COMUNICADO DE APOYO A LA MOVILIZACIÓN SINDICAL EN ARGENTINA DEL 18 DE DICIEMBRE

La reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei supone un grave retroceso en conquistas históricas alcanzadas tras décadas de lucha sindical y social. Bajo el pretexto de la “modernización” y el ajuste económico, esta reforma precariza el empleo, debilita la negociación colectiva, reduce derechos fundamentales y traslada el peso de la crisis a las espaldas de la clase trabajadora, mientras se favorecen los intereses del gran capital y de los sectores más privilegiados.

Desde la Confederación Intersindical denunciamos que no puede haber democracia real ni desarrollo justo sin trabajo digno, salarios decentes, estabilidad laboral y derechos sindicales plenos. Las políticas de ajuste, desregulación y recorte del Estado social solo generan más desigualdad, pobreza y exclusión, y erosionan la cohesión social.

Por ello, saludamos la unidad de acción de las centrales sindicales argentinas y reconocemos su papel fundamental en la defensa de los derechos laborales, de los servicios públicos y de la soberanía social del país. La movilización del 18 de diciembre es una respuesta legítima y necesaria frente a un proyecto que pretende desmantelar derechos y silenciar la voz de las trabajadoras y los trabajadores.

Desde el ámbito internacional, reafirmamos que la lucha del movimiento sindical argentino es también nuestra lucha. Los derechos laborales no son un privilegio: son derechos humanos fundamentales y deben ser defendidos en cualquier lugar del mundo.

Toda nuestra solidaridad con la CGT, la CTA-A y la CTA-T.

No a la reforma laboral.

Sí a los derechos, al trabajo digno y a la justicia social.

Área Internacional de la Confederación Intersindical.