Compartimos algunos extractos de las intervenciones que tuvieron lugar en la mesa Relevancia del movimiento sindical en la lucha y la integración de los pueblos, que se realizó de manera online el 4 de noviembre pasado, en el marco de las actividades organizadas por la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA-T al cumplirse el 15º aniversario del NO al ALCA.

Andrés Larisgoitía – Director de la secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA-T

Histórica para el pueblo en general y la implicancia que tuvo para el movimiento sindical esa jornada. Si bien en la memoria colectiva queda ese día con la gran marcha, el gran acto y la resolución presidencial, simplemente quiero destacar que la implicación del movimiento sindical que en este panel vamos a intentar conmemorar, no nace ni el 4 ni el 5 de noviembre: arranca de mucho antes. Fundamentalmente con la construcción y el compromiso del movimiento sindical en la resistencia a esa iniciativa propuesta por los Estados Unidos, que significó la iniciativa del ALCA. Se construyó como matriz la Alianza Social Continental, que juntó a todo el movimiento sindical, desde Canadá hasta el sur, y fue conducida y gestada desde el movimiento sindical pero con un movimiento de amplitud, incluyendo movimientos sociales, redes, conjuntos de organizaciones que se oponían y resistían a este proyecto de dominación que implicaba el ALCA para América.

Fernando Gambera – PIT-CNT Uruguay - CCSCS
Agradezco la posibilidad de esta conmemoración, de recordar ese hito de lucha en Mar del Plata. Pero agradezco sobre todo la posibilidad de participar en momentos en que esa lucha sigue tan actual como hace quince años. Sin ir más lejos, la Coordinadora de Centrales del Cono Sur sigue tratando de dar pelea junto con la Federación Sindical Europea respecto de un tratado de libre comercio de formato puro y duro, como las negociaciones que llevan nuestros bloques Mercosur con la Unión Europea. Aún en una pandemia que tiene un efecto global terrible para la población, para las poblaciones más vulnerables y todo el cuestionamiento a toda iniciativa multilateral y de intercambio, cada vez cobra más fuerza cuando debería ser al revés: estados que estuvieran cooperando entre sí, complementándose para poder dar mejores medios y mejores políticas sociales que les permitieran generar mejores condiciones de vida a la gente que tan mal la está pasando con toda esta situación sanitaria que se suma en el mundo. Insisto, nuestra lucha sigue vigente.

Pablo Moyano, dirigente de la CGT, secretario general de Camioneros.
Esa marcha, rechazando el ALCA. Y esas marchas, que hubo en distintas ciudades, rechazando estas políticas de libre comercio, que precisamente son políticas que hace poco quisieron implementar, lamentablemente, la reforma previsional durante el macrismo. No pudieron pasar la reforma laboral, precisamente, porque los compañeros que hoy estamos charlando, con esa resistencia que hemos dado en la calle y gracias a Dios no la pudieron llevar adelante. Esas intervenciones que prometía el macrismo, una reforma laboral. Por eso, recordando aquellos momentos difíciles que vivieron los trabajadores. Como dijo recién el compañero que me antecedió, la lucha es permanente. No se agota en un triunfo ni en un fracaso sino que es constante.

