La Paz y Córdoba, ARGENTINA, 30 nov (ABI).- El decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdova, Diego Tatián, entregó el lunes al vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, el premio ’José María Aricó’ al compromiso social y político.

"La Facultad de Filosofía y Humanidades ha decidido otorgarle el premio de ’José María Aricó’ al compromiso social y político, es un premio que nosotros lo queremos mucho, y ha sido concedido a tres personas antes", explicó Tatián en el seminario ’El pensamiento de Álvaro García Linera: de la resistencia a la toma del poder’, en el que participa el vicepresidente boliviano.

Según la resolución de esa universidad, el premio tiene el objetivo de reconocer, agradecer y rendir homenaje a figuras destacas del pensamiento, la acción transformadora y la democratización de la cultura y la política.

De acuerdo a la Consejo Universitario, el reconocimiento destaca el aporte cualitativo del trabajo de García Linera para encarar una teorización sobre los desafíos políticos en Bolivia y los procesos que se extienden en América Latina.

Por su parte, el Vicepresidente boliviano dijo sentirse "abrumado" por la cantidad de personas y por "el cariño a Bolivia, a un pueblo, a su lucha, al presidente indígena, Evo Morales".

El seminario promovido por la Universidad de Córdoba tiene como objetivo aportar a la "construcción y socialización de los conocimientos estratégicos, de las experiencias de la integración y la generación de articulaciones teórico políticas que el Estado Plurinacional de Bolivia ha podido desarrollar en el actual proceso de liberación".

Además, fortalecer la lucha de las organizaciones comprometidas con la justicia social y la liberación latinoamericana.

García Linera aseguró que los procesos progresistas en América Latina atraviesan por un recodo

(CÓRDOBA-ARGENTINA).- “Este es un momento muy duro, para los proceso revolucionarios de América Latina, es un momento de inflexión, un recodo en el camino, es un reflujo”, aseveró, hoy, Álvaro García Linera, presidente en ejercicio del Estado Plurinacional de Bolivia, en el desarrollo de la última jornada del seminario “El pensamiento de Álvaro García Linera: de la resistencia a la toma del poder”, organizado por la Facultad de Filosofía y Humanidades, de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

“Lo que ha pasado en Argentina (la victoria de Mauricio Macri, en las elecciones presidenciales) es un golpe muy duro para América Latina. Me preocupa, desde el punto de vista sociológico y marxistas ningún proceso es irreversible, la cosa es qué hacemos para que las conquistas y avances sean irreversibles, Argentina está marcando una llamada de atención, el riesgo de la reversibilidad de los procesos”, complementó.

García Linera destacó el apoyo que se brindaron los gobierno progresistas y recordó la experiencia boliviana cuando, en 2006, el presidente Evo Morales llevó adelante la nacionalización de los hidrocarburos y se enfrentó al sabotaje de las empresas petroleras, no se contaba con profesionales, ni con maquinaria y cuando Morales le comentó al fallecido presidente de Argentina, Néstor Kirchner, este le ofreció su ayuda y “gracias a eso, a la colaboración de un país hermano, que se permitió la liberación económica de Bolivia”, agregó.

Asimismo, comentó respecto a los problemas que atravesó Bolivia el año 2008, cuando los sectores más conservadores prepararon un movimiento regional de desobediencia territorial al Estado, llevaron adelante un revocatorio al presidente Evo Morales, como lo ganó, entonces, dividieron a Bolivia, en busca de la intervención militar extranjera.

“Pero, Unasur se reunió de emergencia en Chile y deciden rechazar totalmente la acción golpista, fue una respuesta contundente en defensa de la democracia en Bolivia, se conformó una comisión que llegó a Bolivia para restablecer la unidad democrática de nuestro país. Estuvimos al borde de una guerra civil y en medio de ello la fortaleza del movimiento popular y el apoyo internacional que bloqueó algún tipo de intervencionismo”, acotó.

García Linera destacó la unidad y el apoyo de Unasur, “cómo no vamos a valorar, defender, apreciar este nuevo contexto latinoamericano de hermandad que se ha construido a partir de esta oleada de gobiernos progresistas y revolucionarios en el continente. Sin ustedes, sin su apoyo no estaríamos vivos, ni estables, gracias a ustedes que no nos abandonaron y así debería ser siempre”, enfatizó.

También, indicó que debe hacerse un análisis profundo para saber dónde estuvo el traspié, “uno quiere que sea un reflujo temporal para determinar qué se puede hacer para que las cosas cambien”, y que esta experiencia (argentina) no se repita, acotó.

Y como lecciones de los hechos acaecidos en Argentina, García Linera sacó tres lecciones: la primera es la importancia de los liderazgos que son capaces de mover a las sociedades en base a la esperanza de cambiar lo universal, “los líderes carismáticos personifican las esperanzas colectivas”, razonó.

La segunda, la capacidad de administración y gestión económica es clave en un gobierno progresista y estas deben estar apoyadas en dos pilares que son la generación de riqueza y distribución de la riqueza, para tener una sostenibilidad económica en el tiempo y en la historia, “un gobierno revolucionario debe mostrarse eficiente en la economía y equitativo”, agregó.

La tercera lección es que los gobiernos progresistas emergen de la calle y que han convertido la fuerza de la masa en fuerza electoral, por lo que se debe fortalecer a los movimientos sociales mediante su participación en la toma de decisiones y su capacidad de movilización, “la estabilidad y la continuidad de nuestros gobiernos radica en esta dualidad: gobierno desde las calles y gobierno desde el parlamento”, señaló.

Por otro lado, García Linera reflexionó y señaló que los gobiernos progresistas han abandonado el combate cultural que es algo muy peligroso, “previa a cualquier victoria política hay una victoria cultural, nunca olviden esa fórmula”, indicó y los espacios vacíos fueron ganados por la derecha, “no se puede abandonar la batalla cultural, se debe consolidar e irradiar cultural, moral y lógicamente el nuevo sentido común del proceso”, agregó.

Además, indicó que se debe tener cuidado con los niveles de intermediación entre las bases y los gobernantes mediante los contactos con solo los dirigentes.

“Los activistas estamos obligados a regresar a las bases, hasta abajo, no podemos contentarnos con la intermediación de algunos dirigentes porque ya no reflejan los intereses de la base, sino su propio interés”, dijo.

Finalmente, indicó que una de las grandes debilidades de los procesos revolucionarios es el no haber castigado adecuadamente los hechos de corrupción, “ese es un tema ético que mueve la fibra más íntima de la perspectiva de futuro”, por lo que aseveró que se sea implacable al momento de sancionar a quien comete un hecho de corrupción.

“Si encontramos un indico, no importa quién sea, tu cumpa, tu familiar, el que te salvó la vida, el que te acompañó 50 años, pero si toca un solo centavo del Estado, crucifícalo, no hay de otra”, concluyó.

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