Necesitamos más privatizaciones. Hay muchas posibilidades de soltar los frenos al crecimiento por medio de las reformas estructurales de esa naturaleza. Todo para recuperar la confianza de los mercados, todo lo hago por la firme convicción que Europa, es nuestra suerte, una suerte que tenemos que preservar. Si no estuviéramos en Europa, quizás nuestra propia generación estaría en guerra.” Quién lo dijo: Angela Merkel, la canciller alemana en una entrevista al diario El País de España, el pasado 25 de enero.

Ajuste y guerra es la nueva fase del capitalismo, la medicina que se aplica. El nuevo sistema del anarcocapitalismo financiero que domina la humanidad, como dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la última cumbre del Grupo de los 20. En 2011, toda Europa apenas creció en promedio el 0,2% del PBI. En 2010, José Luis Rodríguez Zapatero y la oposición al PP (Partido Popular) votaron en el Parlamento español una reforma laboral que garantiza a las empresas facilidades para despedir trabajadores y flexibiliza a los ya empleados. El socialismo hizo el ajuste y eso permitió que ganara Mariano Rajoy, quien a su vez cuando asumió, aplicó un Plan de Ajuste total de 30 mil millones de euros exigidos por el FMI.

Para no ser menos, Italia reformó su sistema de jubilaciones, de 65 a 67 años. Privatizó empresas estatales, rebajó los salarios de los trabajadores de la administración pública y anunció un ajuste de 80 mil millones de euros.

En Grecia, más del 20 % de la población está desocupada, es decir, cerca de 1,5 millones personas no tienen empleo. Al igual que en España, el violento ajuste que llevó a Grecia a la quiebra, lo hizo el Partido Socialista, al mando de Papandreu. En estos momentos, en el país helénico se avanza en la privatización de los ferrocarriles, el correo y el agua potable. Portugal aceptó las privatizaciones impuestas por el FMI, y terminó 2011 en recesión, con un desempleo del 14% y endeudado por encima del 100% de su PBI.

Irlanda destinó el 30% del PBI para sostener su sistema financiero. En 2008, inició el despido del 12% de sus empleados públicos, redujo el salario mínimo y subió el IVA del 21 al 23 por ciento. Gran Bretaña, que descaradamente acaba de acusarnos de colonialistas, avanza en el despido de 490 mil empleados públicos y reduce programas sociales destinados a la vivienda y a la niñez. El IVA subirá del 17,5% al 20% y la edad jubilatoria de 65 a 66 años. La receta en estos países es privatizaciones, recortes salariales, aumento de impuestos para los trabajadores, retiro de subsidios a la niñez y a los desocupados, aumento de la edad jubilatoria, despidos masivos de trabajadores estatales, rebaja salarial, represión para contener el conflicto social y garantizar la tasa de ganancia de los mercados.

No es nuevo para nosotros, Europa vive la demolición por parte de los mercados (que no son otros que el poder financiero y las empresas transnacionales) del Estado de Bienestar que se construyó después de la pos guerra. Es la disputa entre la preeminencia del mercado o la democracia, las corporaciones o el pueblo, un país para pocos o para todos, es la pelea entre la vida y la muerte.

Nosotros lo vivimos, el ajuste y la represión que se aplicó en el país desde la dictadura, con el alfonsinismo, el menemismo, la alianza y el duhaldismo, nos llevó al derrumbe político, económico, social y cultural, el país estalló y estuvimos al borde de la disolución nacional. Las acusaciones de un supuesto plan de ajuste que lleva adelante el gobierno de Cristina Fernández son infundadas, oportunistas, carentes de rigurosidad intelectual y funcionales a las corporaciones económicas y mediáticas, que ante la estrepitosa derrota electoral necesitan debilitar al gobierno, para que el pueblo no siga avanzando en la conquista de derechos y bienestar.

¿Acaso estar discutiendo por un aumento salarial a los argentinos del 18 al 20 o el 25% en este contexto mundial de ajuste y rebajas salariales, no debería ser al menos celebrado por los dirigentes sindicales? ¿De qué ajuste hablan periodistas, sindicalistas, la oposición mediática y analistas políticos cuando vemos que la desocupación baja a menos del 7 por ciento? La diferencia entre la Argentina que crece y se desarrolla y los países de Europa que promueven el ajuste y la represión es que mientras ellos recortan, como el caso de Gran Bretaña o el Reino Unido los subsidios a la niñez, nosotros tenemos en marcha la Asignación Universal por Hijo que es ejemplo de políticas distributivas en todo el mundo. Está claro que falta mucho y que hay que profundizar el rumbo pero es bueno que lo hagamos con memoria, protegiendo lo que hemos logrado y consolidando este modelo nacional y popular. Como expresó Cristina Fernández, en la reasunción de su cargo como presidenta: “Este es el mundo del revés.”

El Reino Unido nos acusa de colonialistas cuando ellos usurparon nuestro territorio nacional, las petroleras se apropian indebidamente de un beneficio social al transporte público y lo transforman en ganancias escandalosas. A la corrida bancaria de fin de año se la quiere presentar como desconfianza de los sectores medios de la economía; a los gobiernos de América Latina, como autoritarios y populistas porque protegemos el trabajo y el interés regional, y a ellos, los que están verdaderamente llevando adelante el ajuste, como democráticos y republicanos por haberse convertido en garantes de la lógica perversa del mercado que no dudan hasta de ir a la guerra para garantizar la hegemonía mundial.

Necesitamos más unidad de América Latina, más desarrollo del mercado interno, más Estado en el control de las áreas estratégicas de la economía, más participación y protagonismo y mucha unidad nacional para no volver atrás.

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