Homenaje a Carlos Mugica

He pedido la palabra para hacer un homenaje al cura de los pobres, al cura de los obreros porque hoy, 7 de octubre, Carlos Mugica cumpliría 90 años.

Ese hombre, que fue hijo de una familia adinerada, que abrazó la fe, conjugó esa fe que lo convirtió en cura con un rotundo y fuerte compromiso con los pobres, con la causa de la dignidad y que fue parte de la militancia juvenil del Movimiento Peronista.

Su lugar de batalla fue una parroquia, la parroquia de Cristo Obrero en la Villa 31. Definió como un insulto a la condición humana la codicia de los que acumulan riqueza en mares de pobreza y hoy, en esta Argentina lacerada, con las últimas estadísticas en las que el 56% de la infancia es pobre, tiene más vigencia que nunca la palabra y el ejemplo del cura Carlos Mugica.

Fue además un comprometido luchador y defensor de las causas obreras, del movimiento sindical. En el año 1969, a finales del trienio de Onganía, se declara el estado de sitio y en el plan de lucha de la CGT de los Argentinos, el gobierno de Onganía clausura esa CGT y dicta la orden de detención y arresto para Raimundo Ongaro y Agustín Tosco, los dos dirigentes emblemáticos de esa CGT de los Argentinos. Ahí, Carlos Mugica fue, desde la Iglesia, uno de los curas que alzó la voz para pedir el respeto al movimiento sindical y la libertad y las garantías de vida para esos dos grandes dirigentes sindicales.

Quiero leer algo que se convirtió en un himno para todo el movimiento de curas del Tercer Mundo y hoy sigue siendo un himno que se repite en las villas donde hay curas comprometidos con el pueblo. Mugica escribió esta oración que dice: “Señor, perdóname, por decirles no sólo de pan vive el hombre y no luchar con todo para que rescaten su pan”.-

Más que nunca Presente el cura Carlos Mugica.

(*) Secretario General de la CTA de lxs Trabajadorxs y Diputado Nacional