Reportaje a Edgardo Depetri: “Vamos por el principio. Me parece que el dato político más importante de la Argentina en esta coyuntura, y que tiene un impacto estratégico para todos los sectores representativos de la comunidad, es la decisión de Cristina Kirchner de ser de nuevo candidata a presidenta de la República. Ningún dirigente en el Frente Para la Victoria es la síntesis del gobierno de Néstor como bisagra del cambio de época y en la continuidad de su gestión. Cristina no solamente asume en nombre y representación del Partido Justicialista, la CGT y el Frente para la Victoria sino del campo popular en la Argentina.

Ella, superando el dolor enorme que le significó la muerte de Néstor, la ausencia del compañero con los que discutió la política y la construcción del país que siempre soñó, tal como nos dijo: que ella sabía ese mismo día en el que estaba velando a su Néstor, que iba a ser candidata y que lo hacía en su nombre.

Y en lo que yo califiqué como un servicio a la patria y al pueblo argentino. Me parece que ese es el dato más importante y más trascendente que hay y en el que nosotros, como Frente Transversal y parte del movimiento obrero, nos tenemos que mirar y prepararnos para el impacto que esto genera.

No solamente en el pueblo, si no en todos los pueblos latinoamericanos, porque otro de los hechos trascendentes es que la candidatura de Cristina Kirchner tiene una fuerte presencia a nivel internacional. Sobre todo en América Latina.

El proceso de integración regional, los acuerdos, después de la derrota del ALCA, los acuerdos comerciales y económicos; los de complementariedad con el Gobierno de Brasil, con desarrollo industrial; con el de Evo Morales con el tema gasífero; con Venezuela por la cuestión del petróleo y el intercambio con los países de América Latina que, como hemos visto, han crecido todos de manera importante. Y lo han hecho creando empleo y mejorando las desigualdades sociales.

A diferencia y en contraposición de lo que vemos en Europa o Estados Unidos en donde el capitalismo en crisis, los modelos económicos se hunden, producto de ajustes estructurales sobre el pueblo, de bajas salariales, de liquidación de patrimonio público. Y sobre todo, conduciendo todo ese proceso político a través del ajuste, de la represión, del achicamiento de la calidad de vida de su propios pueblos. Entonces, me parece que ese es el dato político trascendente que ha resuelto Cristina a través de su decisión, de seguir ampliando y seguir abriendo la construcción política y el desafío de consolidar, no solamente el gobierno para defender lo que hemos hecho y avanzar en su profundización, si no que en la necesidad de encontrar una nueva representación política y social.

Arturo Lozza mandó un artículo donde marca que Cristina dijo tres veces que necesitaba a su lado una persona que se anime, contra los grupos económicos. De alguna manera, de dónde estaba el obstáculo, en los grandes grupos económicos y las corporaciones. Y lo marcó como una bajada de línea clara de su decisión, qué esperaba, evidentemente, y en qué nueva etapa estábamos entrando. A vos ¿qué te parece esto?

Yo creo que desde el inicio de la gestión de Néstor Kirchner, enfrentando a su gobierno estuvo el poder económico. Enfrente tenemos al poder. Tenemos a Techint, Bunge & Born, Pérez Companc, la Banca de Acreedores, el sistema financiero, la embajada norteamericana, el multimedio Clarín. Eso es lo que enfrentamos. Y los que nos disputan en términos electorales, hablan en nombre de ese poder, quieren representar a ese poder. En consecuencia, lo que tenemos que hacer es cerrar filas con Cristina y salir a militar y a profundizar con la sociedad, la discusión alrededor del modelo económico.

