Fuente: Página/12

Yamile Socolovksy, secretaria de Relaciones Internacionales de Conadu y de Investigaciones de la CTA de los Trabajadores, detalló la avanzada contra los gremios en general y los docentes en particular.

El gobierno argentino fue denunciado ante la Unesco por falta de diálogo y práctica antisindical ayer, en la sesión de la Comisión de Educación, por representantes de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) y Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu).

“Una genuina cultura del diálogo no puede prescindir de la voz de los y las docentes para la elaboración de la política educativa, tanto a nivel nacional como a nivel global. Esa voz, que algunos gobiernos, como el de mi país, desprecian, y procuran desacreditar y silenciar (tal como hemos denunciado ya ante la CIDH) es colectiva y legítimamente representada por los sindicatos”. Con esas palabras, pronunciadas durante la 39ª Asamblea de la Unesco en París, Yamile Socolovksy, secretaria de Relaciones Internacionales de Conadu y secretaria de Investigaciones de la CTA de los Trabajadores, hizo referencia a una creciente avanzada contra los gremios. “Señalamos que el gobierno argentino está embarcado en políticas de hostigamiento de los sindicatos, una actitud que encara explícitamente desde distintos frentes, que tiene relación directa con los intentos de avanzar hacia una reforma laboral en perjuicio de los trabajadores”, indicó Socolovsky. Y también sostuvo que “es necesario que los gobiernos involucren a los sindicatos en el diseño, debate e implementación de toda política educativa”. 

El ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiario, usó parte del tiempo destinado a su exposición ante la Unesco para afirmar que los sindicatos no representan el interés general y señalarlos como los responsables del “desorden que tiene el sistema educativo”. La línea discursiva que había expresado dos días atrás en una entrevista de Clarín, donde apuntó directamente contra Ctera: “Algunos gremios docentes, como Ctera, representan el conservadurismo del que defiende el statu quo, la burocracia sindical. Se oponen a los cambios. Si usted lee lo que publican o lo que dicen, tiene color sepia y olor rancio. Es un discurso de hace 25 o 30 años”.

Estas declaraciones provocaron que representantes de otros países se acercaran a la delegación argentina para interiorizarse sobre la situación. “Los colegas de otras latitudes estaban sorprendidos porque además de haber escuchado mis declaraciones, no podían creer lo que le escucharon decir ante la Unesco a nuestro ministro de Educación, que fue el único en usar tiempo de su discurso para explayarse en contra de representación sindical. Dijo que durante años anteriores los sindicatos habían sido obstáculos para el desarrollo de las políticas públicas tendientes a mejorar la educación”, relató Socolovsky a PáginaI12.

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