La CNPT realiza este segundo congreso bajo el lema: “Para promover el trabajo y la producción, verdaderos pilares de la recuperación nacional”.

Este congreso se lleva a cabo de manera presencial y también virtual. Estamos superando la pandemia y podemos volver a encontrarnos, con todos los protocolos y cuidados mediante, con el conjunto de dirigentes de las organizaciones que conforman nuestra corriente, para debatir los desafíos que nuestro país tendrá por delante en esta nueva etapa.

El proceso electoral...

También es un momento muy especial, ya que estamos inmersos en plena campaña electoral y queremos hacer oír nuestra voz y contribuir, con propuestas concretas, a enriquecer el programa electoral de los candidatos del Frente de Todos. No se trata sólo de aspiraciones o reivindicaciones sectoriales, también necesitamos imperiosamente que en algunos casos se profundice el rumbo trazado por el gobierno nacional y en otros se asuman cambios estructurales que permitan atender adecuadamente con políticas públicas de alcance estratégico, los objetivos que revitalicen y expandan la pequeña y mediana producción agraria, industrial y de servicios, para democratizar, fundamentalmente, la producción de alimentos.

Somos conscientes que a la pandemia económica heredada del macrismo se le sumó el covid-19, lo cual impidió que el gobierno desplegara el conjunto de medidas que había propuesto en las elecciones del 2019.

Con mucho esfuerzo se encaró la tarea de reconstrucción del aparato sanitario, y con justa razón se privilegió la salud pública centrada en un exitoso plan de vacunación que nos está permitiendo dejar atrás esta dolorosa etapa.

La asistencia del Estado fue clave para los sectores de menores recursos, pero también para las empresas, pagando sueldos y otorgando créditos subsidiados que contribuyeron a sostener el empleo y minimizar la caída de la producción.

Se logró mantener una gran parte de la capacidad instalada de las empresas, con niveles muy afectados por la crisis de años anteriores.

Aun así, el sector que representamos resultó muy afectado, y las políticas públicas hacia el mismo fueron insuficientes.

Importantes debates..

Igualmente, en medio de la crisis, la sociedad argentina comenzó a realizar importantes debates en torno a temas cruciales para el futuro de nuestro país.

La estafa del grupo Vicentin mostró la necesidad de contar con una empresa estatal testigo en el rubro de las exportaciones agropecuarias, así como la presencia del estado en el manejo de la navegación del Río Paraná y la reconstrucción de una flota naval nacional, se han convertido en reclamos populares.

La pandemia mostró la necesidad de modificar nuestro múltiple sistema sanitario para hacerlo más eficiente a la hora de enfrentar estos desafíos que podrían llegar a repetirse en el futuro.

La discusión del endeudamiento, al que hemos vuelto a ser sometidos, así como el precio de los alimentos debido a la concentración en su producción, distribución y venta, son principales preocupaciones del pueblo argentino.

Todos estos debates se están dando dentro de un marco de dura lucha política y social entre dos proyectos de país antagónicos y que se expresan a diario en los graves problemas que hoy enfrenta la nación.

El aumento en los precios de los alimentos...

Nos preocupa el incesante aumento de los precios de los alimentos y otros artículos de primera necesidad para amplias capas de trabajadores, lo que ha erosionado su capacidad de compra y con ello la reactivación del mercado interno.

En la puja distributiva, las grandes empresas concentradas en la producción, distribución y venta han incrementado sus ganancias, con el consecuente empobrecimiento de amplias capas de la población. Y este aspecto, no solo está reflejado en el precio de los alimentos, también en una enorme cantidad de insumos y servicios que adquieren las pymes.

Esta situación nos desalienta en la noble tarea de producir. Porque consideramos que podemos ser parte de la solución que neutralice el nefasto papel de los monopolios en nuestro país, necesitamos estar acompañados por políticas públicas activas, permanentes, generosas hacia un sector que está dispuesto a poner el hombro en la recuperación del país.

Somos capaces de expandir rápidamente la oferta de todo tipo de productos para el consumo y la exportación, y con ello multiplicar las oportunidades de empleo genuino para nuestro pueblo. La Argentina tiene extraordinarias oportunidades para crecer y lograr mejorar el ingreso de su población.

Pero es necesario profundizar los cambios. Creemos en la acción del Estado liderando las reformas estructurales. Aspiramos a ser socios de lo público, potenciando nuestra capacidad de trabajo con el poder de gestión y financiamiento del Estado.

Por ejemplo, recientemente hemos propuesto en un detallado documento la creación de una Compañía Federal de Alimentos, que actúe como empresa testigo, promotora y articuladora de la producción de cientos de pequeñas y medianas empresas de la ciudad y el campo; fomentando la relocalización de la producción en las economías regionales del interior.

Se abren grandes posibilidades para la Argentina...

Estamos seguros que superada la pandemia y garantizando un resultado electoral que cierre cualquier posibilidad de volver al pasado neoliberal, se abren para la argentina importantes oportunidades para iniciar un camino de crecimiento y de mejoras económicas para su población.

En este sentido será crucial afianzar nuestra estrategia geopolítica con aquellas naciones que procuran la paz y el beneficio mutuo. Avanzar con soberanía y sin prejuicios en nuestros vínculos con la República popular China, nos brindará las inversiones y el intercambio científico tecnológico imprescindibles. Debemos profundizar nuestros vínculos económicos y sociales con los países hermanos de la América Latina y el Caribe que empiezan a desandar los gobiernos neoliberales que los llevaron a la debacle económica y social que hoy padecen. Los avances populares en Chile, Perú, México y el Brasil de Lula que se viene, recrearan un marco de oportunidades económicas que apalancarán la recuperación de nuestro país.

En este contexto estamos desarrollando nuestro segundo congreso. Es una oportunidad inolvidable para volver a encontrarnos y proponer acciones y proyectos que revaloricen el trabajo de nuestras empresas familiares, cooperativas y recuperadas.

No bajamos los brazos. Sabemos lo que nos hace falta para progresar, sin asistencialismos, dentro de un verdadero proyecto nacional y popular del que nos consideramos parte.

Estamos dispuestos a acompañar, a participar; a proponer. Nuestro Congreso es una expresión de ese deseo, de la pluralidad y diversidad de nuestro espacio, de la voluntad de salir adelante, pese a todas las dificultades que hoy se presentan.

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