En este encuentro donde hubo compañeros de Paraguay, de Uruguay, de Brasil, de Ecuador, de Bolivia, de Venezuela, de Nicaragua, de Cuba, de Costa Rica, de Chile y Argentina nos podemos ir con una convicción: el general San Martín decía que el enemigo parece más grande cuando se lo mira de rodillas. Hoy nos vamos con la convicción que estamos de pie y que la lucha de los que nos antecedieron y de hoy no fue en vano.

Son las distintas culturas políticas que recorren el continente. Unos levantando la bandera del comunismo, otros del socialismo, del peronismo, de la liberación pero todos unidos detrás un mismo objetivo: demostrar que se puede vivir en un continente sin explotación, con dignidad, en un continente que recupere su historia y que construya la segunda independencia de América Latina, que ese es el objetivo que tenemos por delante.

La unidad de América Latina tiene que ser el objetivo estratégico de la clase trabajadora, del campesinado, de los estudiantes, de los militantes sociales, de los gobiernos populares, de los gobiernos socialistas porque sin unidad en latinoamerica no podemos enfrentar al monstruo del norte, al imperialismo que sigue creyendo que nuestra riqueza y nuestros cuidadanos son de su pertenencia.

Hace unos días sentí orgullo como argentino. Así como muchas veces como argentino en la década del noventa tenía la vergüenza de tener que ir a explicar que un presidente elegido por el pueblo hablaba de relaciones carnales con los norteamericanos. Hace unos días tuve el orgullo de estar en la reunión con la Confederación Sindical Internacional (CSI) y escuchar Cristina Fernández de Kirchner condenar al Fondo Monetario Internacional, a la especulación financiera, a la explotación y a las políticas de los países del norte que están destruyendo las conquista sociales de los pueblos de Europa. Y cuando la escuchaba, pensaba, que bien que hicimos, que lucidez que tuvimos el día que decidimos expresar que como central de trabajadores podemos tener autonomía pero no podemos tener neutralidad cuando se está disputando un modelo para terminar con la explotación, la desigualdad y la exclusión social.

Pero no basta con pensar que construído hasta ahora, nos alcanza. Necesitamos más unidad y organización del campo popular. Necesitamos estar lúcidos para enteder como nos dijo Lula hace unos meses que podemos tener diferencias entre los que formamos parte del campo popular pero lo que no podemos tener es antagonismo. Hay que construir la unidad del campo popular, tiene que ser cada vez más fuerte, cada vez más intensa, cada vez más profunda.

La crisis global, que Cristina llamó “anarcocapitalismo” es una amenza que tenemos en nuestros horizontes. No vamos a hacer tremendismo y nos vamos a sumar al cono de la derecha que trata de aprovechar esa crisis para imponer sus políticas de ajuste. Por el contrario, la única manera de resolver la crisis es desde los intereses de los sectores populares. Si hay crisis tiene que haber más distribución de la riqueza, más democracia, más independencia, más unidad latinoamericana y más protagonismo de los pueblos para enfrentarla.

Hoy tenemos que sentir que estamos protagonizando un momento clave de la historia como pueblos de América Latina y del Caribe, como pueblos del mundo y también como pueblo argentino. Que en Mar del Plata hayamos estado una gama tan amplia y diversa del campo popular en un marco de confraternidad y compromiso recíproco, debatiendo, cantando, expresándonos, nos tiene que hacer sentir orgullosos y marcar que éste es el camino. Tenemos que construir la unidad de los movimientos sociales, de las centrales de trabajadores, de los partidos políticos de izquierda, de los partidos políticos progresistas, del kirchnerismo para constituir la fuerza social - que como dijo la presidenta- sea capaz de defender en la calle el proyecto popular.

Estuve en muchos actos pero pocos me han llenado el corazón como este, con todos los compañeros y compañeras de América Latina. Cuando algunos periodistas me preguntaban porque la CTA apoyaba a Cristina, yo les decía, miren es muy fácil: si yo estuviera en Venezuela apoyaría a Chávez, si estuviera en Bolivia apoyaría a Evo, en Uruguay con Mujica, si estuviera en Cuba sería castrista y así con cada uno. Todos los que estuvimos participando de esta histórica jornada, se que compartimos la misma mirada, por eso tenemos que darle continuidad a este espacio de construcción. Tiene que estar la CGT, tiene que estar la CT , tienen que estar todos los movimientos sociales, tiene que estar representado cada sector, cada expresión del kirchnerismo y del movimiento social para construir la herrramienta política que demuestre que en 2011 es el momento al partir del cual este proceso se profundiza, se extiende y se llena de contenido.

Estoy inmensamente agradecido a este ejemplo de unidad. Vamos a tomar la propuesta que hizo el compañero de Venezuela y proclamar que cada 5 de noviembre en Mar del Plata, construyamos el polo anti-imperialista por la unidad de América Latina.

¡ Fuerza compañeros, a seguir luchando, América de pie, Argentina de pie !

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