Intervención de la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, durante el encuentro organizado por la Secretaría de Género de la CTA Nacional.

Muchas compañeras, de algunas ya conocemos sus responsabilidades en sus provincias, pero también muchas compañeras que están asumiendo ahora, en representación de la Secretaría. Así que caras que hemos visto, porque nos hemos visto hace años, pero un montón de compañeras que son nuevas, con quienes nos hemos visto, con algunas, sólo por Zoom.
Eso es alentador, en el sentido de compromiso de trasvasamiento generacional, de renovación de nuestras conducciones y seguir construyendo Central de los trabajadores y las trabajadoras. Para mí es una enorme alegría que haya, en este caso yo sigo siendo parte de la conducción nacional de la CTA, pero como vocal, y es un alivio y alegría, porque es una construcción que ha crecido muchísimo y colectivamente. Es un espacio de vitalidad política en nuestra Central que es generador de encuentros, iniciativas, articulaciones, no solo en el seno de la propia Central, que es lo que siempre ha sido un desafío, construir la Central y como dialogamos los distintos sindicatos, los distintos sectores que la componen, sino también, el enlace, la articulación con las otras centrales sindicales, pero con el movimiento social, feminista más amplio.

Ahí hay un papel, que nuestra CTA y que el espacio de Género, no sólo a nivel nacional, sino a nivel de cada una de las provincias, incluso de los sindicatos y organizaciones que componen la central es un trabajo que nos enorgullece, reconocido, que tiene trayectoria, pero además de esa trayectoria, de esa historia, tiene una enorme perspectiva de futuro en torno a los debates fundamentales que tiene el campo popular en la Argentina hoy.
Yamile presentaba hoy en su análisis, la agenda intensa de este año, de este mes de marzo, el 8 tenemos la movilización de todos los años y el 9 es el día de la lectura de los fundamentos de la condena a Cristina. De la injusta, perversa condena a Cristina en ese juicio. Una ya no sabe cómo calificar ese oprobio. Entiendo que el 9 va a haber convocatorias a movilizaciones relacionadas con el tema de la lectura de los fundamentos

Cuando escuchaba hoy la agenda, las miraba, antes de empezar la reunión. Vengo con Robi, de la CGT, donde se hizo un acto por iniciativa de la CGT Oeste, del área a la que pertenece Walter Correa, con quien ahora somos compañeros ministros, acompañando a Axel Kicillof en provincia de Buenos Aires, de colocar un busto y una foto de Néstor en la entrada de la CGT Azopardo.
La verdad un acto reparador histórico, muy importante, en la casa de las trabajadoras y trabajadores, en ese edificio histórico de la CGT Azopardo.

Hoy es el cumpleaños de Néstor. Néstor sigue cumpliendo porque sigue viviendo en el pueblo. Sigue viviendo, no como dicen en la canción “la puta madre que lo parió”, sino en los pibes y las pibas que cobran la asignación, que sería mejor si lo cantamos así, un poquito más variado, porque siempre lo cantábamos siempre, esto del legado que sigue.

Siempre que me encuentro con las compañeras, ahora ya en la tarea que tengo de construcción en este primer Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, cómo me gusta encontrarme con mis compañeras del sindicalismo.

Cómo aprendí en mi vida militante de este lenguaje de trabajadoras que nosotras tenemos. Este lenguaje que nos vincula y nos liga siempre a que aquellas cuestiones que pensemos, debatamos, siempre necesitamos y es imperioso que se traduzcan en propuestas, en temáticas, propuestas y respuestas que hacen a la vida cotidiana de las mujeres.
Nosotras sabemos con mucha facilidad enseguida de qué estamos hablando. Las mañas de la política o de la Academia, o de determinados otros sectores de intercambio de la política, que dice, bueno, estamos discutiendo, bueno, cuando estamos discutiendo las trabajadoras organizadas sabemos lo que estamos discutiendo y sabemos que esa organización además, es la que ha dado fortaleza, sostenibilidad, a esos debates, así que el sindicalismo es con nosotras, como dicen esas pecheras, y esto que nos traía Yamile del debate que se dio, en torno a la consigna, que para nosotras sería algo que va de suyo, “inactiva”. ¿Quiénes son inactivas, las que están en la casa trabajando? Se trabaja desde piba, toda la vida, se labura en todo, no sólo en el trabajo remunerado, sino en todo lo que sabemos que las mujeres hacemos todo el tiempo y además en la construcción de lo colectivo, de lo común, de lo social, de la organización. En todos esos ámbitos.

