Nota de opinión de Hugo Yasky, Sec. Gral. de la CTA Nacional y Alejo Demichelis Sec. de Prensa de Ctera. Publicada el domingo 19 de octubre en Miradas al Sur.

Nació en la época donde los únicos privilegiados eran los niños.
Hija de un afiliado del gremio de los marinos mercantes, de profundas convicción peronistas, que afirmaba que luchar por la utopía social valía toda la vida.

Ya a sus 24 años, Argentina había sufrido tres golpes de Estado y aquellos derechos habían sido pulverizados.

Stella estudió en la Escuela Normal número 2 de La Plata. Era la más linda de la división y siempre estaba en el cuadro de honor, confiesan sus compañeras de estudios.

En su juventud fue militante de la juventud trabajadora peronista. De la zona norte. Y fue en esa época que el padre de su primer hija cayó asesinado por las balas de la triple A.

Trabajó en DINEA, Dirección Nacional de Enseñanza del Adulto, en el Plan CREAR, que fue revolucionario para la década de los 70.

Fue fundamental en la constitución de SUTEBA – Sindicato Ünico de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires – en los años 80.

En los 90 participó activamente en la resistencia al modelo neoliberal, siendo ayunante en la Carpa Blanca que CTERA instaló frente al Congreso de la Nación por 1003 días.

Stella Maldonado fue una espada en los debates intelectuales, pedagógicos y políticos que se daban en nuestra organización CTERA, en la CTA y en la Internacional de la Educación de la cual formaba parte como miembro de su Comité Ejecutivo. Fue una de esas militantes integrales en las que se conjuga la rara virtud de la acción y las ideas.

Stella fue clave en la gestación de la Ley Nacional de Educación que le permitió al gremio de los docentes CTERA saldar las cuentas con el neoliberalismo con la derogación de la Ley Federal de Educación y la nueva sanción de una Ley Nacional, lo que constituyó uno de los momentos más altos de la implementación de políticas públicas, concretando la iniciativa del presidente Néstor Kirchner con el aporte colectivo del gremio de los docentes.

Fue en el debate vehemente de esos años -signados por la tensión entre quiénes veían en el kirchnerismo sólo una suerte de enmascaramiento para usurpar las banderas populares y quienes afirmaban su compromiso con el proyecto iniciado en 2003- en que Stella aportó una mirada superadora planteando su mirada acerca de la caracterización de la etapa histórica constituída por gobiernos surgidos de las resistencias populares a las políticas neoliberales de los 90.

Stella formuló la perspectiva de la etapa histórica que trascendía las fronteras nacionales y ponía en el mismo cause transformador las gestas populares lideradas por Hugo Chávez, Lula, Correa, Evo y otros representantes de América Latina.

Stella se conmovió cuando el Presidente en el 2004 - en la ex ESMA - dijo: ”Vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia tantas atrocidades”, frase que para ella fue la refundación de la democracia.

Su militancia abarcó los derechos humanos – era miembro del CELS -, la acción sindical educativa y los temas relacionados con la justicia social.

Su incidencia en la disputa ideológica del proyecto educativo trascendió las fronteras de Argentina siendo invitada a Congresos Educativos de América Latina y el mundo. Stella fue una pieza clave en la articulación del Movimiento Pedagógico Latinoamericano.

Stella Maldonado se caracterizó por la firmeza y coherencia de sus posiciones sin dejar nunca la ternura que la pintaba como una mujer con una condición humana incomparable.

En su despedida se vio reflejado un abanico de personalidades y organizaciones con las que ella supo accionar y comprometerse: organismos de derechos humanos, militantes barriales, sociales, políticos, del arco académico y pedagógico, de la cultura…

No fue extraño ver a muchos jóvenes, Stella le daba una importancia fundamental a la juventud, a su participación, al debate. Era una joven entre los jóvenes que la respetaban y la querían como una referente a la que recurrían. El secreto de su lozanía intelectual radicaba en su profunda convicción de que “no hay perdón para quien no sepa apropiarse de su tiempo, sin importar si se tienen 16, 40 o 65 años”.
Stella Maldonado estará siempre en la memoria de las trabajadoras y trabajadores de la educación, en los organismos de derechos humanos, en los jóvenes, en aquellos que día a día construyen un mundo mejor.

Stella Maldonado dejó en todos nosotros una huella en estos nuevos tiempos, que ella definía así:
"De algo estoy absolutamente segura y es que nos merecemos este nuevo tiempo que ayudamos a parir y que vamos a seguir ayudando a crecer....”

Sus amigos, sus compañeros de ruta de la CTERA y de la CTA vamos a extrañar su palabra clara y profunda, su muestra de afecto, su abrazo oportuno…. pero al mismo tiempo, como dijimos el día que la despedimos Stella, va a seguir presente porque sus aportes -como ha sucedido con otros grandes militantes del movimiento obrero- continuarán iluminando el devenir de nuestras luchas. …por eso repetiremos una y otra vez:

“¡Stella Maldonado, Presente ! “

Hugo Yasky – Secretario General de la CTA Nacional –
Alejandro Demichelis – Secretario de Prensa de CTERA -

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