En la madrugada de ese sábado (28), criminales dispararon más de 20 tiros contra el campamento Marisa Leticia en Curitiba, donde están acampados apoyadores del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en vigilia contra su prisión ilegal. Los disparos alcanzaron a un integrante del campamento que está hospitalizado en estado grave. Otra persona fue golpeada por astillas.

El ataque es más un episodio de violencia política contra la democracia y se produce un mes después de los disparos contra los autobuses de la caravana Lula por Brasil en el interior de Paraná. Hasta ahora no han sido arrestados los autores de los disparos hechos el mes pasado y tan poco los de ayer.

Después del golpe de estado que derribó a la presidenta Dilma Rousseff, elegida democráticamente, aumentaron los ataques y asesinatos contra líderes sociales en el campo y en la ciudad. Y junto sigue una inaceptable omisión connivente de las autoridades y de los medios golpistas que silencian ante la barbarie creciente. El asesinato de la concejal Marielle Franco en Río de Janeiro sigue impune.

El mundo entero conocerá otro crimen político que se cometió en Brasil tras el golpe. El Partido de los Trabajadores exige castigo inmediato de los criminales. ¡Llega de connivencia! Basta ya!

Lula libre!
Marielle presente!

Curitiba, 28 de abril de 2018

Comisión Ejecutiva Nacional del Partido de los Trabajadores

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