Hay una feminización gigantesca de la práctica política, social, cultural, del espacio público, de ese espacio público que nos fue vedado históricamente, es un espacio que hemos tomado, ocupado, y ahí estamos nosotras, en todo lo que se mueve de algún modo en nuestra sociedad, hay compañeras participando, organizándose, en todos los estratos, en todos los sectores, en todas las comunidades de diverso tipo.

Ahora por mi función, camino mucho la provincia de Buenos Aires. Era más fácil viajar por el país. Te tomabas un avión y el viaje más largo duraba dos horas. Ahora tenemos siete horas para llegar a una localidad, pero es apasionante. Estar en localidades de 7000 habitantes. ¿Y saben cuál es la novedad? que además reconocen los dirigentes políticos, los intendentes de las localidades, el feminismo. La novedad es el feminismo, son las mujeres. Las pibas participando, las chicas que se reunían ahí, en el cierre de la ESI y decían: nosotras estamos reempoderadas, chicas de 13 años, en Tres Lomas, en una localidad de 7000 habitantes.
Y discuten lo que discutimos en La Matanza, en la Ciudad de Buenos Aires, porque hay una fuerza de transformación, una fuerza que para mí es de nueva etapa civilizatoria. Ahora el censo nos está diciendo que somos casi el 52%. Hay un millón y medio de mujeres más en la sociedad. Esta participación estaba vedada, entonces es algo que es imparable. Si vos a más de la mitad, le vedaste derechos, inclusión, oportunidades, eso tiene algo, claro que los procesos sociales tienen marchas y contramarchas, pero eso que ocurre en el fondo del entramado social hay un proceso que es imparable, y si hay una ola de repliegue, no volvemos atrás, quedamos con fuerza acumulada, y lo mismo en los procesos latinoamericanos.

Tuvimos gobiernos progresistas, volvieron las derechas neoliberales, los golpes, los golpes blandos,
los golpes duros, volvimos otra vez con gobiernos populares y no estamos atrás. En eso la fuerza de las mujeres es una fuerza que viene con una enorme potencia transformadora en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Dejó de ser un fenómeno de núcleos de opinión, de interés, como fue el feminismo en los primeros tiempos en que empezó a organizarse. Hoy es un fenómeno de masas. Y ese fenómeno de masas es un fenómeno que pone en cuestión nuestra organización social, familiar, comunitaria, política, sindical.
Eso está en marcha y la derecha lo tiene clarísimo. Por eso es el ataque que los sectores más fascistas lo hacen más expresamente, pero además lo vemos en la Argentina, que Milei, y esos grupos más fascistas de derecha le vienen marcando la agenda a Juntos x el Cambio, que se presentaba como una derecha más moderna, más prolija, más democrática, sin embargo hoy cada día más muestra que ésa es la agenda, que además sabemos es a escala global.
Frente a la crisis del capitalismo a escala global, del neoliberalismo, que ya no nos puede vender la utopía del “Dios mercado” que nos iba a resolver todas las cuestiones, tenemos la distopía, y esa distopía es la que nos invita a ser racistas, xenófoba, misógina, a la exclusión, a que el otro o la otra no es la patria, no es para quien construir con amor, sino es el odio, es la amenaza, el peligro.
El odio a todo lo que tenga algo diferente y a todo lo que pueda ser competencia y no solidaridad y encuentro. Esa es la disputa, y para los feminismos, para nuestro feminismo sindical, de trabajadoras organizadas, que tanto tiene que ver con la potencia del feminismo popular de la Argentina, como el peronismo, claramente, no es casual que seamos parte de un movimiento que no sólo tiene la vitalidad que tiene sino que ha tenido las dos grandes líderes mujeres: la principal del Siglo XX, Evita, hoy la veíamos en la CGT, no es casual que ella quería que fuera ese el lugar donde descansaran sus restos, y Cristina Fernández de Kirchner, que la proscriben, que la quisieron matar, como ella dice, la quieren ver presa o muerta, porque son estos liderazgos que tienen una potencia transformadora, en los términos del proyecto y lo programático, pero en términos simbólicos, culturales, transformadores, mucho más de fondo, que lo que explícitamente podemos ver en los discursos o en lo que se escribe en los proyectos.

