12 de febrero de 2014
Fuente: Página 12, 12 de febrero de 2014, pp 10.
Por Mario Toer *
No recuerdo ahora si lo dijo Marx, Mao, Lacan o Jauretche. En cualquier caso, vale: con la realidad se pueden hacer muchas cosas, pero lo menos conveniente es pelearse con ella. Por eso, cuando el tiempo es tormentoso, no hay que olvidarse de armar el cuadro de situación: de dónde venimos. Por qué lo nuestro no podía ser sino un aprendizaje cotidiano. Sin organización, sin una guía conceptual acendrada. Algo así como una nebulosa que se fue haciendo consistente. Pero que aún es muy joven, en un cielo que también es nuevo. Fuimos saliendo del desastre neoliberal, “el infierno”, con muy poco más que las ganas. A pesar de valiosos y perseverantes puntales de la primera hora, cómo no iban a ser tentativos y a veces deslucidos los resultados de los castings para vicepresidente, jefes de Gabinete, ministros de Economía y otros tantos con menor brillo. Como el que comunicó la 125 y ahora es diputado por la lista de Carrió. Se aprende, y hoy encontramos más gente capaz y comprometida en puestos claves. Y, por eso, hacia allí apuntan con las armas más pesadas de la artillería mediática.