El Ministerio de Trabajo de la Nación dispuso que el número de Código Único de Identificación Laboral (CUIL) no este vinculado con un género específico, esto quiere decir que los organismos de Administración, tendrán que adecuar sus sistemas para que dichos números no se identifiquen a un género determinado.
A su vez, esto también da cuenta de que el movimiento feminista y disidente, sigue poniendo sobre la mesa transformaciones estructurales, que son necesarias para que nuestra sociedad lleve adelante una inclusión real y concreta de las personas que se perciben, se identifican por fuera de lo binario y aceptado, varón/mujer.
Diana Sacayán, activista Matancera, travesti y originaria, planteaba: "Mientras no vayamos entendiendo que somos sujetos diferentes, pero iguales, no vayamos comprendiendo al otro, a la otra, nos pongamos en su piel y vivamos lo que vive, no podemos pensarnos como sujetos transformadores de la realidad".
La disidencia sexual, nuestros cuerpos diversos no caben en ese envase binario, que solo supo construir históricamente violencias hacia nuestras identidades, somos sujetxs de derecho y los estamos conquistando.