Y ahí están los desafíos, compañeras. En esta nueva etapa, tenemos una nueva conducción en la CTA que además está inaugurando una conducción a nivel nacional, provincial, es paritaria. Bravo, aplauso para todas por esta paridad tan buscada. Tenemos un desafío, porque yo decía que la derecha lo tiene muy claro y ustedes vieron cuando discuten cualquier tema pero nunca se olvidan de pegarle al feminismo. De decir que van a eliminar los ministerios de las Mujeres, la verdad que nosotras no tenemos que darle una respuesta corporativa a esto, de decir, “ah, no, déjenmelo porque quiero un lugar en el Estado”. Tenemos que trabajar muy bien cuál es la respuesta política a ese ataque al feminismo al principal lugar de gestión, que además no es sólo el mismo ministerio, sino la transversalización de la perspectiva feminista como política general de gobierno.

La derecha nos ataca porque sabe que somos una frontera las mujeres organizadas y el feminismo popular de resistencia al neoliberalismo y al avance de la derecha.
Axel dice siempre: la derecha es antiderechos. Es la Derecha o los Derechos. Y el Feminismo es claramente un movimiento de enorme defensa y radicalización democrática.

Cuando se habla de la insatisfacción (Cristina también ha desarrollado muchas veces la cuestión de la insatisfacción democrática), quienes planteamos cómo construimos una democracia que nos posibilite mejorar nuestra vida cotidiana, el Feminismo plantea enorme cantidad de temas. Porque decimos que lo personal es político y que cada una de las cosas que nos afectan en la vida cotidiana son cosas que tienen que ser de la agenda de la política. Eso lo vimos en violencia de género; en derechos sexuales y reproductivos, el aborto, en el trabajo, compañeras, porque la desigualdad, las brutales brechas de desigualdad que todavía seguimos sufriendo a la hora de la inserción en el mercado de trabajo, es agenda de primer orden sindical.
Las compañeras marítimas tienen experiencia laboral que parecen del Siglo XIX o el XX, con niveles de violencia y exclusión inauditas. Tomamos sectores del trabajo y hay desigualdades brutales. Eso es agenda sindical, de quién va a ser sino y el Feminismo sindical.
Entonces, estos días de discusión político y organizativo, tiene mucho para aportar al debate por el Feminismo en el campo popular que debe darse.
Porque ¿cuál es la agenda, compañeras? Después que conseguimos el aborto legal, seguro y gratuito, que en la provincia de Buenos Aires se implementa en todo el sistema de salud y ya tenemos más de 500 consejerías en toda la provincia de Buenos Aires y además no sólo con el Misoprostol que se compra a laboratorios de Santa Fe, públicos, con lo cual la provincia de Buenos Aires se ahorra cientos de millones gracias a eso, sino que junto con la Universidad vamos a producir Mifepristona que es mucho más efectiva junto con el Misoprostol.

