DIARIO PÁGINA 12

Un fallo clave para definir el futuro de la CTA

El sector que encabeza Hugo Yasky obtuvo un fallo favorable a su cuestionamiento a los comicios convocados por el sector que lidera Pablo Micheli. La Cámara consideró que esa elección no fue válida porque no se respetó el estatuto sindical.

Por Laura Vales

Aunque ya nadie en la Central de Trabajadores de la Argentina conseguiría ocultar que la organización está irremediablemente partida, los sectores que lideran Hugo Yasky y Pablo Micheli tienen todavía que dirimir un aspecto pendiente de la ruptura: cuál de las dos líneas sindicales quedará reconocida formal y legalmente como la CTA. En esta pelea, Yasky acaba de lograr un fallo favorable de la Justicia. La Cámara de Apelaciones del Trabajo anuló las elecciones complementarias realizadas el pasado mes de diciembre por Micheli, y ordenó que se vuelva a votar en 54 mesas para así definir a quién le corresponde quedar a cargo de la organización sindical. Los habilitados para sufragar nuevamente son cerca de 200 mil afiliados. De ese total, los que efectivamente participaron en la interna fueron el diez por ciento. La diferencia que acumula Micheli (la lista Germán Abdala) a su favor está por debajo de ese número, en los 12 mil votos.

Ayer, tras conocer la resolución judicial, Micheli la calificó como “una vergüenza” y a los camaristas que la dictaron de “adictos al Poder Ejecutivo”. Dijo también que está seguro de que la tendencia que lo puso primero es irreversible. Yasky, por su parte, contestó que la Cámara “dejó en claro que la elección que hizo Micheli fue una truchada” y anticipó que, una vez que el padrón “sea depurado y se dé a todos los afiliados la posibilidad de votar”, los votos lo favorecerán a él. De todos modos, el futuro de la CTA no tendrá que ver con este tipo de cálculos matemáticos, sino con la cuestión política de si las partes pueden llegar a un acuerdo para organizar conjuntamente la elección. En las organizaciones gremiales el voto no es obligatorio, y en el modelo sindical argentino tampoco lo es la permanencia dentro de ningún espacio. Se trata de si se comparte un proyecto para dirimir luego, en la interna, quién lo conduce. Las primeras señales tras este fallo volvieron a mostrar, en cambio, las diferencias que separan a las dos CTA.

Micheli llegó a hablar incluso, en su primera reacción, de crear una nueva organización. Horas más tarde aclaró que sí quieren participar, aunque lo condicionó a que sea convocada dentro de los próximos 40 días. La postura de Yasky es que debe tomarse el tiempo necesario para garantizar la trasparencia del proceso; que hay que depurar el padrón y pasar por el paso de las tachas y enmiendas. El gran riesgo para los dirigentes es quedar en el papel del responsable de haber roto la organización.
El motivo

El fallo de la Sala IV de la Cámara laboral, con las firmas de los jueces Héctor Guisado y Silvia Pinto Varela, hizo lugar a un planteo formulado por la Lista de Todos (Yasky), que se quejó de que sus adversarios habían llamado a las elecciones complementarias de diciembre pasado con una votación de la Mesa Nacional en la que no alcanzaron la mayoría de votos requerida legalmente. El problema es que en la Mesa hay un empate, cada grupo tiene la misma cantidad de votos; en aquel momento eran 17 para cada lado.

El día en que la agrupación de Micheli convocó a las complementarias ahora anuladas –fue en la última reunión de la Mesa Nacional del 25 de noviembre pasado– fue porque consiguieron una mayoría de 17 votos frente al yaskismo, que juntó sólo 16. Los camaristas, en su resolución, señalaron sin embargo que esos 17 votos no eran suficientes, ya que para tomar una decisión se requieren la mitad más uno de los integrantes del órgano de conducción, es decir 18.

El estatuto de la CTA, citó la Cámara, establece una Mesa Nacional de 35 integrantes. Para “sesionar legalmente”, continuaron glosando, debe contar “con la presencia de la mitad más uno de sus miembros”. Finalmente, apuntaron que “sus resoluciones deben ser adoptadas por simple mayoría”. La conclusión es que la convocatoria de Micheli, hecha con 17 votos y no con 18 o más, fue nula. Aquellos comicios se realizaron el 9 de diciembre, y en ellos no participaron los sindicatos encolumnados con Yasky.

Tras la votación, la lista de Micheli se autoproclamó vencedora. Sus adversarios, a su vez, en base a un dictamen del Ministerio de Trabajo que les prorrogó el mandato, también reclamaron para sí la conducción. Desde entonces, las dos CTA se disputan el título. El conflicto fue a la Justicia. La primera instancia había favorecido a Micheli, al contrario de ésta.

La ruptura no sólo reflejó cómo los gremios de la CTA se habían posicionado y polarizado frente a la gestión del gobierno nacional, la lista 10 en apoyo al modelo, la Germán Abdala nítidamente opositora, sino que también dejó abierto un interrogante sobre las prácticas internas de la Central alternativa.

