La Ctera y diputados del FpV impulsan una nueva Ley de Financiamiento Educativo. La propuesta consiste en subir dos puntos el porcentaje del PBI que se destina a financiar la educación. “La derecha quiere una educación que forme mano de obra desocupada; nosotros queremos una educación para una sociedad más justa”, dijo Hugo Yasky.

El proyecto también lleva a 14 años el período de escolaridad obligatorio.
“Este proyecto dice lo que falta. Debemos poner la ley en debate. La derecha quiere una educación que forme mano de obra desocupada; nosotros queremos una educación para una sociedad más justa, sin desigualdades”, dijo el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, al defender el proyecto de una nueva Ley de Financiamiento Educativo, presentado en el Congreso por los diputados del Frente para la Victoria Adriana Puiggrós y Mario Oporto, con el apoyo del gremio de trabajadores de la educación Ctera. Bajo la idea de “no volver atrás” y “profundizar el camino de las transformaciones”, la nueva ley propuesta –que en su punto central dispone el aumento de dos puntos porcentuales el monto del PBI destinado a financiar la educación– se orienta a superar la norma sancionada en 2005, valorada también por Yasky como “el producto de miles de batallas de los trabajadores de la educación”. “Con (Mauricio) Macri retrocedemos”, alertó la secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, sin perder de vista el ballottage.
En la presentación del proyecto, Puiggrós destacó el trabajo de la diputada misionera Marilú Leverberg, autora de un primer proyecto, y repasó los ejes centrales de la iniciativa. La nueva Ley de Financiamiento Educativo prevé un aumento de la inversión en educación, que pase del 6 por ciento del PBI actual al 8 por ciento; la mejora del salario y las condiciones laborales de los trabajadores de la educación; y “la calidad” en la formación docente. Del mismo modo, establece un período de escolaridad obligatorio de 14 años e insta a incluir el cien por ciento de los niños y niñas en sala de cuatro años y a llegar al 30 por ciento de jornada completa o extendida en todo el país.
“Nosotros libramos las batallas sin las cuales la educación no estaría como está hoy. En el 2003 la inversión en educación era del 2,4 por ciento del PBI. Tuvimos que resistir en los 90, en la Carpa Blanca para que la educación no fuera privatizada como en Chile, que hoy empieza a desandar ese camino”, repasó Yasky, quien antes de alertar sobre las cuentas pendientes que deberá afrontar el próximo gobierno valoró con énfasis lo hecho en los últimos años.
Yasky, que también es el presidente de la Internacional de la Educación para América Latina, recordó que “con la asunción de Néstor Kirchner” se logró sancionar la Ley de Financiamiento Educativo en 2005, que pasó del 2,4 por ciento al 6 por ciento del PBI la partida presupuestaria destinada a educación. “La derecha, los sectores concentrados de poder, mienten con una profunda deshonestidad intelectual; dicen que la educación no mejoró en estos doce años”, reclamó Yasky y agregó: “En los 90 había un Estado ausente y, a partir de la Ley de Financiamiento, el Estado se hizo cargo de todos los chicos del país. Esta es una historia que no debemos olvidar”.
En el mismo sentido, la secretaria general de Ctera resaltó el valor de la ley sancionada en 2005 y señaló la necesidad de seguir avanzando sobre esas bases. “Somos conscientes de lo que significó para la Argentina profunda la primera Ley de Financiamiento. En muchas provincias un niño, un maestro valía la quinta parte de otro de las grandes ciudades. Somos conscientes de que para lograr más conquistas, más derechos, es necesario garantizar más financiamiento”, dijo.
El proyecto para una nueva ley comenzó a discutirse al interior de Ctera cuando el gremio era encabezado por Stella Maldonado, quien falleció hace un año, y fue largamente debatido y votado por el congreso de la confederación. “Este proyecto de ley es parte de un programa de lucha”, señaló Alesso y enumeró las metas de ese programa. Entre ellas, mencionó la de lograr que todos los adolescentes terminen el secundario, terminar con el analfabetismo, fortalecer la educación técnica e incorporar en todas las escuelas las nuevas tecnologías. “Falta mucho por conseguir y no debemos volver atrás, sino profundizar este camino”, añadió Alesso, antes de advertir que “con Macri retrocedemos”. También situado en el marco electoral de ballottage, el diputado Oporto llamó a “vencer al neoliberalismo que no apuesta a la educación pública”.

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