Después de la pandemia, de ser gobierno y de tener un debate fuerte como gobierno, como Frente de Todos, de tener a la principal líder política, nuestra conductora(“Cuánto les falta para entender. No fue magia, nos conduce una Mujer”, como dice la remera que por aquí tenemos) la tenemos proscripta, la quisieron matar. Una fuerte crisis política y un gobierno después de cuatro años de neoliberalismo que durante la pandemia se ha dado respuesta a nuestra sociedad en los cuidados y somos un ejemplo en vacunación, pero la gran deuda es la redistribución de la riqueza.
Ha crecido el tema del empleo, pero la desigualdad creció y es insostenible que en un gobierno popular la desigualdad crezca. Y esa desigualdad nos afecta en la feminización y en la infantilización de la pobreza. Un pibe pobre es un cachetazo frente a un gobierno popular.
Ese es el debate que viene. Eso viene con una colocación de primer orden del tema del trabajo nuestro, del trabajo por la eliminación de las brechas de desigualdad.
Creemos en que se puede construir un proyecto de desarrollo con justicia y con inclusión. Creemos que eso es posible. Que hay un rol del Estado fundamental e ineludible y que ese rol del Estado es junto a la comunidad organizada y a sindicatos fortalecidos.

Nosotras resistimos como resistimos al macrismo porque en los gobiernos de Néstor y de Cristina nuestros sindicatos triplicaron, cuadruplicaron la afiliación y porque hubo más de 5 millones de puestos de trabajo formal en los gobiernos de Néstor y Cristina y los planes sociales dejaron de ser un tema porque era ínfima la cuestión de los sectores excluidos.

Eso hoy es un tema porque no hemos logrado mejorar los niveles de trabajo formal, inclusivo, con derechos y eso tenemos que incorporarle cómo está la condición de las mujeres, cómo está la producción y la reproducción de la vida. Cuáles son las agendas que estamos discutiendo desde donde trabajamos y desde dónde nos incluyen en esos lugares y cómo organizamos a las trabajadoras y a los trabajadores en unidad para dar esa pelea.

El 2023 está abierto, no hay nada cerrado. Tenemos una gran fortaleza para el 2023, y discúlpenme que lo diga así, pero es el gobernador de la provincia de Buenos Aires que es el mejor gobernador del que tengamos memoria. Que está haciendo un gobierno de un compañero, que él dice: “Soy un trabajador más, así me siento” y además un compañero de la CTA, porque también se siente parte de esta Central y que tiene en cualquier encuesta que se haga, nuestra, de la derecha, en la provincia de Buenos Aires, 10, 15 puntos de ventaja con otro candidato con quien pueda tener algún nivel de disputa.
Tenemos el desafío de lo nacional y tenemos el desafío de romper la proscripción de Cristina. También las trabajadoras organizadas tenemos que sumar nuestra fuerza para que se rompa la proscripción a Cristina.
Podemos ganar y es un imperativo para el campo popular construir la unidad que nos permita un nuevo triunfo popular que construya lo que falta. Lo que viene si no ganamos, si fueron tremendos los cuatro años de macrismo y de Vidal en la provincia, ahora lo están diciendo desembozadamente lo que quieren hacer y vienen por nosotros y nosotras. Vienen por los derechos de todas y todos, por todo lo conquistado.
Así que compañeras, sabiendo que es una hora crucial en la que estamos en el 2023, con la convicción de toda la fuerza que sé, la inteligencia, la capacidad de construcción que las compañeras de nuestra Central tienen, los y las compañeras de la Central aportando a la unidad. Desde nuestra conducción, Hugo Yasky, una conducción que ha aportado mucho. Decisiones estratégicas en todos los momentos cruciales de la política desde que nació la Central, no tengo dudas que en esta hora vamos a aportar militancia, inteligencia, construcción y vamos a seguir haciendo mucho más Feminismo Popular y vamos por el triunfo en el 2023.

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