Sonia Alesso – Secretaria General de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina
Compañeras, compañeros. Un saludo fraterno desde los docentes de Argentina. Conmemorar esta fecha donde los y las trabajadores le dijimos No Al Alca, recordar esa huelga, ese paro nacional que en un afiche maravilloso, que decía “No a Bush, no al ALCA”, esa pelea que para nosotros tuvo dos aspectos centrales. Por un lado la resistencia y la lucha de los trabajadores del campo popular y por otro lado de los gobiernos como el de Néstor, el de Chávez, el de Lula, de plantarse frente al imperialismo y decir no a un tratado de libre comercio que iba a traer hambre, miseria, despidos a nuestros pueblos. Ese no al Alca significó para nuestros países, nuestra América, plantarse de mano al transnacionalismo que venía por nuestros puestos de trabajo, por nuestros derechos laborales. Y nos dejó muchísima fortaleza, que hoy con el triunfo de Evo en Bolivia; con el triunfo de los compañeros y compañeras en Chile, de derrotar ese terrible legado que ha sido la Constitución de Pinochet, y el triunfo que esperamos en Ecuador, necesitamos construir nuevos escenarios en América Latina. No puedo evitar traer el recuerdo de cada una de esas mujeres que marcharon a Mar del Plata de cada rincón de nuestra América. Muy particularmente quiero destacar como participaron las y los docentes de la Internacional de la Educación para construir ese No al Alca. Y quiero desde acá saludar a un participante de esa marcha: a Diego Armando Maradona, porque lo queremos y lo necesitamos.

Pablo Micheli - CTA autónoma
Agradecer la invitación y saludar la iniciativa de la secretaria internacional de la CTA-T. No podía pasar inadvertida esta conmemoración. Esa acción que llevamos a cabo, no solo la movilización, todo lo que rodeó aquella jornada histórica, implicó un salto cualitativo para la construcción de poder para los trabajadores, trabajadoras y fue un modelo para el mundo. El presidente Néstor Kirchner, Chávez con su ALCA, al carajo, todo lo que significó esa situación de los cinco presidentes enfrentando a uno de los presidentes más neoliberales, imperiales, que ha presentado el Imperio del norte, fue un hecho impresionante. La palabra de Néstor Kirchner, refregándole a Bush una cantidad de cosas, también era motivo de felicidad. De toda la militancia, de todos los luchadores del campo popular, de todos los países y particularmente nosotros en América Latina, que gozamos de esa situación. Eran tiempos que hay que mirarlos con el espejo retrovisor para construir la nueva normalidad y no volver a caer en la vieja normalidad, anterior a la pandemia, que era una normalidad desastrosa. Una normalidad con injusticia a granel y avance de la derecha. Estamos mirando ese espejo retrovisor, que permitió un paro masivo. Recuerdo que la consigna que usábamos era “si viene, yo paro” y fue una respuesta popular. Tal vez no se pueda medir en porcentajes, pero fue de un impacto muy bueno y lo demostró la movilización. Y el resultado de esa manifestación fue espectacular. Fue consolidar la alianza del campo popular. Tenemos que seguir avanzando y volver a poner un gobierno popular en Brasil y que se vaya el gobierno fascista. Tenemos que alentar a seguir construyendo unidad. Sin unidad no tenemos destino y solamente los vamos a parar en la medida que haya unidad.

Antonio Lisboa – Secretario de Relaciones Internacionales de la Central Única de Trabajadores de Brasil
Agradecer la invitación de estar aquí con compañeros tan importantes. Estamos aquí celebrando una de las más victoriosas batallas que dimos los trabajadores y trabajadoras de nuestra región, en defensa de la soberanía de nuestros pueblos. Es fundamental recordar esta fecha. Es importante que ese hecho ocurre en un momento de ascenso del protagonismo de las clases trabajadoras, los movimientos sociales. De 2014 para acá, nuestra región atraviesa un proceso de retroceso político y de nuestras conquistas que conseguimos avanzar. Nuestros movimientos van a volver, pero es necesario entender que pasó ese proceso de retroceso. Esperamos que nuestros pueblos nuevamente retomen un camino hacia la justicia social, la democracia, el combate a la pobreza. Eso ocurrió con la Argentina, con las últimas elecciones; la victoria en Bolivia y el plebiscito en Chile, fruto de la lucha tan dura que los compañeros y compañeras llevaron a cabo en los últimos tiempos. Esperamos que nuestra América vuelva al rumbo de la justicia social y la soberanía. Sabemos que tenemos otros grandes desafíos, el acuerdo Mercosur-Unión Europea, que nos hace que sigamos discutiendo cómo enfrentar proyectos que trazan el destino para nuestra región. También hay otros desafíos: el ALCA fue muerto y sepultado, pero el capitalismo y la potencia del norte siempre procura resucitar el ALCA o algún otro tipo de monstruo que venga con otra vestimenta.

