiene que ver con la junta médica. Nosotros, como CTA, hemos manifestado nuestra preocupación en varias ocasiones con respecto a esto. Debería existir un sistema más moderno como existe en los países centrales en los cuales la junta médica, donde los trabajadores y las organizaciones designan los peritos médicos y sus representantes, el Estado también lo hace, las empresas también lo hacen, y entonces hay un ámbito tripartito donde se puede opinar ya que todas las partes tienen presencia.

Acá no; acá lo decide la ART y designa quien quiere que esté ahí. De alguna forma es como poner el zorro en el gallinero, esa es la situación en la que queda el trabajador.

Es necesario tener la vía judicial para que el trabajador pueda reclamar y tenga derecho a hacerlo si se ve injustamente tratado, como seguramente va a pasar si la autoridad que tiene que regular desde el punto de vista médico sólo responde a una de las partes y no a un criterio científico y profesional como debería ser en un ámbito tripartito en una cuestión tan importante como ésta.

Todos sabemos que el trabajador lo que tiene como capital de trabajo es su cuerpo, su salud, su capacidad psicofísica, y en este caso estar en el lugar donde no pueda ejercer su derecho a defensa es un problema que esta Ley tiene porque de alguna manera se genera un chantaje. O sea, si el trabajador quiere recibir los servicios de recuperación de reparación del punto de vista médico de la ART, no puede ir al reclamo judicial. Entonces eso es una situación grave porque la ART debería cumplir con las prestaciones básicas, con la recuperación del trabajador que sufrió un siniestro o una enfermedad no inculpable y en base a cómo quede, debería poder reclamar por la vía judicial si no se siente lo suficientemente compensado por la vía administrativa. Bueno esto no va a ser más así, con lo cual es otro problema grave.

Por último, para nosotros, la CTA de los Trabajadores, y para gran parte del movimiento obrero, se refleja claramente la intención; no tenemos que dejar de destacar que las aseguradoras de riesgo de trabajo el año pasado en sus balances tuvieron una ganancia de 4500 millones de pesos. Esta situación va a llevar a que las ART en éste periodo tengan ganancias mucho más altas, con lo que se va a convertir en un excelente negocio para la inversión de lo privado y eso va a ser a costa de la salud psicofísica de los trabajadores, eso va a favorecer a los buitres de la salud, porque acá sí claramente vamos a tener organizaciones que, como caranchos, van a estar alimentándose de los accidentes, de las enfermedades laborales y las muertes que puedan sufrir los trabajadores en circunstancias que se presenten en el mundo laboral.

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