Y nuestra construcción ha ido creciendo porque nuestra construcción es el proyecto nacional. Nuestra organización es el territorio. No es la orga propia. Y nuestra política son las políticas públicas que ha asumido el Gobierno. En ese proceso nosotros nos sentimos parte y en esa construcción aportamos a una mirada colectiva de todo ese proceso. A una decisión colectiva. Y reconocemos un liderazgo, primero de Néstor Kirchner y después, Cristina. El kirchnerismo no vino al gobierno a cumplir el mandato de las corporaciones económicas de ningún sector. Vinimos a tratar de refundar la dignidad del pueblo argentino y a resolver los problemas estructurales de desocupación, de pobreza, de miseria. A crear trabajo, a crear conciencia que se puede cambiar la sociedad. Creo que ese es el debate que hay. Si no, lo otro es entrar en debate de candidaturas, o en debate de qué sector se llevó más cargos de representación.

- Sí, como en donde está metiendo la mano Clarín, digamos.

En donde está tratando de meterse Clarín y el poder para generar fractura, para plantear escenarios de disputas menores o secundarias. Porque en realidad, se preparan para confrontarnos y para tratar, no solo de derrotarnos en términos electorales. Lo que quieren ellos es volver hacia atrás con las medidas más importantes que tomó el Gobierno Nacional. Ellos quieren que el Gobierno tome la agenda del poder económico. Por eso están planteando la devaluación de la moneda nacional. A nueve pesos, ocho pesos, siete pesos. Ellos dicen que necesitamos un dólar competitivo. Claro, ese dólar competitivo es para ellos, porque a nosotros nos condena a pulverizar el salario y el ingreso de nuestro pueblo, de las jubilaciones de nuestro pueblo.

El poder quiere la rebaja del gasto público

Y para nosotros el gasto público es inversión social. Porque necesitamos que el Estado capture renta de los sectores más concentrados y la invierta en resolver las asimetrías y las desigualdades de la sociedad argentina. Para nosotros, la Asignación por Hijo es una inversión social. Que cuatro millones de pibes cobren la Asignación Universal por Hijo, eso es ingreso en las familias. Si hay ingreso en las familias, hay más consumo. Si hay más consumo, hay más producción. Si hay más producción, hay más horas de trabajo. Hoy, nueve de cada diez argentinos mayores, están incorporados al Sistema Previsional. Hay más de un millón de compatriotas que están cubiertos hoy por asignaciones.

Eso es una etapa de cristalización. Da la impresión que estamos en otra etapa y cuando se habla de profundizar el modelo, ¿de qué se está hablando?

Primero, de defender lo que hemos hecho y evitar que la derecha gobierne, porque va a utilizar el aparato del Estado para desarmar lo conquistado. Cuando hablamos de profundizar el rumbo, sentimos que tenemos que romper el núcleo duro donde todavía los sectores de la sociedad que todavía no ha podido ingresar al trabajo. Porque lo único que dignifica seriamente la familia es una persona viniendo de su trabajo. Y no solo del trabajo si no de un trabajo bien pago. El trabajo organiza la sociedad, aumenta la calidad intelectual y cultural de la familia, recupera la vitalidad de incorporarse al debate político en la comunidad, porque sin trabajo, con miseria y con hambre no se puede avanzar en la discusión de los grandes temas.

Entonces, nosotros tenemos que seguir profundizando la perspectiva del trabajo. Y en eso, discutir, no solamente que la Argentina siga creciendo si no que desarrolle sus áreas fundamentales de creación de empleo, de industria. Industria mecánica, textil, maderera, química, papelera, energética. Tenemos que seguir profundizando la creación de empleo.

Un tema clave, por ejemplo, es mejorar la productividad de la Argentina, desarrollando la industria ferroviaria y no solamente refundando los ferrocarriles para integrar a la Argentina si no para bajar los costos de la producción. Y en eso, tenemos que pasar de un Estado, que hoy está gerenciando hacia sectores privados el sistema ferroviario, para una presencia estatal y sobre todo avanzar en el desarrollo de la industria. Si tenemos capacidad para colocar reactores nucleares en el mundo, cómo no vamos a poder desarrollar esa capacidad para producir nosotros y fabricar las locomotoras, los vagones y las vías. Este es uno de los temas que para mí profundizan el modelo. Y ponen al país en una capacidad de tecnología, de industrialización y al mismo tiempo que incentiva la producción. Porque mejora la competitividad transportando todo el cereal, el mineral y toda la producción a través del sector ferroviario. O sea, refundar el sistema ferroviario.

