El presidente Mauricio Macri encabezó la inauguración del ciclo lectivo en sede de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) en medio de una multitudinaria manifestación en su contra. Habló poco. Parecía estar apurado por ir al almuerzo que lo esperaba en la Bolsa de Comercio.

En un escueto discurso, el mandatario sentenció: “Hay un enorme desafío cuando vemos que la mitad de los chicos terminan el colegio”.

El avión que trajo al presidente y su comitiva aterrizó a las 11.40 en el aeropuerto Islas Malvinas de Fisherton, y desde allí se trasladó en un helicóptero de Prefectura Naval.

Apenas faltaban dos minutos para que dieran las 12 del mediodía cuando el mandatario ingresó a la casa de altos estudios. Antes de acceder al aula Magna, fue recibido por el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz; el rector de la UNR, Héctor Floriani, y Marcelo Vedrovnik, decano de Derecho.

Junto a esas autoridades, a quienes se sumó la intendenta de Rosario Mónica Fein, el jefe de estado se ubicó en el centro del escenario.

Inicialmente entonaron el himno nacional argentino, tras lo cual Vedrvnick realizó una enumeración de las distintas actividades de la facultad. Y acto seguido, el decano sostuvo: “Estamos agradecidos por la presencia del presidente de la Nación que otorga mayor institucionalidad a una universidad tan joven como la nuestra”, al tiempo que convocó a Macri a la participación de los actos por el centenario de la Reforma Universitaria.

Por su parte, Floriani indicó que “en la historia de la Universidad no hubo experiencias como ésta. La presencia del presidente es una iniciativa innovadora en la que vemos una actitud suya de relevar a la institución”.

Por último, Macri hizo uso de la palabra, apoyándose en dichos de Floriani. “El rector dio en la tecla: en esta etapa nueva que comienza en la Argentina, el eje de la Argentina que soñamos pasa por la educación”, manifestó, antes de volver a la carga con la “pesada herencia” presuntamente recibida: “Esta es la revolución más importante a encarar, reconociendo un frágil punto de partida. Este sueño que se generó a partir de la universidad pública se ha diluido. Sólo uno de cada diez chicos termina siendo universitario. Uno cada cien en los hogares más humildes. La frase «Mi hijo el doctor» ha quedado tremendamiente dañada”.

Con el rostro que mostraba signos de estar al tanto de la masiva manifestación en su contra que se congregaba afuero del edificio, Macri siguó con la mirada puesta en el retrovisor: “Venimos de años en los que creímos que la solución es negar el problema. No, hay que comprenderlos para enfrentarlos. Hay que tener un instituto de evaluación independiente, que publique la verdad para que toda la comunidad sepas en qué estamos fallando y a partir de ahí corregir. Y ahí también recuperando el rol del docente”.

A continuación se refirió a la educación superior: “La universidad tiene que ser parte de ese gran puente que tenemos que construir todos juntos. Tiene que ser un puente entre el conocimiento y la empresa, entre el conocimiento y el trabajo. Que tiene que tener aplicación porque eso significa empleo. Pobreza cero no es más planes, significa generar trabajo para todos los argentinos. Necesitamos que ese conocimiento se aplique”.

Pero su inclinación a contraponer el pasado con el presente volvió a aflorar, cuando expresó elípticamente su disgusto con la movilización en su contra: “Necesitamos que este desafío lo encaremos de la única manera que se puede encarar: dialogando y juntos”.

Para finalizar, pontificó: “La Argentina no sale adelante si seguimos empeñados en discusiones. Argentina necesita sanar esas heridas y darle la oportunidad al otro. En la diversidad aparecen ideas superadoras y no en la uniformidad”.

Contrapunto

El vallado que impidió acceder a la Facultad de Derecho no alcanzó para que las organizaciones opositoras al gobierno de Macri manifestaran su repudio a la visita del mandatario.Esas expresiones fueron respondidas por insultos y gritos de parte de los simpatizantes del PRO que también se acercaron para apoyar al jefe de Estado en la previa de su arribo.

Las organizaciones políticas, gremiales y sociales se congregaron alrededor de las 9 en la esquina de Dorrego y Santa Fe. “El movimiento obrero, las organizaciones políticas y sociales declaran a Macri persona no grata en Rosario” fue la consigna que desde el fin de semana circuló por las redes sociales y entre las organizaciones que convocaron a repudiar despidos, inflación y el acuerdo con los fondos buitre, entre otras políticas que lleva adelante la gestión de Macri.

Precisamente, simpatizantes del macrismo salieron al cruce de la manifestación opositora, aunque el intercambio nunca se desmadró y no pasó de un contrapunto de gritos y agresiones verbales, en especial de parte de los adherentes al PRO y Cambiemos.

Las organizaciones que lideraron el repudio

La Coad, el gremio de los docentes universitarios, referentes sindicales de la CGT enrolados en el Movimiento Sindical Rosarino, La Bancaria y sindicatos que integran la CTA, el Frente para la Victoria, la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), el Movimiento Evita, La Cámpora, Nuevo Encuentro, la Juventud Universitaria Peronista (JUP), el Frente Estudiantil Santiago Pampillón-El Grito, la Juventud del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en el Frente de Izquierda, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Frente de Organizaciones de Base (FOB), la agrupación Hijos Rosario, entre tantos otros, ya habían expresado su repudio a la visita de Macri, con diferentes consignas y reclamos, y se hicieron presentes en la Plaza San Martín.

La dirigencia que aclamó a Macri

En la previa a la visita, Cambiemos había convocado al acompañamiento de su líder. En boca del diputado provincial del Pro, Federico Angelini se planteó que “aquel que tenga ganas de participar y darle la bienvenida al presidente, que vayan a la plaza con banderas celestes y blancas para no partidizar un evento que es de todos, no de un espacio político”.

El legislador, además, sostuvo: “Estamos orgullosos de que el presidente, a poco de asumir, venga a Rosario en una primera visita en apoyo a una universidad pública. Que la gente vaya y se pueda ubicar en las inmediaciones de Derecho para que lo saluden”.

Casi todo el arco autoridades académicas se hizo presente en Derecho, y con mayor o menor énfasis justificó la pertinencia de la invitación a Macri para que encabece la inauguración del ciclo lectivo universitario.

Entre los que se destacaron, el diputado nacional y ex rector de la Universidad Nacional del Litoral, Mario Barletta mostró hasta qué punto la alianza entre la Unión Cívica Radical (UCR) y Cambiemos, que alentó desde un comienzo, se mantiene sólida, al expresar que “las manifestaciones son parte de la democracia, lo que importa es la legitimidad”, para luego agregar: “Para mí es un orgullo que un presidente venga a un acto académico de la Universidad”.

Foto: Andrés Macera

Portada del sitio || La Central || Un mal trago para Macri en Rosario