Daniel Catalano Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado ATE Capital
Yo era muy joven ese 5 de noviembre en Mar del Plata. Participé de la contracumbre. Había un universo muy grande de trabajadores y trabajadoras de todo el país y de todo el mundo que vinieron a apoyarnos para poder debatir la posición. El saldo fue enorme, me parece que más allá de todo lo que recordamos, Chávez en ese estadio que decía que había que soplar al cielo para que deje de llover, la foto de Néstor mirándolo a Bush y la posición política de ese bloque con el que soñamos todos y todas todos los días. Y lo que se despertó después, que fue en Bolivia haya un gobierno hermoso como el de Evo Morales. Y que se puede hacer un estado plurinacional y poner en valor la vida y la vivencia de todo el pueblo, con sus características, sus raíces, sus costumbres. Me parece que eso fue posible porque hubo un no al ALCA, porque hubo un bloque en América del Sur que tenemos que reconstruir, siempre y cuando podamos sostener este lazo de hermandad que tenemos entre los trabajadores y trabajadoras, que se selló a fuego en base a la determinación política de estos grandes líderes.

Fausto Dutan ex dirigente del movimiento sindical ecuatoriano

Felicitaciones a los organizadores, para que la memoria histórica de nuestra América se mantenga. Lo del ALCA fue un resumen de muchas luchas anteriores. La bandera del No al ALCA, la bandera de la unidad nos sirvió para ver que en América Latina podemos señalar que no estamos de acuerdo con la posición del imperio y que sí podemos derrotar las políticas imperiales.

Héctor Amichetti - Federación Gráfica
Un gusto compartir con tan queridos compañeros y compañeras y rememorar aquella jornada, histórica en todo sentido, que tendrá tenida en el tiempo como una fecha patria, no solo para nosotros sino para todo el continente. Digo histórica en un doble sentido: no solo se trató del rechazo a un nuevo intento de los Estados Unidos de consolidar la dominación del continente, sino que estábamos en un marco de desarrollo de integración latinoamericana que yo creo que no se daba de los tiempos de la emancipación, desde San Martín y Bolívar. Esa voluntad decidida de generar integración entre nuestras naciones y construir la Patria Grande. Había habido muchas intenciones de los Estados Unidos durante todo el siglo XIX y XX, que fueron rechazadas a lo largo del tiempo pero nunca en el marco en que se dio aquel no al ALCA, en donde a principio de siglo con Chávez en Venezuela, Lula, Néstor y el Frente Amplio, habíamos constituido un bloque decidido a integrar a las naciones, sino que esos años tuvimos unas victorias extraordinarias como el de Evo en Bolivia y Zelaya en Honduras. Para nosotros, desde nuestro ideario que es el peronismo, sentíamos que ese mensaje que nos había dejado Perón 50 años antes, de que el 2000 nos encontraría unidos o dominados, se estaba dando por el lado positivo, se estaba dando la unión y estábamos rompiendo los lazos de dependencia. En aquel mensaje Perón decía que nosotros teníamos la comida y la materia prima, y que así como era una ventaja también era un riesgo, porque siempre iban a tratar los grandes poderes internacionales de dominar nuestro continente, de ser proveedores de comida y materia prima. Que es lo que cíclicamente estamos viviendo. Tener un gobierno como el de Néstor en ese momento, reivindicar esta tarea de integración para nosotros era algo tremendo. También nos marcaba algo que tal vez queremos revalorizar acá: Perón también señalaba que el esfuerzo tenía que estar puesto en los gobiernos pero también en los pueblos, porque los gobiernos se cambian como camisa pero los pueblos son permanentes y que esa integración se tenía que dar por debajo