En el plano legal queda abierta la posibilidad de que la resolución sea apelada. El abogado de la lista 1anticipó por otra parte que su sector evalúa, en el caso de que Yasky no convoque a elecciones dentro de los 40 días, judicializarlo. El contraargumento desde las oficinas del dirigente docente es que fueron sus adversarios “los primeros en recurrir a la Justicia” y que ahora, entonces, deben aceptar la resolución.

En su fallo, la Cámara aclaró que su decisión no implica “consagrar a ninguna lista” como ganadora de la interna. Esa será una “decisión que adoptarán oportunamente sus afiliados a través de sus votos”, indicaron los camaristas.

DIARIO TIEMPO ARGENTINO

Decretó nula la elección complementaria del 9 de diciembre pasado

CTA: la justicia falló a favor de Hugo Yasky y ordenó que se vuelva a votar

Desde el sector de Pablo Micheli conminaron a que la convocatoria se realice dentro de los próximos 30 días. El referente de ATE cargó contra el gobierno nacional y el Ministerio de Trabajo, y no descartó abandonar la central.

La Sala IV de la Cámara Nacional del Trabajo resolvió ayer, por unanimidad, anular las elecciones complementarias de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) realizadas el pasado 9 de diciembre por el sector que controla Pablo Micheli y ordenó que se realicen nuevamente. Las elecciones internas provocaron una fuerte crisis que puso a la central al borde del quiebre luego de que los sectores liderados por Hugo Yasky, que iba por la reelección como secretario general, y Micheli, titular de ATE, se proclamaran cada uno a su vez vencedor, en medio de cruzadas denuncias de irregularidades.

El 23 de septiembre Micheli se había impuesto por cerca de 11 mil votos, pero tras las denuncias el resultado quedó abierto. Es que cerca de 220 mil trabajadores de Misiones, Mendoza y Tucumán, de las localidades bonaerenses de Esteban Echeverría y Ezeiza y de otras 50 mesas de San Juan, Salta, Jujuy, Catamarca, Córdoba, Santa Fe y Santiago del Estero serán convocados nuevamente a las urnas para elegir a las autoridades nacionales.

Los camaristas dictaron la nulidad del proceso electoral debido a los “vicios en la convocatoria” a las elecciones complementarias, pero aclararon que su decisión no implica consagrar a ninguna lista como ganadora para asumir en la central y ordenaron que se hagan nuevos comicios, cuya fecha deberá fijar la propia CTA.

Horacio Meguira, abogado que representa al sector de Micheli, explicó que “se va a acatar el fallo si la convocatoria a elecciones se realiza dentro de los próximos 30 días”. Sin embargo Roberto Baradel, secretario general de la CTA Provincia de Buenos Aires, explicó en diálogo con Tiempo Argentino que quedan muchas cosas por resolver, como los padrones y la Junta Electoral, razón por la cual parece improbable que la convocatoria se realice en tan poco tiempo.

Micheli cargó con dureza contra los jueces y calificó el fallo como “una vergüenza”. “Como yo no soy afín a este gobierno evidentemente no puedo ser secretario general de la CTA para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y mucho menos para estos jueces que son adictos a este Poder Ejecutivo”, disparó. Visiblemente molesto por el fallo, Micheli adelantó que está evaluando apelar a la Corte Suprema o incluso abandonar la CTA y crear una nueva central de trabajadores. “Creemos que a esta altura, después de un año, es una vergüenza que nos digan que hay que votar de nuevo. Si seguimos así, nos van a hacer votar 14 veces”, sentenció.

En su fallo, los jueces Héctor Guisado y Silvia Pinto Varela indicaron que “no hay dudas de que la reunión del 25 de noviembre (en la que se definió la convocatoria a elecciones) carecía del número mínimo indispensable para que pueda ser considerado que estaba funcionando la Comisión Ejecutiva Nacional”. En esa reunión el sector de Yasky no participó ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo acerca de los padrones que se utilizarían en las complementarias.

Por su parte, Yasky evaluó que “es un fallo que para nosotros como CTA es extraordinario porque nos pone en el camino de poder recuperar la práctica de la democracia sindical” y “ratifica la vigencia de la prórroga de mandatos hasta tanto se pueda hacer nuevamente la elección”. El referente de CTERA explicó además que “este es un fallo que no tiene disidencia y en el que se ratifica que hubo fraude en la elección de la CTA, que el comicio complementario viciado de nulidad fue simplemente un simulacro electoral. El dictamen es reparador de la injusticia que se había cometido.”

Para Yasky, a Micheli sólo le quedan dos opciones: “O acepta una elección limpia, o da un salto al vacío. Anunciar que fractura la CTA es reconocer que cuando se haga una elección limpia, él no puede ganar.”

Tiempo Argentino

Portada del sitio || Noticias || La CTA || Así reflejaron los medios el fallo