Venezuela, Brasil y Estados Unidos: un termómetro electoral optimista

Si la marcha de la política internacional se midiera en elecciones, las últimas semanas marcan optimismo: el contundente triunfo de Hugo Chávez en Venezuela, que dio por tierra con los intencionados pronósticos de la derecha; el mismo domingo, el pase al ballotage del PT en la emblemática elección de San Pablo, y recientemente el claro triunfo lulista de Fernando Haddad, el candidato del PT, sobre el máximo exponente de la derecha, Jose Serra; y la reaparición de Lula en campaña caminando junto a Haddad. Hechos que hablan de rumbos mas que firmes para esta región latinoamericana.

Si a esto se sumara el triunfo de Obama en EEUU, veríamos empantanarse el avance de la derecha mas belicista en el hemisferio Norte. La importancia que ello reviste se vincula a la tendencia histórica que el capitalismo desarrollado utiliza para enfrentar las crisis, y la actual es una de las más grandes. La guerra está instalada como puerta de salida, hoy focalizada en medio oriente, el norte de África y Asia. El olor a
petróleo y pólvora no es un buen signo.

La reelección de Obama abriría un impasse necesario para el desarrollo de la crisis global. Latinoamerica sigue creciendo con gobiernos mayoritariamente populares y destino de integración, y en ese marco nuestro país tiene garantizado su propio desarrollo.
Se trata, apenas, del marco internacional en tiempos difíciles, pero un contexto cada vez más interactuantes con nuestro proceso político. El movimiento sindical de la región continúa inmerso en su propio debate. Es necesario marcar el rumbo político de la historia que estamos construyendo

Victorio Paulón es secretario de Internacionales de la CTA

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