El teatro Cervantes y otra geografía humana, otras voces y los palcos colmados por rostros, todos esperando la llegada del presidente Evo Morales y hasta el asombro de las hermanas bolivianas con sus trajes tradicionales y sus saberes: ¡Jallalla Evo! ¡Jallalla Bolivia! ¡Jallalla Hugo! Madre Tierra. Y desde los palcos cuelgan banderas de organizaciones sociales, de la CTA, del Frente Transversal, del Comedor Los Pibes, de agrupaciones de La Matanza. Fetia, Suteba.
Y está Hebe. Y las Madres, los pañuelos blancos. El pueblo las abraza, baja atronador desde todos los rincones del Teatro. Y en un momento, Hebe, ante tanta insistencia, se para y saludo. Fue un golpe al corazón, un despertar de tenerla ahí, de hacerla y hacer a todas la Madres ese homenaje de respeto, de reconocimiento.