“La maternidad será deseada o no será”, decía el cartel que dos chicas sacaron de una mochila para pegar en la pared de la estación. Ya era el mediodía y los pasajeros que esperaban la llegada del subte vieron avanzar por los andenes, detrás de las chicas del afiche, un inesperado despliegue verde: en cuestión de segundos, repartiendo volantes, coreando consignas, cientos de mujeres coparon el más masivo de los medios de transporte porteño.