La Dirección Ejecutiva de la CUT, frente al resultado oficial de las elecciones presidenciales, aprobó la siguiente nota política, que debe ser ampliamente divulgada entre todos los trabajadores y trabajadoras de base de cada uno de los sindicatos afiliados.

La Dirección Ejecutiva de la CUT, frente al resultado oficial de las elecciones presidenciales, aprobó la siguiente nota política, que debe ser ampliamente divulgada entre todos los trabajadores y trabajadoras de base de cada uno de los sindicatos afiliados.

La mayoría de los electores brasileños acaba de entregar la presidencia de la República a alguien que, ahora y a lo largo de su carrera política, siempre votó contra los derechos de la clase trabajadora, se opuso a las políticas sociales, votó a favor del congelamiento de las inversiones en salud y educación, de la entrega del pre-sal y de las reservas petrolíferas a los extranjeros, ofendió y amenazó a los militantes de izquierda, a las mujeres, a los negros y a la comunidad LGBT. Sin embargo, casi la mitad de la población votó contra el proyecto que llevará al Brasil al retroceso político y civilizatorio.

A lo largo de la campaña, los medios de comunicación fueron utilizados noche y día para atacar la candidatura popular. Los empresarios presionaron a sus funcionarios y empleados con todo tipo de amenazas. El nombre de Dios fue usado en vano. Las redes sociales fueron inundadas de mentiras, en una estrategia articulada y pagada por las empresas con el objetivo de difamar al PT y a su candidato, Fernando Haddad. El sistema judicial, además de haber impedido, arbitrariamente, la candidatura de Lula, manifestó debilidad y connivencia al no castigar ejemplarmente a aquellos que amenazaron abiertamente las instituciones o cometieron delitos electorales. La impunidad contribuyó al aumento de los actos de intimidación y violencia contra los electores del PT y en el creciente clima de odio que dividió al país.

Se engañan aquellos que creyeron que destruirían nuestra capacidad de resistencia y de lucha. El PT salió más fortalecido de ese proceso como la principal fuerza de oposición al gobierno de corte neoliberal y neofascista. La CUT y los movimientos sociales también se fortalecieron. Lula y Haddad se consolidan como los grandes líderes en el campo democrático y popular. La CUT mantendrá unida a la clase trabajadora, preparándola para la lucha en las calles, en los lugares de trabajo, en las fábricas y en el campo, contra la avanzada antiderechos y en defensa de la democracia.

El gobierno que asumirá el 1º de enero de 2019 va a intentar profundizar el programa neoliberal que está en marcha desde el golpe contra la presidenta Dilma: la reforma previsional, la avanzada contra los derechos, la continuidad de las privatizaciones, el aumento del desempleo, el ajuste salarial, el aumento del costo de vida, el empeoramiento de la educación y de la salud, el aumento de la violencia y de la inseguridad. Además de ello, va a intentar perseguir y reprimir al movimiento sindical, a los movimientos sociales, así como a los sectores democráticos y populares en general.

Tenemos un enorme desafío por delante. Es hora de la unidad de las fuerzas democrático populares para resistir. La CUT dará continuidad a su trayectoria de lucha y convoca a sus bases a continuar movilizadas y a resistir cualquier ataque contra los derechos y la democracia.

¡Viva la clase trabajadora brasileña!

¡Lula libre!

Vagner Freitas – Presidente de la CUT

Fuente: Web de la CUT

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