Todavía con el cansancio a cuestas, con rastros en la voz y el cuerpo de los intensos días vividos en Trelew, celebramos la potencia de un espacio de encuentro que se renueva cada año. Lejos de transformarse en rutina, este año reabrió el impulso logrado en las históricas jornadas del 8 de marzo con el paro internacional de las mujeres, así como en la marea humana que fue millones y verde por el aborto legal. A pesar del poco tiempo de reflexión, sin el encuentro aun con las compañeras, que permite los balances colectivos, pero con la urgencia de compartir imágenes y algunas ideas, hago llegar las primeras instantáneas del 33 ENM.

-  Fue el encuentro más austral de todos los realizados hasta la fecha y en la ciudad más pequeña. Cien mil habitantes apenas, si la dimensión está cuantificada en relación a recibir cincuenta mil mujeres. Fue necesario repartirse entre ciudades vecinas para alojarse y realizar algunas actividades. Con conectividad escasa y algún incumplimiento con el compromiso del transporte gratuito, que casi nunca llegó. Esto fue una dificultad cierta para participar más plenamente en todas las actividades, especialmente los talleres. Lo que no pudo detener la marcha ni la marea.

-  El reconocimiento de la Plurinacionalidad y la voz sin mediación de las mujeres Mapuche-Tehuelche fue tensión antes, durante y después del encuentro. La elección de la sede puso como centro la cuestión indígena, las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, la extranjerización de la tierra y la expoliación de los recursos naturales, como parte del proyecto antiguo y neo colonial. Sin embargo, no ha sido sencillo zanjar estos debates, que muestran diversidad entre sus propias organizaciones, pero también los racismos ocultos, naturalizados, para el que no estamos vacunadas. Un debate que está instalado y por decisión política y convicción tendremos la oportunidad que siga desplegándose en futuros encuentros.

-  Las Encuentreras. La juventud cada vez con mayor presencia, es el “trending topic” del encuentro. Sin por ello dejar de observar los cruces generacionales, culturales, étnicos, geográficos, identitarios, sexuales, sociales. Todas las diversidades transitadas por los cuerpos que se cruzan en cada esquina, taller, festival, marcha e infinitos abrazos dados y recibidos. Muchos más pechos al aire que en ediciones anteriores. Algo que gustan de resaltar las prensas nativas. Para nosotras, provoca más comentario las camisas de flores estridentes o el pañuelo verde de la campaña, que se multiplicó en tops en las calurosas tardes de Trelew.

-  Las trabajadoras más presentes y más organizadas. Varios cientos de compañeras de la CTA del país participaron. Buenos Aires, Caba, Entre Ríos, La Pampa, Chaco, Mendoza, San Luis, Río Negro, Córdoba, Santa Fe, varias delegaciones más de otras provincias, y por supuesto, las chubutenses de las diversas localidades. Fueron anfitrionas de nuestra plenaria, que puso voz federal, además de intersindical. Las compañeras de la Corriente Federal saludaron nuestro plenario, así como también lo hicieron las estudiantes del MPE, que decidieron marchar junto a nosotras. Con voz firme, sin dudarlo, dijeron: somos estudiantes que tenemos un lugar indiscutible para marchar, junto a las trabajadoras! Todas las compañeras venían muy satisfechas de los debates en los talleres. Algo diferente estaba ocurriendo y todas traían esas noticias. Nuestras voces tenían mucha potencia en las comisiones de trabajo, sindicalismo, educación, sexualidades y tantos etcéteras como los más de setenta ejes temáticos, que se desdoblaban varias veces.

-  Las nacionales, populares y feministas. Junto con el notable crecimiento de la presencia de las compañeras de la CTA se notó también una enorme organización y asistencia del peronismo y del campo nac y pop más extendido. Por supuesto que en comparaciones relativas. Ya que no es lo mismo movilizarse a Rosario (2016) o Mar del Plata (2015), que concretarlo hacia el lugar más sureño. Y lo relativo incluye ponderar la situación económica, que cada vez hace más difícil tener los dineros extra para ahorro y viajes, tanto como la situación de persecución y amenaza de la posible pérdida del trabajo o el castigo por la falta. Nada de reconocer el encuentro de interés nacional y garantizar que todas las que quieran puedan hacerlo. Por el contrario, tuvimos que participar este año con varias bajas producto de las presiones explícitas y las sutiles también. La plaza de Cristina del domingo fue una fiesta. Recorrida por las voces de la radio abierta y luego algo que se parecía más a un acto tradicional, pero no tanto… Siempre nos gusta ponerle bastante de informalidad.

