La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-T) participó de la Delegación Sindical Internacional de Observación Electoral para acompañar las elecciones presidenciales de Colombia, del pasado domingo 29.
Allí estuvo el secretario de Contabilidad y Finanzas de esta Central, Eduardo Pereyra, quien participó de la convocatoria hecha por la Confederación Sindical de las Américas (CSA) representando a la Argentina. También estuvieron representantes de la Central Única de Trabajadores de Brasil (CUT) y de la UNIFOR de Canadá, además del responsable político de la misión y miembro de la CSA, Iván González Alvarado.
Se trató de una comitiva de unos 400 observadores electorales, provenientes de todo el mundo, que tuvieron como misión el seguimiento del proceso electoral. Según señala Pereyra: “en nuestro caso, se trató de acercarnos a Corferias, un centro de exposiciones en Bogotá, donde se concentra la mayor cantidad de mesas y votantes. Allí había un total de 282 mesas, con un padrón de 360.000 votantes. Fuimos pasando por los distintos pabellones, viendo como votaba la gente y como se desarrollaba el proceso electoral. En base a eso emitimos un informe (ver documento adjunto) con los puntos a destacar y las observaciones a considerar para la segunda vuelta”.
Luego, más específicamente sobre la misión observadora, el dirigente de la CTA-T detalla: "La observación de las urnas fue el domingo, pero previo a eso mantuvimos distintas reuniones con todos los organismos encargados de la elección: el Ministerio de Defensa, el Puesto de Mando Unificado de Bogotá, con la Registraduría. También con las centrales sindicales de Colombia y las demás misiones de observación que se acercaron desde distintos ámbitos".
Consultado por las denuncias de compra de votos que fueran difundidas las últimas semanas, Pereyra sostuvo: “Nosotros como observadores denunciamos que la compra de votos en muchas zonas de Colombia, sobre todo las no urbanas, es un hecho a simple vista. Planteamos que el estado tiene que hace algo porque no se puede negar masivamente que eso sucede. Es un sistema electoral muy poroso que ha mejorado mucho esta vez. Recordemos lo que sucedió en marzo, cuando aparecieron 30.000 mesas con cero votos para Pacto Histórico y luego de revisarlas, a pedido y con muchas dificultades, aparecieron más de un millón de votos, cosa que hizo que consiguieran tener cuatro legisladores más. Esta elección estuvo más controlada a nivel nacional e internacional”.
En ese sentido, la misión de la que participó la CTA-T se realizó por primera vez en esos términos: “Fue un pedido de las centrales colombianas, la CTC y la CUT que le solicitaron a la CSA una observación electoral por parte de las centrales sindicales. Se trató de una experiencia sumamente positiva. Con los compañeros de toda la misión coincidimos en que debiéramos repetir esta instancia ante próximas elecciones de la región, incluido el ballotage en Colombia. Debería ser una constante en América Latina dar apoyo a las centrales sindicales locales en los procesos electorales”, indicó Pereyra destacando la importancia de la delegación.
Cabe destacar que en el país caribeño el voto no es obligatorio sino voluntario. Así, el domingo pasado resultó ganador Gustavo Petro, por Pacto histórico, con un 40,32% de los votos, mientras que Rodolfo Hernández de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, con un 28.15% y Federico “Fico” Gutiérrez, apoyado por la derecha tradicional, obtuvo poco más del 24% de los votos. De esta manera, Petro se convierte en el primer candidato de orientación progresista en obtener un triunfo en una primera vuelta en la historia de Colombia. Tampoco nunca había sucedido que de los dos partidos tradicionales que se alternaron el poder históricamente, ninguno llegue a pasar a segunda vuelta, porque recordemos que si bien Hernández sería una figura de derecha, se presenta como un outsider, ajeno a los partidos políticos.
Al respecto, Pereyra agrega: “A ese ballotage llega un partido de centro izquierda, el de Petro, con una agenda progresista y de justicia social, y el de Hernández, con una campaña que no dice nada más que frases hechas y consignas sin profundidad. Hernández da esa idea de estar fuera del establishment a pesar de que fue alcalde de Bucamaranga. También los medios de comunicación, fueron en ese sentido cuando dieron el resultado como una proeza suya. Uno miraba las emisiones del domingo y no se hablaba de que había ganado Petro, sino de la hazaña de Hernández, dando cuenta de hacia dónde van a dirigirse estas semanas que quedan para el ballotage”.
Luego, Pereyra, que también es Secretario de Relaciones Internacionales de CTERA afirmó: “Inmediatamente toda la derecha se alineó para apoyar a Hernández bajo la consigna hay que “salvar” a Colombia, como que si un triunfo de Petro fuera la destrucción del país, cuando siempre gobernó la derecha y el resultado es lo que hoy es Colombia: con 46 % de pobres, uno de los países más desiguales del mundo, riqueza concentradísima en pocas manos y bolsones gigantes de pobreza extrema, con niveles de violencia inéditos para la región. El desafío es enorme para Petro porque tiene que sumar muchas más voluntades para llegar seguro a la presidencia. Es una parada dificil, porque si uno analiza políticamente va a haber muchos votos anti-Petro de todos lo que votaron a Fico y los que dicen que no hay otra alternativa que votar a Hernández. También es un desafío para las fuerzas de la región que aspiramos que Colombia se dé una oportunidad de tener un gobierno progresista, con una agenda de gobierno de conquista de derechos sociales”.