Edgardo Llanos – secretario general de Aeronáuticos
Este panel es un lujo porque hay grandes dirigentes de la región y el Mercosur. Ese 2005 que recordamos como la muerte de una alianza comercial y la derrota de un presidente como Bush, a mano de nuestros países, cuyos presidentes se pararon con dignidad y defendieron a sus pueblos. Creo que fue la única cumbre que esperaban llevarse algo firmado y no se llevaron nada. Un cachetazo bien fuerte que le dieron los presidentes Lula, Kirchner, Chávez, Tabaré. Esa derrota coincide hoy con la elección de Estados Unidos, que tal vez signifique la derrota para un presidente que tanto mal le hizo al mundo. Me parece que una derrota de Trump sería importante para la región y para el mundo. Después de la derrota del ALCA vino otra, la Alianza del Pacífico, que tuvo impulsores como Macri, Piñera.
Hay mucha historia, mucha coherencia en esto que han marcado los dirigentes hoy. Es un orgullo estar en este panel. Quizás no todo el mundo sepa todo lo que se ha hecho para decirle No al ALCA e Mar del Plata. Para decir que no, que la dominación había terminado y que estos presidentes estaban dispuestos a no resignar soberanía y que estaban dispuestos a defender su pueblo porque para eso habían sido elegidos.

Sergio Palazzo - Secretario General de la Asociación Bancaria

Agradezco la invitación de poder dialogar con ustedes, tantos compañeros y compañeras que uno ha visto luchando en la calle. Agradezco estos espacios de discusión, de debate y reflexión, porque nos ayudan mucho en tiempos donde se pretende que la política no exista o que la política no es la solución de los problemas sino el problema. Que hablemos de política me parece bien porque en el fondo todo es por definición política. No es la economía ni la tecnología. Es la política el ordenador de los pueblos, las sociedades. Es un debate político de lo que paso hace quince años y que estuvo cerca de que pasara nuevamente en el gobierno de Macri porque no nos olvidemos que se intentó suscribir el acuerdo con la Unión Europea que tenía características parecidas al acuerdo del ALCA. En realidad el acuerdo del ALCA era una continuidad de las políticas expresadas por el neoliberalismo en las políticas del Consenso de Washington. El ALCA venía a consolidar esas políticas. Al principio, los primeros pasos fueron en el año 91, dan la definición de para qué lo querían: era un tratado de libre empresa, de comercio entre libre empresas. El factor humano no era tenido en cuenta. La economía al servicio del hombre no existía dentro de eso. Era un tratado de libre empresa que claramente hubiera perjudicado a la Argentina porque los sistemas de producción son distintos, los sistemas de financiamiento son absolutamente distintos y también los sistemas impositivos son distintos. A nosotros se nos cuestionan los subsidios a los servicios o a alguna rama de actividad para que pueda existir, pero ellos, que cuestionan esos subsidios, en sus países subsidian la agroindustria. El ALCA, un acuerdo absolutamente desfavorable para los intereses nacionales, hubiera aniquilado la industria nacional porque no hubiera estado en condición de competir con esos sistemas de producción, sistemas impositivos y de financiamiento que ellos tenían. Esto desde el punto de vista económico. Desde el punto de vista social, también hubiera implicado que ellos empezaran a sacar cuenta de los costos. Ustedes saben que ellos exteriorizan servicios en paraísos fiscales o lugares que son condenados por tener trabajo esclavo. Entonces, también hubieran arrastrado a que los trabajadores pierdan derechos en la Argentina y en América Latina.


Ricardo Peidró - Secretario General de la CTA Autónoma

Uno tiene algunas fotos de aquellas imágenes previas a esa gran movilización y gran respuesta que tuvieron los pueblos de América en Mar del Plata. Pero como reunión, un antecedente que tenemos clavado en nuestros corazones, cuando Bush plantea el ALCA y De la Rúa ofrece la Argentina para hacer la reunión. Me acuerdo que ya se había hecho el Foro Social Mundial y estaban las delegaciones de las organizaciones sociales y sindicales, donde nosotros planteamos que nos querían humillar. Querían que el ALCA, un ataque a todos los pueblos de la región, se hiciera en la Argentina. En aquel momento decíamos con audacia “no nos van a humillar en la República Argentina”. Más allá de la consigna, fue un hecho concreto, una victoria que dieron los pueblos de América.

