Un grupo de estudiantes de Margarita Belén, la localidad chaqueña que fue escenario de uno de los crímenes más emblemáticos de la dictadura, hizo un documental sobre la historia que en su pueblo se negaron a contarles.

Todo el mundo conoce a nuestro pueblo por la masacre; los crímenes marcaron de por vida a Margarita Belén. Pero acá nadie quiere hablar de eso, lo niegan. Y nosotros sentimos un peso enorme sobre nuestras espaldas.” David Gómez resume así la sensación que él y otros jóvenes de esa localidad chaqueña tienen sobre su pasado reciente, una historia que, 35 años después, les sigue vedada.

En diciembre de 1976, Margarita Belén fue escenario de uno de los crímenes más emblemáticos de la última dictadura militar: durante la noche del 12 al 13 de diciembre, en un operativo conjunto del Ejército y la policía provincial, 22 militantes, entre ellos, Néstor “El Flaco” Salas, fueron torturados y ejecutados. Treinta y cinco años más tarde, el 16 de mayo de 2011, el Tribunal Oral Federal de Resistencia condenó por ese crimen a ocho militares a cadena perpetua, aunque dejó absuelto al policía Alfredo Luis Chas.
La justicia terminó con la impunidad, no con el tabú. Sin embargo, cansados de estas trabas, algunos jóvenes se animaron a recuperar esa historia como un desafío propio. “Acá se tiene la sensación de que es una cruz, que podría haber sido en cualquier parte. Pero nos tocó a nosotros. No podemos esquivar el bulto”, desafían.

Yanina Gómez, una trabajadora social de esa localidad, fue quien dio el primer empujón. Bajo su coordinación, David y otros diez estudiantes del Colegio de Educación Polimodal Nº77 comenzaron a reunirse para debatir este tema y otros que repercuten en la vida de los jóvenes: fundamentalmente, la falta de estímulos para la participación política. El resultado de ese esfuerzo fue la agrupación DAR, una de los pocos armados juveniles de Margarita Belén.

Después de un año de debate, el grupo fue parte del IX Encuentro Jóvenes y Memoria, organizado por la Comisión Provincial por la Memoria bonaerense que presiden Hugo Cañón y Adolfo Pérez Esquivel. Allí presentaron un documental, que titularon Juicio de la masacre de Margarita Belén, donde se retrata el desconocimiento que existe en el pueblo sobre los fusilamientos.

“En las instituciones educativas no se trata la masacre y los adultos no quisieron reproducir la historia por miedo o temor. Está latente una sensación de frustración. La iniciativa surge de la necesidad de identidad ante el silencio. Como jóvenes comprometidos, no queremos seguir reproduciendo el silencio, queremos encontrar las voces que nos cuenten lo sucedido, que nos permitan apropiarnos de nuestra historia. Buscamos con este corto reconstruir nuestra memoria”, explicaron en los argumentos del documental. “Nosotros pagamos un castigo que es la falta de información. Nos llena de orgullo traer este trabajo acá y que nos aplaudan, porque allá nos llevan a querer olvidar. Es una forma de decir que los jóvenes no estamos perdidos y que somos el presente, no el futuro”, agregaron al momento de la presentación.

Pero esta reconstrucción es nueva incluso para ellos, que hasta hace poco desconocían por completo lo sucedido. “Escuché en la radio que hablaban de la dictadura militar y que habían traído presos de todos lados para matarlos acá. Me quedé súper sorprendida. Fue algo completamente nuevo. En la escuela no te dicen nada. Ni el 24 de marzo los profesores enseñan lo que generó el terrorismo de Estado”, cuenta Julieta Rivero, una joven de 14 años.

Para revertir ese silencio, en el último aniversario del golpe de 1976, DAR organizó “la semana de la memoria”, con proyección de cortometrajes, un programa especial de radio y charlas con ex detenidos en la plaza central del pueblo, bajo la siguiente consigna: “Hay cosas que no están en los libros, que nunca te contaron. Ahora podés preguntarle a los protagonistas del proceso más oscuro de nuestra historia.”

Oscar Maciel, de la Asociación de ex Presos Políticos de Chaco y de la Casa de la Memoria provincial, fue uno de los expositores. Al llegar, se sorprendió por la ausencia de adultos. “Los chicos son tierra fértil, están abiertos a aprender y preguntarlo todo, pero los más grandes siguen teniendo en la cabeza la oscuridad y el ocultamiento. Ojalá la sentencia judicial sea un punto de inflexión. El país está viviendo cambios que no esperábamos y estos chicos están recuperando la memoria del pueblo”, reflexionó Maciel.

Pero no todos los adultos responden a la iniciativa de ese modo. “Mis papás nunca me habían hablado del tema porque ellos mismos no sabían. Pero ahora yo les cuento lo que vamos aprendiendo sobre los Derechos Humanos y sobre lo que pasó y ellos me prestan atención. Ahora conocen cosas que antes no sabían”, cuenta Anabela Ávalos, de 15 años, que finalmente pudo festejar con ellos la condena.

El fin de semana siguiente a la sentencia, los chicos de DAR participaron de la Jornada por la Memoria, Verdad y Justicia, que organizó la Dirección Nacional de Juventud del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, junto con la agrupación H.I.J.O.S Chaco y la Comisión Provincial por la Memoria, en el monumento a las víctimas de Margarita Belén. Allí plantaron 1000 flores en homenaje a los 30 mil desaparecidos y a Néstor Kirchner, por su compromiso con los Derechos Humanos.

“Hacemos todo lo que tenemos a nuestro alcance para sumar gente, pero no se interesan mucho. Da una impotencia el desinterés y la hipocresía... Igual, nosotros vamos a seguir organizando todas estas actividades porque tenemos que estar ahí para dar el ejemplo”, concluye David.

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