En Caballito, estudios de una consultoría privada encontraron asbesto en dos talleres del subterráneo lindantes con una escuela primaria y un jardín infantil.

La Escuela N°4 Organización de Estados Americanos (OEA) del barrio de Caballito confirmó que hay asbesto en los talleres del subterráneo cercanos al colegio y al Jardín El Tranvía. Tras recibir la información por parte de los y las trabajadoras del subte, la comunidad educativa solicitó un estudio detallado de los talleres Bonifacio y Polvorín que confirmaron la presencia del material potencialmente cancerígeno en techos y hornos, entre otros lugares. La dirección del colegio ya encargó estudios para medir la calidad del aire del establecimiento y pidió al Ministerio de Educación que gestione el retiro inmediato del material, la detención de los hornos que dan a la institución, que aísle al edificio y que garantice controles médicos para estudiantes y trabajadores. Desde Subterráneos de Buenos Aires S.E (SBASE) aseguran que el material acopiado en los talleres es "transitorio" y cumple con las normas de seguridad.

La primera señal de alerta llegó a la comunidad educativa en agosto de este año, cuando integrantes de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) se acercaron a directivos del colegio para informarles que, según sus estudios, había asbesto en los talleres que lindan, tanto con la escuela, como con el jardín. Tras ello, la dirección del OEA elevó un reclamo al Ministerio y pidió que se realizaran estudios detallados que esta semana llegaron a su poder. "Se tomaron muestras de los techos, hornos, tableros y distintos lugares del taller y dieron positivo en gran cantidad. Esos materiales tienen que retirarlos, eso es lo que estamos solicitando que se haga lo antes posible", dijo a Página 12 Mariano Rodríguez Moncalvo, director de la escuela OEA.

Los puntos más críticos son los techos y los hornos de los talleres. En cuanto a los hornos de secado del Taller Bonifacio, los estudios realizados por la empresa SI Consultores confirman que los dos en funcionamiento tienen un 80% de asbesto en materiales como crisólito y amosita. Uno de ellos ventila directamente al patio del colegio y la consultora recomienda que sea retirado. También hay asbesto en los techos que ocupan dos mil metros cuadrados y en una cabina para pintado de vagones.

Tras recibir la confirmación de la consultora, la dirección del colegio volvió a elevar una nota al Ministerio de Educación y a la Supervisión del Distrito Escolar N°8 con un informe detallado de los resultados y el pedido de que se retiren todos los elementos con asbesto. "La única forma de asegurar la salud de nuestros niños, niñas y trabajadores es con asbesto cero", alertaron. Allí reclamaron, además, un compromiso escrito de Emova -ex Metrovías- y SBASE para que "se detenga la actividad de los hornos con asbestos inmediatamente". Según indicó Rodríguez Moncalvo, hasta el momento "nadie se comunicó con la escuela ni con la comunidad educativa".
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Página 12 consultó con fuentes de SBASE que reconocieron que en el Taller Polvorín existe un depósito con elementos de asbesto, pero señalaron que se trata de un lugar "transitorio" en el que se acopian "los elementos removidos de otros espacios hasta su disposición final". Además, sostuvieron que los dos talleres cumplen "las normas de seguridad para el tratamiento de este tipo de material". Desde SBASE aseguran que en agosto realizaron un estudio para medir la calidad del aire y "los resultados están dentro de los límites establecidos por ley".

"Tomaron muestras del aire y los informes arrojaron que hay asbesto pero en un nivel permitido por la ley del GCBA. El mismo Gobierno determina cuál es el nivel permitido y después hace las mediciones; es por lo menos cuestionable", dijo el director del colegio, que también pidió estudios sobre la calidad del aire dentro del establecimiento. Esa evaluación la realiza la empresa Geo Assist que, según advirtió la dirección del colegio en la nota elevada al Ministerio, "ya adelantó oralmente que arroja positivos en la sala de caldera de nuestro edificio".

En la nota, el colegio también pidió "que se aíslen inmediatamente a la escuela y al jardín respecto del taller: ventanas, medianeras, chimeneas, patios y aulas". Y que se dé "participación a los sindicatos docentes, no docentes, a la conducción y a las familias de la escuela y del jardín en la programación y el control del retiro del material". En este sentido exigieron que el retiro de las piezas con asbesto se realice entre diciembre de este año y febrero de 2023, antes del nuevo comienzo de clases.

"No podemos pasar un año más al lado de estos talleres llenos de asbestos", advirtieron. Sobre los techos, sostuvieron que el proceso de retiro "no puede suceder mientras haya personas en las escuelas primaria y jardín". "El regreso al edificio escolar recién será seguro cuando las mediciones repetidas y sistemáticas del aire de las dependencias del mismo desestimen la presencia de asbestos", añadieron.

La dirección del colegio reclamó, además, que se hagan "controles médicos periódicos necesarios a alumnos y alumnas, docentes y no docentes" y "que se señalice el taller como lugar con presencia de asbesto como exige la ley". Según pudo saber este diario, las familias del colegio ya están organizándose para reclamar el retiro del asbesto. Además, evalúan presentar una acción de amparo para que la remoción se concrete antes del inicio del ciclo lectivo 2023 en febrero del año próximo.

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