Desde el Consejo Directivo de ATE Capital nos vemos en la necesidad de informar que hace aproximadamente dos meses, una compañera militante de esta organización denunció haber sido víctima de un hecho de violencia gravísimo perpetrado por un delegado de ATE Capital que tuvo un rol relevante en las tareas del sindicato.

“Cada denuncia tiene un doble plano. Individualiza, porque se trata de una persona con nombre y apellido que atacó, que debe responsabilizarse por sus actos, pero en el mismo movimiento señala la trama social en la que se inscribe esta conducta, el carácter sistemático del patriarcado, la socialización que prescribe formas de actuar. La denuncia señala responsabilidad individual y enjuicia el orden social que ampara y solicita esas conductas, que naturaliza las violencias y condena la rebelión”. (María Pía López)

Ante esta denuncia se definió la suspensión del denunciado por noventa días, de acuerdo a lo que indica el artículo 11 del Estatuto de nuestra organización. Con el fin de generar las condiciones necesarias para garantizar la imparcialidad, se dio intervención a la Secretaría de Géneros de la CTA de los Trabajadores y se puso a disposición de la Justicia interviniente. Hoy nos encontramos a la espera de las conclusiones a las que se arribe una vez finalizado dichos procesos.

Ante los debates suscitados en el seno del sindicato durante los últimos tiempos, y especialmente ante discusiones desarrolladas sobre el tratamiento de este caso puntual, debemos reafirmar que el Estatuto de nuestra organización carece fuertemente de perspectiva de género incluso en las disposiciones que prevé el Régimen Disciplinario.

Esta conclusión, a todas luces inapelable, nos interpela para iniciar un proceso de evaluación y modificación del mismo, que incorpore nuevas formas de Justicia y reparación, que contemple mecanismos de prevención y alerta, y nos permita avanzar hacia la construcción de espacios libres de violencia machista.

Es nuestra intención dejar clara la postura de la organización en cuanto al accionar frente a estos hechos de violencia. Este comunicado también implica una acción preventiva para dar un mensaje claro de que tales acciones no van a ser toleradas. Nuestro objetivo principal debe ser proteger, reparar y acompañar a quienes hayan sufrido violencia y preservar sus espacios de militancia para que no deban ser ellas quienes se alejen.

Por último, a partir de las recomendaciones que surjan del proceso que lleva a cabo la Secretaría de Géneros de la CTA de los Trabajadores sobre este caso, tomaremos las medidas necesarias para que haya una respuesta que esté a la altura de las demandas y necesidades de todas y todos los afiliados de ATE Capital. A su vez, nos comprometemos a establecer como prioridad urgente la elaboración, puesta en consideración e implementación de un Protocolo Interno de Intervención frente a la Violencia de Género.

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