Entrevista a la Secretaria General de Ctera por La Mañana, con Víctor Hugo Morales, am 750, sobre la campaña de Ctera por Santiago Maldonado y los dichos de Esteban Bullrich sobre que los cuadernillos del gremio docente tienen una “mirada única” y “no fomentan el debate”.

La secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), Sonia Alesso, fue entrevistada por los periodistas Víctor Hugo Morales y Gustavo Campana para La Mañana, am 750, sobre los dichos del Ministro de Educación Esteban Bullrich y la discusión respecto de los cuadernillos que Ctera confeccionó para debatir y reflexionar en las escuelas, en el marco del Día Internacional del Detenido Desaparecido, que se conmemora el 30 de agosto, y la detención forzada de Santiago Maldonado.

Luego de escuchar el audio de Esteban Bullrich, Sonia Alesso reflexionó: “Me parece que en realidad lo que están haciendo es promover una gran mordaza. Es hipócrita el discurso de Esteban Bullrich, como es hipócrita el discurso del ministro Finocchiaro. En realidad no quieren la pluralidad de ideas en la escuela. Si quisieran la pluralidad de ideas no les molestaría ni a él ni a los medios hegemónicos que hacen de campana, un cuadernillo que, primero, se pone a disposición de los afiliados de los sindicatos de base de Ctera que pueden usarlo o no. Segundo, se usan materiales muy cuidados. Son cuentos de Elsa Bornemann que hablan de los derechos. La verdad no sé en qué le ofende la pluralidad de ideas. Cuentos, materiales, que por cierto, en parte muy importante, eran sugeridos por el Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires, cuando Finocchiaro era ministro de Educación, con lo cual, lo que está claro es que no se trata del cuadernillo de Ctera, sino de una gran operación mediática, política del gobierno nacional de poner una mordaza. No les importa el cuadernillo de Ctera, no les importa lo que opinemos algunos de nosotros. Lo que les importa es que la gente se pregunte dónde está Santiago Maldonado. En los taxis, en los colectivos, en los subtes, en las fábricas, en las escuelas, en todo lugar. Lo que no quieren de alguna manera, ellos, es que se hable de esto. Molesta la multiplicación de la pregunta. Por eso la furia con la que han salido a responder.
La verdad es que quedé sorprendida cuando empecé a ver la respuesta. Porque nosotros hacemos cuadernillos de Ctera que se ponen a disposición, y como dije anteriormente, el docente lo usa o no, porque en la Argentina, por suerte, hay libertad de cátedra. Estos cuadernillos se ponen a disposición de la misma manera el lº de Mayo, el Día de la Independencia, para Malvinas, para el 24 de Marzo. Ayer, se conmemoró el Día de la Desaparición forzada de personas, instituida por las Naciones Unidas. No es una fecha azarosa. Es un tema que es importante discutir en las escuelas y fomentar la pluralidad de ideas. No hemos hecho otra cosa.
Además en las escuelas hay libertad de cátedra, con lo cual usted se va a encontrar con maestros y profesores con los más diversos pensamientos, y eso hace a la riqueza y la heterogeneidad de la escuela pública”.

-Víctor Hugo Morales: ¿Cómo se ha sentido con la nota de Clarín de hoy? Supongo que La Nación recorre el mismo camino. Menciono la de Clarín porque es la que señaló mi compañero Gustavo Campana. ¿Cómo es estar de pronto abriendo un diario y encontrarse así estigmatizada y atacada por un tema como éste?

-Sonia Alesso: Creo, que hay un nivel de desmesura que sorprende, con lo cual hay que tener mucha paciencia, ser muy serios, rigurosos, muy responsables también, porque creo es una provocación permanente lo que estos señores hacen. Es una falta de respeto por la pluralidad de ideas que mencionaba Bullrich hoy. No deja de sorprender la virulencia del mensaje. La violencia con la que muchos de estos funcionarios se comunican y hay un encubrimiento. Por un lado hablan de diálogo y por el otro, de alguna manera hablan de sanciones. Esto no cierra de ninguna manera.
Hay que tener paciencia, hay que apostar en serio al debate de ideas; hay que profundizar los debates; hay que tratar de poner nuestras mayores cabezas a pensar cómo resistir por un lado el dolor que uno siente. Porque hay un joven, que podría ser un alumno nuestro de la escuela, que podría ser un ex alumno como los que yo me cruzo en las marchas en la calle, que me dicen: “Hola, seño, ¿cómo estás? Gracias por haberme enseñado tal o cual cosa, por haberme leído tal y cual poema, por haberme hecho conocer a Neruda”. Por el otro lado, de alguna manera el dolor de una familia, de lo que uno se hace cargo.
Cada vez que lo escucho a Sergio Maldonado, el hermano de Santiago, me conmuevo, es imposible no conmoverse.
Entonces debemos seguir la pelea, hoy hay marchas en todo el país. Mañana hay marchas en todo el país. Miles de personas preguntando, multiplicando la pregunta: “¿Dónde está Santiago Maldonado?”. Ésa debe ser la respuesta. No callarnos. Apostar al debate y no al silencio.

-V. H.: Sé que cuando eligen la víctima no tienen reparo. Tengo una frase en mi libro que cada día se robustece: “Un diario por debajo de la puerta es una culebra que avanza hasta el corazón de la víctima”.
Hoy me ponía en su lugar. Mujer, toda la vida en la lucha, docente, enamorada de esto, que le ha hecho tanto bien a cientos, miles de chicos, y que de pronto, por una idea, totalmente compartida por muchos, que tendría que ser compartida por todos, porque es una idea que no tiene por qué ser para un lado o para otro en el mundo de la política, porque todos nos tenemos que ocuparnos de los derechos humanos. Porque en derechos humanos, el chico ahora pregunta por Santiago Maldonado, pero luego, la vida lo pone frente a un compañerito que está padeciendo bullying, se va a poner del lado del derecho humano de quien no tiene que padecer bullying. Todo en la vida es una cadena de sensibilidades que después se aplican a todos los hechos, para hacernos mejores o peores.

-S. A.: La solidaridad, la humanidad, el condolerse por el dolor del otro, es una práctica, que uno pretende sea un valor en la escuela. Que a uno le duela el sufrimiento del otro. Que uno pueda entender al otro. Por eso está la palabra. Sino estaríamos todavía a los golpes, matándonos entre nosotros. Eso es la civilización. Eso es ponerle palabra al conflicto. Eso es poder hablar. Que no nos sea indiferente, como dice la canción de León Giecco, “que el dolor no nos sea indiferente”.

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