Víctor Santamaría – Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal
Creo fundamentalmente que como trabajadores sabemos, porque hemos sufrido los distintos oleajes de la globalización y cómo eso ha pegado en el mundo del trabajo. Lo vivimos en muchos aspectos: lo vivimos en los 90, con una Argentina que tenía 25% de desocupados, una de esas oleadas que se llevaba gran parte de los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la Argentina. Me parece que en el 2005 tuvimos la posibilidad de ponerle un freno a ese oleaje. Recién decía un compañero que era poco pensado que un gobiernos se oponga a los intereses imperialistas de los Estados Unidos con respecto a la región. Creo que Néstor una vez más nos sorprendió. Muchos pueden conocerlo un poco más o un poco menos y cuál iba a ser su posicionamiento. Pero creo que nos sorprendió por la posición del Estado Argentino con respecto al ALCA sino también que se empezaba a tramar esa telaraña positiva de los gobiernos en Argentina, en Uruguay, en Brasil, en Chile, en Paraguay. Creo que eso empezaba a armarse de una forma que teníamos una oportunidad histórica. Creo que nos sirvió al tiempo de la historia ver cómo esa posición logró también poder tener y construir en nuestra región una mirada mucho más latinoamericana de lo que se veía y se tenía hasta ese momento.

Bárbara Figueroa – Secretaria General de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile

A mí me tocó como joven universitaria vivir parte de ese proceso. Pero nos tocó, lo recuerdo de manera muy nítida, cuando en el 98 se vivió la Cumbre de los Pueblos. Si no me equivoco, la primera que se había desarrollado en la Argentina y los países hermanos. Y ese fue un minuto donde junto con todas las acciones, foros temáticos, como la Cumbre de los Pueblos como alternativa a la Cumbre de las Américas, con la presión de la llegada de Bush a nuestro país. Uno de los hechos más significativos, que hemos venido desarrollando en el marco de la Confederación Sindical de las Américas y de la Jornada Continental, fue esta fuerte alianza que se dio no solamente del movimiento sindical a nivel regional sino también con los movimientos sociales. Fue un potente vínculo donde la demanda estudiantil, del mundo sindical, del movimiento medioambiental, los movimientos de mujeres estuvieron muy fraternamente vinculados desde la diversidad de temáticas, con cada una de sus banderas, pero en una unidad que fue muy precursora con el esfuerzo que hemos hecho desde la CSA en torno a la Jornada Continental y por lo tanto la unidad de todos los movimientos sociales y las fuerzas antineoliberales para derrotar las políticas del modelo. No cabe duda que en ese marco y a 15 años de este hito para los pueblos de las Américas, si bien hay una necesidad de reivindicar este hecho no ha sido suficiente aún, esa quizás es la reflexión del presente, para contrarrestar la ofensiva de los tratados de libre comercio. En lo más reciente, el acuerdo Unión Europea y Mercosur. Tenemos un nudo a resolver, que estas políticas de integración, como algunos las entienden, pero que son más bien políticas de dominación económica y de acuerdos única y exclusivamente comerciales, trasciendas esas barreras y se transformen en espacios de efectiva simetría de poder entre los poderes económicos y por supuesto el rol del movimiento sindical.

