Cuando se confirmó su designación, Franchi marcó que una de sus prioridades era la recomposición de los ingresos de los becarios.

La flamante presidenta del Conicet, Ana María Franchi, había planteado hace solo dos días, cuando se confirmo su designación, que recomponer los ingresos de los becarios sería una de sus prioridades para demostrar a los jóvenes que en la Argentina "la ciencia es una carrera posible". Cuarenta y ocho horas pasaron entre que planteó el primer punto de su agenda de gestión y la conferencia que ofreció en Casa Rosada junto al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Ciencia, Roberto Salvarezza, para anunciar el incremento en los montos de las becas doctores y postdoctorales del Conicet y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Anpcyt). "Es el inicio de un cambio muy importante en la política de ciencia y tecnología del país", celebró en referencia a los años de ajuste del macrismo.

La decisión de llevar las becas doctorales de los 29.817 pesos a 45.430 pesos en junio y las posdoctorales de 36.752 pesos a 54.833 pesos a mediados de año beneficiará a más de 11.000 becaries del Conicet —que se desempeñan en Universidades e institutos del Conicet— y a 1.000 de la Anpcyt. Así alcanzarán un ingreso que los saque de estar por debajo de la línea de la pobreza, una de las "urgencias" marcadas por Franchi.

Entre los beneficiarios se sumarán los ingresantes anunciados ayer por el Conicet de la convocatoria 2019 (400 más que en la convocatoria anterior): 1.716 internas doctorales, 283 de finalización de doctorado y 1.181 posdoctorales. En tanto, las y los científicos que se encuentran realizando sus becas fuera del país recibirán 2.500 dólares o el equivalente en moneda local, aunque se buscará recuperar la Convocatoria de Repatriación, a la que aplicaron menos de 100 científicos durante la gesitón macrista. "Si mirabas la situación del país en ciencia y tecnología desde afuera, tenías que ser más que valiente para volver al país", lamentó la química y, hasta su designación al frente del Conicet, directora del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos.

—¿Con el anuncio del aumento en las becas siente que se pone en marcha el objetivo que expresó respecto de "demostrar a los jóvenes que la ciencia es una carrera posible"?

— Además del aumento en sí mismo, que saca de la línea de la pobreza a les becaries doctorales y postdoctorales, y les permite vivir de sus ingresos, está la señal de un Gobierno que toma esta decisión en las condiciones que atraviesa el país, con 40 por ciento de pobreza, endeudado... A pesar de esas condiciones, el presidente decide dar la señal con esta recomposición y creo que es el inicio de un cambio muy importante en la política de ciencia y tecnología del país. Estamos recibiendo mensajes de alegría de becarios, directores de becarios y de institutos, que no esperaban este reconocimiento a solo un mes de la asunción del Gobierno.

—¿De qué situación se parte para recuperar la pérdida de jóvenes que estudien carreras científicas luego de los años de la gestión de Cambiemos?

— Hace más de cuatro años, cuando la ciencia y la tecnología era una opción de Estado, se recibían de 8 a 10 postulaciones cuando se abría una convocatoria. Ahora, es muy difícil tener más de una o dos postulaciones porque los jóvenes no estaban interesados. Por ejemplo, en la disciplina de ciencias médicas, en 2019, se registraron la mitad de las postulaciones en comparación con otros años. Los jóvenes optaron por ir a hacer el doctorado a Estados Unidos o Europa, algo que nos había ocurrido en 2001 y se había recuperado con el plan de repatriación.

Además de los jóvenes que optaban por seguir sus estudios en el exterior, Franchi también resaltó la situación de quienes, aun eligiendo quedarse en el país, se quedaban afuera de la carrera por falta de cupo. En la convocatoria 2017, 500 jóvenes se quedaron fuera del ingreso a la carrera del Conicet. Además de la baja en los ingresos de becarios, la titular del organismo indicó que se recibió "un Conicet con muchas deudas" para el funcionamiento cotidiano de las unidades ejecutoras, sedes e institutos.

—¿Se puede esperar, como un próximo paso, un aumento del número de vacantes para el concurso de ingresos?

— Teníamos dos urgencias para iniciar la gestión. Una eran las becas, la otra es la necesidad de ampliar el número de ingresos. En 2019, los ingresos fueron solo el 17 por ciento del total de los postulados, mientras que para las carreras relacionadas con Ciencias Sociales el número cae al 5 por ciento. Las anteriores autoridades nacionales no nos escuchaban respecto de este problemática, ahora nos escuchan y sería otra buena señal. El ministro Salvarezza está a la cabeza de esas negociaciones en las que no hay un número específico sobre la mesa, pero sí la necesidad de un incremento no solo en la carrera de investigador sino también en la de personal profesional y técnico de apoyo.

Respecto de los ingresos, Franchi, quien también preside la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología, precisó que, hasta la convocatoria 2019, las mujeres eran el 60 por ciento de las becarias y representaban el 53 por ciento del total de investigadores, aunque esa mayoría no se traduce aún en paridad de cargos directivos. En ese sentido, la presidenta del Conicet señaló que impulsará la agenda de género y marcó la expectativa por la aprobación del proyecto de paridad de género en el sector, que tiene media sanción de Diputados.

—¿Se piensa en abrir nuevas convocatorias apuntadas a áreas específicas de investigación?

— Primero hay que potenciar las que están y ver en qué lugar estamos parados. También existen otros programas, como el de investigadores en empresas, que son financiados por el sector público y el privado, u otros programas que debemos volver a poner en funcionamiento para abrir la relación del Conicet con la comunidad y el sector productivo. Ya se están acercando desde los distintos ministerios nacionales, gobiernos provinciales y municipios para solicitar la colaboración y vamos a avanzar en convenios para que nuestros investigadores se involucren en las problemáticas que nos vienena a plantear. El Conicet tiene que tener ciencia de excelencia, pero también queremos que está en contacto con las realidades que se plantean desde la sociedad civil.

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