El otro, es avanzar en el desarrollo también de la industria naval. Nosotros tenemos casi cinco mil millones de dólares por año que la producción nacional paga en flete para llevar a distintas partes del mundo y ahí todavía no pudimos, en todo este tiempo, consolidar el desarrollo de la industria, que aparte es creadora de empleo. Son lo que podemos denominar las industrias pesadas.

Sí, lo que se llamaba antes la industria pesada. Lo básico para la industria más...

Exactamente. Y hoy tenemos un Estado cada vez más presente en la economía nacional, que se hace cargo centralmente de apuntalar los desarrollos productivos y así vemos el esfuerzo enorme que hace el Estado en subsidios, en ferrocarriles. Y, por supuesto, creo que avanzar en la discusión de la educación. No solamente en la discusión del financiamiento.

Hoy estamos en el 6% del producto bruto interno y podemos tener mayor nivel de financiamiento. Esto permite también discutir calidad educativa. Me parece que hay que incorporar a la comunidad educativa y discutir calidad educativa. Necesitamos que todos los pibes que no trabajan ni estudian, también se vuelvan a insertar en el sistema educativo. La Asignación por Hijo fue un impacto enorme para los pibes de cero a 18 años. Y ahí tenemos entre 18 y 30 años, tenemos una cantidad de pibes, ya adolescentes que están por fuera del sistema educativo y creo que hay que combinar ahí un fuerte financiamiento para programas y proyectos que vuelvan a ingresarlos a la escuela o los capacite para algún oficio, para incorporarse al sistema productivo. Me parece que alrededor de ese debate que hay 500.000 pibes que no trabajan ni estudian...

Son los bolsones más duros de pobre, y marginalidad…

Sí. Y sobre todo, estos sectores están en los niveles de pobreza e indigencia más importantes. Estos que todavía no hemos podido penetrar. Me parece que la experiencia de las cooperativas, estos más de 150.000 empleos en cooperativas es un camino que hay que revisar y ver hasta dónde no resultó. Pero, por supuesto que esto es un mecanismo importante de dignidad de las familias. Porque ahí el Estado interviene de manera directa. Crea empleo. Un empleo comunitario es un empleo social que tiene el mismo valor que algún empleo industrial, porque hay un piso de igualdad que el gobierno debe tender permanentemente a resolver.

Y si el modelo de acumulación y distribución de la riqueza nacional en el sector privado o en las empresas del Estado no alcanzan todavía a entrar en esos espacios, tenemos que ir con una acción directa del Estado, organizando, planificando y promoviendo la incorporación de esos compañeros al trabajo.

El sueño patria grande

Me parece que la etapa que viene va a tener la necesidad también de una unidad continental mayor. Acá, el desafío de la consolidación del Banco del Sur. Bueno, ahí ya entró al Senado el proyecto del tema del Banco del Sur. Paraguay está también votando el ingreso de Venezuela al Mercosur. Cristina ahora va a inaugurar una parte del gasoducto noroeste, que nos va a unir con Bolivia. Todo el proceso que estamos haciendo con la revolución bolivariana, donde nosotros complementariamente nos unimos con ellos. Ellos nos proveen de fuel-oil y de gas y nosotros les proveemos alimento.

