La Central repudia las patéticas declaraciones del represor Jorge Rafael Videla, quien arengó a sus ex camaradas de las Fuerzas Armadas “que aún estén con aptitud física de combatir” a armarse contra “la presidente Cristina y sus secuaces”.
En un nuevo reportaje a la revista española Cambio 16, Videla afirmó que “las instituciones de la República hoy están avasalladas por este régimen kirchnerista encabezado por la presidenta Cristina”.
Esa es la opinión de un hombre que está preso en la cárcel de Marcos Paz, donde cumple diferentes condenas a prisión perpetua por su participación en secuestros, torturas, desapariciones y robos de bebés durante la última dictadura.
Que semejante personaje promueva un nuevo golpe de Estado y a la vez se postule como guardián de la República causa entre indignación y risa. Sin embargo, los dichos de Videla sirven para confirmar y reivindicar la actual política de derechos humanos, que hace eje sobre valores y banderas siempre impulsadas por la CTA: Memoria, Verdad y Justicia.
Los trabajadores fueron uno de los actores que más sufrió el golpe cívico militar porque, ahora está más claro que nunca, el principal objetivo de la dictadura fue instaurar a sangre y fuego un modelo económico contrario a los interese de la clase obrera. La larga lista de trabajadores desaparecidos así lo demuestra.
En ese marco, Videla es una triste marioneta en desuso de los señores de la Sociedad Rural y de la clase dominante que, ahora en pudoroso silencio, veneran a los que todavía tienen las manos manchadas con la sangre de nuestro pueblo.