-  Milagro Sala #1000DíasPresaPolítica nos acompañó antes, durante y al finalizar el encuentro. Su presencia irradia reclamos de libertad, lucha de clases, ancestrales y feministas. No hacía falta mucha organización, porque todas de alguna manera se las ingeniaron para tenerla en remeras, banderas, fotos, en los discursos e intervenciones. Dijimos no está en este encuentro Milagro, Graciela, Mirta, Shakira y Graciela, pero sí están, están presente en el reclamo por su libertad, que flamea como bandera.

-  La marcha del domingo: uno de los mejores momentos del encuentro. Es la posibilidad de dimensionar cuántas somos. Es la oportunidad de transformar las calles en aquelarre. Esta fue una movilización muy especial. La geografía ondulada de Trelew nos jugó una buena pasada. Permitió sin necesidad de drones, en vivo y en directo, desde las lomadas que subíamos y bajábamos sin cesar –sin desmayar a pesar del agotamiento- dimensionar el largo infinito a la vista de esa marea mujeril, bruja, diversa, trans, india, hermana, amiga, hija, novia, amante, sobre todo: compañera. El recorrido elegido permitió pasar por los barrios más humildes. Esto nos conectó con el pueblo de la localidad sin mediaciones. Las sonrisas cómplices, saludos amigables, fotos que sacaron para guardar recuerdos, terrazas humildes con pañuelos verdes, aplausos de compañía a las marchantes. ¿Quién dijo que las pobres no estaban con el aborto legal? Fue sin dudas, una de las mejores marchas que recuerdo.

-  De los incidentes sólo voy a hablar para señalar la diferencia con la marcha del año anterior en Resistencia. Hubo voluntad política allí de poner un dispositivo de seguridad preventivo y una ciudad al servicio de las mujeres. Nos sentimos cuidadas todo el tiempo. Hubo alguna escaramuza y algún fueguito cerca de las puertas de la catedral, pero fue apagado sin nada de represión. Este no era claramente el entorno que encontramos en las rutas este año camino al encuentro, en requisas excesivas, ni en las noches previas a la marcha, ni la respuesta ese mismo día. Las balas de goma, policías de civil, patadas, detenidas y golpes en los tristemente célebres traslados fue parte del escenario, que algunos quisieron poner en el primer plano. Pero Trelew y la provincia toda no se confundió. Las crónicas del lugar, no dejaron de resaltar que jamás en la historia de la provincia había ocurrido un hecho político – cultural de semejantes dimensiones.

-  La próxima sede será la ciudad de La Plata. Hace algunos años venimos sosteniendo que este encuentro debía hacerse en la Capital. Se construyó un consenso que nos permitirá habitar la ciudad de las diagonales, la capital de la provincia de Buenos Aires, una sede en uno de los centros neurálgicos de la política nacional, y a escasos días de una elección crucial. Ineludible la interpelación a una gobernadora mujer, líder principal de la alianza de gobierno Cambiemos, como decía la canción: Vidal gobernadora sos una ajustadora. Una oportunidad más para explicitar que no alcanza con el género para ser compañeras de camino y de destino. Que nuestro feminismo es nacional, es popular, es latinoamericano. Esta ciudad que tiene las luchas del Astillero, el polo petroquímico, la universidad, un centro administrativo con gran cantidad de trabajadoras, un cordón frutihortícola con ruralidad, también mucha migración. Vamos a prepararnos para recibir a las mujeres de la argentina con el orgullo de abrazarlas en la ciudad que supo alguna vez llamarse Eva Perón, la ciudad de Estela, de Chicha, de Hebe y de Cristina. El encuentro somos todas, el poder de las mujeres sigue construyendo resistencia y sueños.

Estela Díaz, secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades

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