Todo eso. La discusión que hay con Brasil alrededor de la industrialización. Lula nos planteó muy claramente que su rol no es imponer las políticas económicas ni quiere ser una potencia sudamericana, que lo podía ser. Es la quinta economía del planeta. Todo Brasil es más grande que todos los demás países de América Latina. Él ratificó que él y Dilma van a trabajar por una complementariedad de las economías, donde Brasil lleva un avance muy importante en el tema industrial, pero que quiere complementar con nuestra capacidad de país productor de alimentos y sobre todo de tecnología. Argentina tiene una capacidad enorme y está a la vanguardia del desarrollo científico. Lo hemos mostrado con lo nuclear y lo mostramos también con el satélite que incorporamos... entonces creo que también lo de Cristina es clave no solamente para la Argentina si no para seguir profundizando esos lazos de integración y no hay ningún presidente o presidenta que esté en condiciones de impulsar hacia adelante esos desafíos porque eso lo venimos trabajando con Néstor Kirchner que ha sido el dato distintivo desde ese No al ALCA, hasta Cristina...

Hay algo: recuerdo que estaba hablando Hugo Chávez y estaba al costado del escenario y del otro lado estaba Evo, los dos se estaban cagando de frío y estaba hablando Hugo. Si se piensa desde en ese momento, desde ese día, el acto en Mar del Plata, con el No al ALCA, lo que se ha avanzado…

Es tremendo. Yo siempre digo que la Argentina dejó de ser -y no puede ser aunque todavía haya vestigios y pujas sobre este proceso- el negocio exitoso de algunos grupos económicos. Nosotros no podemos consagrar que el país sea solamente plataforma exportadora de alimentos, que es lo que quieren los neoliberales, los que tienen el poder económico. O la usina de las corporaciones que incentivan a que Argentina, como el mundo va a necesitar alimento y como China, India, Rusia, los países emergentes, incorporan millones de sus habitantes al consumo de alimento, entonces Argentina tiene que prepararse para producir alimento y ser proveedora de materia prima. No estamos en contra de que Argentina proyecte y potencie toda su capacidad productora de alimentos y que podamos colocarlo en el mercado nacional.

Aparte, el precio de los alimentos va a ser cada vez más importante, con lo cual hay toda una discusión alrededor del rol de los países productores de alimentos. Que nosotros tenemos que seguir exportando, pero nuestra economía se debe seguir fortaleciendo con el desarrollo del mercado interno. Aparte, lo que explica el crecimiento de la economía argentina es el desarrollo del mercado interno. Y además, necesita recuperar y empezar a consolidar su mercado interno ante la crisis internacional y la volatilidad de los mercados y la profunda disputa de los bloques económicos. Entre Europa sobre todo y los Estados Unidos, en esta disputa salvaje de los mercados, que hace caer monedas y estallar países, la Argentina necesita consolidar su desarrollo.

Primero, nacional, fortaleciendo un mercado donde nuestras empresas y el capital nuestro pueda colocar su producción y hacer este círculo virtuoso de la economía, como bien lo planteó la Presidenta, y ampliarlo a América Latina para poder dar el debate con los bloques que se disputan el mundo. Porque a mí me parece que en esta etapa que se abre con el gobierno de Cristina Kirchner está la discusión alrededor del país que queremos, la sociedad que queremos. Por eso el poder es el que nos enfrenta. No tenemos un candidato opositor, porque el poder no tiene candidato orgánico. Porque era Macri el que iba a defender sus intereses. Macri se cayó. Intentaron armar con Alfonsín y De Narváez, pero tienen dificultades, porque el desprestigio del Partido Radical es muy grande.

Entonces, Cristina hoy está llevando adelante este proyecto y enfrente el poder trata de limarla para no discutir estos grandes temas nacionales, que tenemos que tratar que nuestra militancia discuta eso. Que discuta el proyecto. Que discuta cómo hoy vuelve a tener mucho más valor la discusión alrededor del Estado. ¿Qué es el Estado, qué rol cumple? ¿A quién va a proteger, a quién va a tratar de limitar, incluso de ayudar? Pero en función de los intereses de toda la sociedad y no solamente de un sector. Y creo que esta es la gran discusión que hay que plantear y para la cual hay que prepararse.

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