Gerardo Martínez – Secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación General de Trabajadores de la Argentina

La integración en el proceso mundial tiene una definición a partir de los protocolos de negociación y de institucionalización del diálogo social. Si uno ve otras experiencias, particularmente en Europa, de lo que era la Comunidad Europea a ser la Unión Europea, con todos los avances que se produjo en ese continente, estuvo siempre a la par, con la presión y el ejercicio de la representación de la voz de los trabajadores y trabajadoras y la sociedad civil. Protocolos de negociación que se planteaba en cada ámbito del proceso de unificación e integración. Creo que lo importante a remarcar es que nuestro problema no es la integración sino cómo se hace y de qué manera la discutimos. Si tenemos una mesa institucionalizada de manera hemisférica, pero que genere una práctica en la contundencia que cada uno de los países pone en vigencia, donde los trabajadores somos parte de esa mesa donde se constituye el debate estructural de cómo se distribuyen los ingresos y cómo se da participación para que los trabajadores mejoremos nuestras condiciones sociolaborales, nuestra capacidad de ingreso, indudablemente las cosas van a ser diferentes. Ahora, si el planteo va a ser de avanzar sin tener en cuenta la voz de los trabajadores y de la sociedad civil, indudablemente, vamos a generar una resistencia tal como generamos el no al ALCA.

Pedro Wasiejko – ex secretario de Relaciones Internacionales de la CTA
Fue un día glorioso, en el que de diferentes lugares y sectores, incluso sin entender el conjunto pudimos llevar a un punto que terminó en esa foto de estos cinco presidentes que le dijeron NO a Bush en la cara. Eso fue producto de 10 años de acumulación. O, de alguna manera, de 100 años de construcción política del movimiento sindical, político y social que de alguna manera apuesta a que nuestros pueblos tengan autonomía. Me siento muy orgulloso de haber estado en la función de secretario de Relaciones Internacionales en esa etapa de la CTA unida. Y también compartir los primeros pasos de unidad con la CGT en ese momento. Creo y estoy convencido de que hicimos un gran trabajo. Creo y estoy convencido de que tenemos un gran trabajo por hacer todavía.

Rafael Freire - Confederación Sindical de las Américas
Compañeros y compañeras, es una memoria histórica que produjo el movimiento más poderoso que tuvimos en este período y que produjo nuestro movimiento sindical de hoy. Que nos enseñó muy fuertemente: hay que organizar, resistir, luchar, actualizar programáticamente. La unidad se hace con los hechos, no con los gritos. La unidad es posible cuando tenemos coincidencia programática también y cuando se construye. Esta unidad se construye cuando el movimiento sindical paró de decir “democratizar el ALCA” y empezó a decir “no al ALCA”. Es muy importante para que no olvidemos la presión que tenemos hoy. Porque el ALCA fue sustituido por los TLC. Hoy el FMI tiene una nueva memoria. Entonces el movimiento sindical tiene que estar muy claro de que hay una memoria de construcción y una disposición para adelante.

Roberto Baradel -Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA-T

Compañeros, estamos exultantes con la jornada porque fue el primero de cuatro paneles que vamos a tener. El sentido de recordar los 15 años del ALCA no era recordarlo nada más sino ver cómo construimos unidad de la clase trabajadora, de los movimientos sociales, de los partidos políticos, de estar con los ex presidentes. Poder articular ese diálogo. Nos falta mucho pero estamos dando un paso enorme. Le agradezco a los compañeros de Chile, de Ecuador, de Uruguay; a Rafael Freire de la CSA y a nuestros compañeros de la CGT y las diferentes vertientes de la CTA. Porque somos parte de la clase trabajadora. Creo que tenemos que seguir construyendo en este sentido, no para ser nostálgicos y recordar las anécdotas, porque eso acaricia el alma, nos da mística; sino que nos tiene que dar la convicción, las fortalezas para poder vencer de aquí para adelante. Vencer significa reconstruir la Patria Grande. Para eso tiene que haber unidad de la clase trabajadora, de los movimientos sociales de los partidos políticos populares y del conjunto de nuestros pueblos. Y el movimiento obrero tiene un rol fundamental en la articulación de esa integración.

Aquí pueden volver a ver la transmisión de esta charla

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