La Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), junto a su Núcleo de Estudios sobre Gobierno y Seguridad, organizó el primer seminario de discusión en latinoamérica sobre “condiciones laborales y sindicalización policial”.

La apertura del seminario estuvo a cargo del titular del SUTERH y presidente de la Fundación Octubre, Víctor Santa María, y el secretario Académico de la UMET, Nicolás Trotta.

Santa María aseguró que “el tema de la sindicalización de las fuerzas policiales tiene que ver con la situación laboral actual que padecen los oficiales”, y dijo que “es muy difícil abordar el tema de la sindicalización sin tener en cuenta que sus salarios no son los más óptimos y que su falta de herramientas es un impedimento para llevar adelante su tarea de manera correcta y eficaz”. Para Trotta, “el proyecto de sindicalización policial es una iniciativa que queremos abordarla desde la perspectiva y la problemática Metropolitana; queremos impulsar el debate, la discusión, y la ampliación de derechos de las fuerzas policiales”.

El primer panel de especialistas estuvo enfocado en la “expansión de derechos laborales e Institución Policial”, en donde expusieron la integrante del Grupo de Referencia de Políticas e Investigación de la Secretaría de Policía de Sudáfrica, Monique Marks; el investigador del CONICET, Carlos Acuña; y el Director del NEGyS y legislador provincial, Marcelo Saín.

Monique Marks hizo un paralelismo entre los modelos de sindicalización policial a nivel global, y expresó que “los modelos de sindicalización pueden variar de un país a otro e incluso entre estados; por ejemplo, en el Reino Unido son federaciones, en Nueva Zelanda y Canadá son asociaciones, y en Australia, Sudáfrica, Holanda y Chino son sindicatos”.

Según la especialista en seguridad, “la sindicalización de las fuerzas policiales aumenta la moral de la policía; mejora las condiciones de trabajo y las líneas de comunicación para los agentes de policía en todos los rangos; hay mayor previsibilidad para todas las partes, sobre todo en los convenios colectivos; significa un cambio cultural y desafía las prácticas jerárquicas en las agencias policiales”.

“El grueso del personal policial está dedicado a tareas totalmente ajenas, es decir, prevención, investigación y operativos contra el delito. Los policías trabajan más de 40 horas semanales. Hay una sobre utilización del trabajo policial, la carga laboral es altísima”, describió Saín. Según el experto en seguridad, “hay una ambiente de trabajo totalmente precarizado, que va desde el sistema de armas y comunicaciones, hasta la vestimenta”.

“La policía no recibe una formación policial adecuada para las tareas que deben llevar adelante. En muy pocas instituciones hay formación especializada. Hay una ausencia total de protocolización policial y no hay reglas de procedimiento”, resumió Saín.

“La policía no tiene capacidad de agremiación en el marco de una organización sindical y la posibilidad de realizar acuerdos colectivos salariales. ¿Por qué en la Argentina no se discute la situación laboral de las fuerzas policiales? Sobre todo en un país donde la ampliación de derechos en estos últimos 10 años ha sido evidente en todas las áreas sociales y gremiales”, concluyó el diputado provincial.

El segundo panel trató el tema de “Sindicalismo y Policía”, y participaron el ex Presidente de la Unión de Oficiales Superiores y Medios de la Policía y ex miembro del Parlamento de los Países Bajos , Michiel Holtackers; y el titular de la CTA, Hugo Yasky.

“En Holanda el 80% de los policías son miembros de sindicatos. Existen cuatro grandes sindicatos policiales que son parte de la mesa de negociación. La existencia de los sindicatos de los sindicatos es motivo de interés del Estado-empleador”, relató Holtackers. “Los sindicatos policiales en los Países Bajos han contribuido y contribuyen en gran medida a la calidad de la policía moderna”, sintetizó el especialista holandés.

Según Holtackers, “hay una serie de reglas de compromiso que firmaron el Estado con los sindicatos policiales en Holanda, como por ejemplo: se negocian principios generales o directivas, no hay casos individuales; no hay derecho de huelga, tampoco está prohibida la huelga, es una práctica caso por caso; la protesta policial debe ser proporcionada; y no se puede hacer uso de los bienes del Estado en actividades de protesta de la policía”.

El secretario General de la CTA, Hugo Yasky, afirmó que “hay que hacer un esfuerzo en concientizar a los trabajadores de las fuerzas policiales argentinas en dar ese paso para constituirse como un sindicato”. “En Argentina, durante mucho tiempo se les relegó a los docentes su posibilidad de sindicalización, por temor, por desconfianza”, recordó Yasky.

“Hay una enorme deuda con el personal de la policía, donde se privilegia un pensamiento reaccionario y conservador. Cualquier trabajador dependiente del sector público tiene derecho a organizarse en sindicatos”, concluyó el ex titular de CETERA.

El último panel puso en discusión las “consideraciones jurídicas e institucionales de la sindicalización de la Policía en Argentina”. Aquí debatieron el diputado nacional y abogado laborista, Héctor Recalde; el ex juez de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Rodolfo Capón Filas; y el Director de la Oficina de la OIT en la Argentina, Marcelo Castro Fox.

“Soy partidario de la sindicalización de los trabajadores de las fuerzas policiales”, afirmó Recalde. “Es un tema que hay que poner en discusión, como por ejemplo, el derecho a la huelga y a la negociación colectiva de los policías, expresó el diputado del Frente para la Victoria.

“¿Por qué no avanzar en un proyecto de sindicalizar a las fuerzas policiales? Pienso que es una propuesta progresista y democrática, que mira hacia el futuro, que le da entidad a la policía y capacidad de negociación”, aseguró Recalde.

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